viernes, 19 de septiembre de 2025

La repentina muerte del rey de Castilla, Felipe I "el hermoso"

Tal día como hoy, 20 de septiembre de 1506: El estado de salud de Felipe I "el Hermoso’" empeora bruscamente, tras padecer unos días de fiebre. Los médicos, temiendo por su vida, le aplican sangrías, aunque el Rey acabaría muriendo, cuatro días después.

En 1501, los esposos Felipe y Juana de viaje hacia Castilla, para jurar como príncipes de Asturias, se detuvieron en Blois. Allí el rey Luis XII de Francia, los recibió, y al verle exclamó: "He aquí un hermoso príncipe". La frase ,provocó el apodo, por el que fue conocido Felipe.

Felipe I de Castilla, conocido como "el Hermoso", murió repentinamente en Burgos el 25 de septiembre de 1506, a los 28 años, tras enfermar después de jugar a la pelota. Aunque se sospechó de envenenamiento, la causa más probable fue una enfermedad repentina, posiblemente la peste.

Su muerte desencadenó, una crisis política en Castilla, dejando a su esposa, Juana I,"La loca" como reina, pero incapaz de gobernar, en un estado de profunda tristeza y demencia  y a su suegro, Fernando "el Católico", asumiendo la regencia.

Felipe enfermó el 16 de septiembre, con fiebre alta, escupiendo sangre, y finalmente murió en la madrugada del 25 de septiembre. La súbita muerte generó sospechas, de que Fernando el Católico lo había envenenado, aunque no hay pruebas concluyentes.

La muerte de Felipe I dejó a Juana I, quien se creía mentalmente inestable, como única reina de Castilla, lo que llevó a una disputa por la regencia, entre Fernando y la nobleza castellana, que apoyaba a Felipe. 

El cardenal Cisneros asumió su primera regencia de la Corona de Castilla, a la espera de la llegada del rey Fernando. desde Aragón, para que tomara, el control del gobierno. 

Siguiendo la costumbre flamenca, el corazón de Felipe fue enviado a Brujas, su ciudad natal, y su cuerpo, fue embalsamado y sometido a un largo cortejo fúnebre, por las tierras de Castilla, donde Juana I se negaba a sepultarlo.

Según la leyenda y la cultura popular en torno a  "Juana la Loca",se  afirma que ella insistía en que su esposo, Felipe el Hermoso, estaba simplemente "dormido" después de su muerte y se negaba a aceptar su fallecimiento, lo que alimentó la narrativa de su demencia. 

Aunque esta idea es un elemento clave de la historia popular, las evidencias históricas sugieren que su "locura" fue utilizada como pretexto político, para apartarla del trono, y los relatos sobre su comportamiento, con el cadáver de su marido, a menudo mezclan hechos con exageraciones legendarias.

Un cortejo fúnebre, encabezado por la reina Juana, emprendió un viaje con su cadáver hasta Granada, a pesar de encontrarse Juana embarazada. El 14 de enero de 1507, Juana dio a luz a Catalina, la hija póstuma de Felipe "El hermoso".

La muerte de Felipe I, marcó el inicio de una nueva etapa, en la historia de España, con la consolidación del poder, de su suegro, Fernando "el Católico" y la posterior ascensión al trono, de su  primogénito, Carlos I

Su hijo, Carlos I, se encontró con una herencia grandiosa: los reinos de sus cuatro abuelos: Castilla, con sus dominios del Nuevo Mundo, Aragón con los Estados Italianos, los Países Bajos y el Sacro Imperio Romano Germánico, además de otros títulos simbólicos, que lo convirtieron, en uno de los más importantes monarcas, que han existido. 


jueves, 18 de septiembre de 2025

El Tratado de los Toros de Guisando

Tal día como hoy, 19 de septiembre de 1468, era ratificado en la provincia de Ávila, el Tratado de los Toros de Guisando, en el que Enrique IV de Castilla, reconocía a su hermanastra Isabel, como heredera al trono castellano.

El Tratado de los Toros de Guisando, firmado en 1468, marcó un punto de inflexión, en la sucesión al trono de Castilla, reconociendo a Isabel I como heredera al trono, en lugar de Juana "la Beltraneja". 

