Tal día como hoy 23 de abril de 1521, las tropas de Carlos I derrotan a los comuneros castellanos en la batalla de Villalar
En octubre
de 1517, el rey Carlos I llegó a Asturias desde Flandes,
presentándose en las Cortes castellanas de Valladolid, sin saber
apenas hablar castellano y con el acompañamiento de gran número de
nobles y clérigos flamencos como séquito,
Esto produjo
recelos entre los nobles castellanos, que sintieron les acarrearía
una pérdida de poder, por lo cual iniciaron una campaña de
descrédito hacia la figura del monarca, dando lugar al fomento de
revueltas contra “los extranjeros” que desembocaron finalmente en
un levantamiento y en la “Guerra de la Comunidades de Castilla”.
La batalla
de Villalar, fue el episodio decisivo de esta guerra, en la que se
enfrentaron fuerzas imperiales de Carlos I y las de la Junta Comunera
al mando de Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado,
ocurrida en la localidad de Villalar - hoy Villalar de los Comuneros
- en Valladolid.
El ejército
comunero estaba en Torrelobatón, tras haberlo conquistado en
febrero de 1521, a la espera de poder partir hacia Valladolid o Toro
y los ejércitos de Carlos I en Peñaflor de Hornija, esperando
movimientos del ejército enemigo.
Finalmente,
el contingente comunero salió el 23 de abril hacia Toro, en un día
de lluvia poco propicio para mover el ejercito, pero Padilla
presionado por sus hombres, decidió partir en busca de refuerzos y
aprovisionamiento, aunque al arreciar la lluvia, decidió refugiarse
en Vega de Valdetronco, pero el ejército no atendía sus órdenes y
continuó y a la altura de Villalar, se desarrollaría la batalla.
Los
comuneros, en clara inferioridad, intentaron que la batalla se
produjera dentro del pueblo, instando sus cañones en sus propias
calles, pero muchos combatientes aprovechando el inicial
desconcierto, huyeron hacia otras localidades.
La lucha, a
partir de entonces, fue una masacre y al anochecer sólo se oían los
gritos de los comuneros heridos en los campos mientras eran
rematados, mientras los capitanes comuneros, Padilla, Bravo y
Maldonado, eran apresados con vida, recluidos y puestos en espera de
ser juzgados y ejecutados.
Los soldados comuneros
que lograron huir, lo hicieron en su mayoría a Toro y, una parte de
ellos, pasó a Portugal, por la frontera de Fermoselle, mientras el
resto se reunió en Toledo, reforzando la resistencia de la ciudad
varios meses más.
El saldo final de la
batalla, fue finalmente la muerte de 500 a 1.000 soldados comuneros y
la captura de otros 6.000 prisioneros.
"Tu tierra de Castillas muy desgraciada y maldita eres, al sufrir que un tan noble reino como eres, seas gobernado por quienes no te tienen amor". (Pasquín colocado en las puertas de las iglesías, tras la llegada de Carlos I a España , para levantar al pueblo contra él)
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