Tal día como hoy 25 de abril del 1707, durante la Guerra de Sucesión española, en la batalla de Almansa el ejército de Felipe V derrota a los austracistas.
La batalla se produjo en Almansa – Albacete - en los límites entre Valencia, Alicante y Murcia, entre las tropas de Felipe de Anjou - nieto de Luis XIV de Francia-, que había sido coronado como Felipe V, que derrotaron a las del archiduque Carlos de Austria.
El plan de operaciones del ejército austracista consistía en atacar Orihuela, que encubriera su propósito real, que era trasladar el ejército a Aragón para invadir Navarra y aislar a Felipe V de la ayuda francesa.
Los austracistas avanzaron sobre Montealegre del Castillo, llegando el 14 de abril y el ejército bórbonico, todavía insuficientemente preparado, hubo de abandonar la plaza, con importantes depósitos de víveres que permitían a los austracistas abastecerse.
El 22 de abril el duque de Berwick, al mando de los borbónicos, ordenó marchar a Ayora pues había sido capturada por una partida de miqueletes austracistas y aunque el general austracista Galway recibió información sobre esto, le confirmaron que los refuerzos que se esperaban de Francia para los borbónicos no habían llegado, por lo que decidió avanzar sobre el enemigo esperando encontrarlo en inferioridad numérica.
La batalla se inició el 25 de abril cuando ambos ejércitos se desplegaron. Los partidarios del Archiduque Carlos, alinearon 42 batallones de infantería, y 60 escuadrones de caballería, mientras que los borbónicos dispusieron 50 batallones de infantería y 81 escuadrones de caballería.
Las tropas Austracistas, cansadas y en inferioridad numérica, rompieron la formación debido al empuje de la caballería borbónica, que provocó la retirada del enemigo y el ejercito austracista acabó por rendirse a las pocas horas.
El ejército borbónico hubo de ir conquistando las poblaciones que se le resistían, siendo Játiva la primera ciudad asediada, y aunque se rendía el 6 de junio el día 19, fue incendiada por orden del rey Felipe V.
Posteriormente se le cambió el nombre por el de San Felipe y se procedió a su repoblación por personas fieles a la causa borbónica y en la actualidad se conserva un cuadro de Felipe V en el Museo Municipal de Játiva colgado boca abajo desde 1940, en señal de condena por el incendio de la ciudad.
La batalla no fue decisiva para el fin del conflicto, pero sí abrió las puertas hacia el Reino de Valencia y como consecuencia fue ocupado por las tropas borbónicas y sus fueros quedaron abolidos, junto con los de Aragón, tras los Decretos de Nueva Planta.
Actualmente se celebra cada año una conmemoración de esta batalla, con gente vestida con uniformes de la época.
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