sábado, 2 de marzo de 2024

El proceso contra Juana de Arco


Tal día como hoy, 21 de febrero de 1431, comenzó el juicio contra Juana de Arco, la gran heroína francesa. La doncella de Orleans fue acusada de herejía, por un tribunal eclesiástico —supervisado por los ingleses, aliados de los borgoñeses que la habían capturado— en Normandía.

Juana de Arco nació en Francia, una nación que se desangraba por la Guerra de los Cien Años. Los franceses, luchaban en el norte del país, contra ingleses y borgoñeses, enfrentados, por la sucesión al trono galo.

A los 13 años Juana tuvo una visión: ella era la elegida por Dios para liderar a las tropas de su país contra los invasores. La situación del príncipe Carlos, era complicada, el delfín estaba a punto de sucumbir y tomó, una última medida desesperada: confiar a la adolescente, el mando de su ejército.

Después de una serie de exitosas batallas, Juana consiguió que el futuro monarca llegara hasta Reims, donde fue coronado como Carlos VII, el 17 de julio de 1429. Juana estaba convencida, de que su misión había terminado y de que, debía de regresar a su hogar. Pero continuó luchando, hasta que en 1430, fue capturada por los borgoñones y entregada a los ingleses.

El rey inglés, había establecido la sede de su ejército en Rouen. Allí fue trasladada Juana de Arco, después de haber sido apresada, en el asedio a Compiègne. El testimonio de los más de 100 testigos, que declararon durante el juicio, permitió elaborar un detallado perfil, de la vida de esta campesina, convertida en heroína nacional y en santa.

Durante el proceso, se verificó su virginidad y se investigó su vida, en su aldea natal. Por mucho que lo intentaban, los inquisidores, no conseguían encontrar pruebas, inculpatorias. Los magistrados, decidieron centrar sus acusaciones, en las voces que había escuchado Juana, acusándola de herejía y brujería por este hecho.

La doncella, aceptó inicialmente, la cadena perpetua, a cambio de reconocer sus pecados, pero luego, se retractó y el 30 de mayo de 1431, se hizo efectiva su sentencia de muerte. Juana de Arco fue quemada viva, en la plaza de Rouen. En los años siguientes, su causa fue revisada y en 1456, fue exonerada por la intervención, del papa Calixto III.

Juana de Arco se convirtió, en el símbolo de Francia, que la convirtió en su patrona en 1920, el año en el fue canonizada, por la iglesia católica.

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