Este tratado, aunque no fue un tratado formal en sí, sino más bien un acuerdo o juramento, se realizó junto a los famosos verracos, de piedra de Guisando, en Ávila .

Este Tratado fue una de las grandes causas, de la Guerra de Sucesión Castellana, entre Isabel de Trastámara y Juana "la Beltraneja". Un conflicto cuya semilla, ya se había plantado, varios años antes.

Las sospechas de que la hija de Enrique IV, fuese ilegítima y el trato de favor del Rey con nobles, como los Mendoza o su valido Beltrán de la Cueva, hizo que un grupo de nobles castellanos, se revelase en la conocida "Farsa de Ávila", ceremonia en la que depusieron simbólicamente, a Enrique IV y entronizaron en su lugar a su hermanastro, el infante Alfonso de Castilla.

Tras la muerte de Alfonso - tal vez envenenado- en 1468, este grupo de nobles, comenzó a apoyar las pretensiones de su hermana Isabel, quien prefirió pactar con su hermanastro, el Rey Enrique IV. Isabel llegó a un acuerdo, que se formalizó el 19 de septiembre de 1468, al ratificar el Tratado, de los Toros de Guisando.

Mediante este acuerdo, Isabel era proclamada princesa de Asturias y reconocida, como heredera de la Corona de Castilla, situándose en la línea sucesoria, por delante de la hija del Rey, Juana "la Beltraneja", además de recibir un amplio patrimonio. 

A cambio, Isabel debía permanecer leal a Enrique IV y casarse, con el consentimiento previo del Rey, condición esta última que no llegó a cumplir, al casarse en secreto, con Fernando II de Aragón en 1469.

Tras contraer matrimonio, sin el permiso del Rey, Isabel fue repudiada y Enrique IV volvió a reconocer, los derechos de su hija Juana, en la Ceremonia de la Val de Lozoya. Un cambio de parecer, que a su muerte sumió a Castilla, en una cruenta guerra civil.

Este pacto fue crucial, en la lucha por la sucesión al trono de Castilla y marcó un punto de inflexión, en la vida de Isabel, allanando su camino al reinado. No se conserva el documento original del pacto, lo que ha generado debate entre los historiadores, sobre su existencia y autenticidad

El lugar exacto, donde se firmó el pacto también es discutido, aunque se sabe que fue en las cercanías de los Toros de Guisando,  en la Venta Juradera, cerca del monumento de los toros de Guisando .

Aunque hoy en día, solo se conservan vestigios de la venta, el lugar fue estratégico y sirvió de escenario, para este trascendental acuerdo, que sentó las bases para el reinado, de Isabel la Católica y, por ende, de la España moderna.

 

miércoles, 17 de septiembre de 2025

La "revolución Gloriosa": fin del reinado de Isabel II de España

Tal día como hoy, 18 de septiembre de 1868, debido al gran descontento popular, contra el régimen monárquico de Isabel II, estallaba en la ciudad de Cádiz, un golpe de Estado encabezado por los generales Serrano, Prim y Topete, que acabaría con el reinado de Isabel II y pasaría a la historia como "La Gloriosa" o "Revolución del 68".

La "Revolución Gloriosa" en España, también conocida como la Revolución de 1868, fue un levantamiento militar y civil, que culminó con el derrocamiento y exilio de la reina Isabel II. Este evento marcó, el fin del reinado de Isabel II y el inicio del Sexenio Democrático, un período de cambios políticos y sociales en España.

Existía un amplio descontento popular, hacia el reinado de Isabel II, debido a la corrupción política, la inestabilidad económica, y la falta de libertades.

El origen del pronunciamiento, que acaba con el reinado de Isabel II, tiene lugar dos años antes, en agosto de 1866 cuando el general progresista Juan Prim, consigue en Bélgica un acuerdo entre progresistas y demócratas, para derrocar a la Reina, acuerdo que se conoce como el Pacto de Ostende.  

Dos años después, en marzo de 1868, Prim conseguía un nuevo aliado para su lucha, al firmar un acuerdo con el general Serrano, por el cual la Unión Liberal, se sumaba al Pacto de Ostende.

Tras llegar a estos acuerdos, los actores implicados comenzaron sus preparativos. Todo estaba preparado, a principios de septiembre. También el plan que se iba a llevar adelante y el 18 de septiembre de 1868, los generales Serrano, Prim y Topete se sublevaron contra la Reina Isabel II, en la ciudad de Cádiz.

