Tal día como hoy 10 de abril del 1865, en Madrid la Guardia Civil y el Ejército realizan una represión sangrienta contra protestas estudiantiles de la Universidad Central de Madrid.
Se denomina Noche de San Daniel a la del 10 de abril de 1865 en la que la Guardia Civil y unidades del Ejército reprimieron de forma sangrienta a los estudiantes de la Universidad Central de Madrid, que realizaban una serenata en la Puerta del Sol de apoyo al rector, depuesto días antes por el gobierno del general Narváez, por no haber destituido al catedrático Emilio Castelar tras la publicación de artículos muy críticos con la reina Isabel II.
La reacción del gobierno Narváez fue, de gran virulencia, pues no sólo separó de su cátedra a Castelar y destituyó al rector de la Universidad, por negarse a instruir el expediente, sino que el ministro de la Gobernación González Bravo declaró el estado de guerra en previsión de incidentes.
El ministro, lejos de contemporizar y ante la posibilidad de que se celebrase la anunciada serenata, además del estado de guerra dictó un decreto que permitía la suspensión de los derechos constitucionales, la deportación de personas no afines y la censura de prensa.
No obstante, el día 7 se había autorizado la serenata por el gobernador civil de Madrid, pero inmediatamente fue prohibida por González Bravo y por orden de éste la Guardia Civil disolvió a los asistentes y cerró el centro de Madrid los dos días siguientes.
El 10 de abril, el nuevo Rector tomaba posesión de su cargo y juraba fidelidad a la reina, lo que provocó protestas y por la tarde, estudiantes, obreros y representantes del Partido Demócrata y del Progresista acudieron a la Puerta del Sol con la intención de ofrecer una nueva serenata. El Ministro González Bravo ordenó cargar contra los manifestantes a la Guardia Civil, mas una unidad de Infantería y otra de Caballería, movilizadas para la ocasión.
Se produjeron diversas cargas, con disparos y bayoneta calada y los manifestantes se dispersaron por las calles adyacentes, tratando de colocar barricadas sin conseguirlo ante la actuación de la Caballería. Durante las cargas murieron catorce personas y ciento noventa y tres fueron heridas de diversa consideración.
Los trágicos sucesos se debieron, según Josep Fontana, "a un ataque de furor de Narváez y González Bravo, que se consideraban desafiados por los manifestantes e incitaron al brutal ataque"
Esa noche en el Senado, González Bravo expuso las medidas tomadas y se expulsó a la prensa de la sesión, cursándose la orden de censurar lo que al día siguiente habrían de publicar los periódicos y varios de ellos salieron en esas jornadas con las portadas en blanco.
La reacciones políticas se produjeron en los días posteriores en el Senado, pero muy atenuadas debido al temor de ser perseguidos que tenían todos aquellos que se opusieran al gobierno Narváez.
Sin embargo a los pocos días las consecuencias políticas de la "Noche de San Daniel" acabaron con el gobierno Narváez.
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