La revolución fue liderada por militares, como el general Prim y el almirante Topete, quienes se sublevaron en Cádiz, marcando el inicio del movimiento. La Armada se sublevó en Cádiz el 18 de septiembre de 1868, seguido por el ejército

En los días posteriores, el levantamiento se extendió, por el resto del país como la pólvora. Tanto fue así que el por aquel entonces presidente del Consejo de ministros, el general José Gutiérrez de la Concha, no recibió respuesta de ningún general, tras llamar al ejército a combatir la revolución.

El general de la Concha, se las ingenió para organizar un pequeño ejército, para enfrentarse  a los sublevados. Dicho ejército fue derrotado por los revolucionarios, en la "Batalla del Puente de Alcolea", en  Cordoba 

La victoria significó prácticamente, el triunfo del levantamiento, que el 29 de septiembre de 1868 se hizo con la ciudad de Madrid y terminó obligando, a la Reina Isabel II a huir del país y exiliarse en Francia. 

A partir del triunfo de la revolución y durante seis años conocidos como el Sexenio Democrático, de 1868 a1874 ,se intentará crear en España un nuevo sistema de gobierno.  

La coalición de liberales, moderados y republicanos, se enfrentaba a la tarea de encontrar un mejor gobierno, que sustituyera al de Isabel. Al principio las Cortes, rechazaron el concepto de una república para España, y Serrano fue nombrado regente, mientras se buscaba un monarca adecuado, para liderar el país. Previamente se había aprobado una constitución de corte liberal que fue promulgada por las cortes en 1869.

La búsqueda de un rey apropiado, demostró finalmente ser más que problemática, para las Cortes. Juan Prim, el eterno rebelde contra los gobiernos isabelinos, fue nombrado dirigente del gobierno en 1869 y el general Serrano sería regente, y suya es la frase: "Encontrar a un rey democrático en Europa es tan difícil como encontrar un ateo en el cielo!" 

Se consideró incluso la opción de nombrar rey a un anciano general Baldomero Espartero, aunque no quiso serlo pese a que, no obstante, obtuvo muchos votos en el recuento final. 

Finalmente, a instancias de Prim, las Cortes decidieron en 1870 ofrecer la corona a la dinastía Saboya: Amadeo, el segundogénito del rey italiano Víctor Manuel II, tenía un perfil liberal, que parecía satisfacer un punto medio, entre los deseos de las diversas facciones, que habían instigado la revuelta.

Sin embargo, resultó ser todo lo contrario: logró unirlas pero solo contra él y, harto de la imposibilidad de reinar, en un país dividido, en constantes luchas por el poder, abdicó al cabo de dos años.



martes, 16 de septiembre de 2025

La muerte de Felipe IV de España, el llamado "Rey Planeta" y "Rey Pasmado"

Tal día como hoy, 17 de septiembre de 1665, fallecía en Madrid, tras 44 años de reinado, el Rey Felipe IV de España, también llamado Felipe el Grande o el "Rey Planeta’"en referencia a la extensión de sus dominios, a lo largo de cuatro continentes.

Felipe IV es conocido también, como el "Rey Pasmado",por el gesto impasible de su rostro, debido a una percepción popular, que contrastaba con su carácter real, ya que se le consideraba, una figura de gran cultura y sensibilidad, además de un rey responsable y afectado, por la pérdida de sus seres queridos. 

Este apodo, también dio nombre a una novela de Gonzalo Torrente Ballester y una posterior película, consolidando la imagen de un monarca, que vivió en un periodo de contrastes: un siglo de grandes logros artísticos, en la época del Siglo de Oro, pero también de crisis políticas y pérdidas personales. 

Felipe IV, también conocido como "el Rey Planeta", murió en Madrid el 17 de septiembre de 1665, tras 44 años de reinado. 

Su muerte marcó el fin de un reinado extenso, pero también el inicio de una etapa de declive para la Monarquía Hispánica, que dejaba un heredero, Carlos II, "el "hechizado" aún niño. 

Felipe IV falleció en su cuarto de verano, en el Alcázar de Madrid, a los 60 años.

La muerte inesperada de su padre, el Rey Felipe III, en 1621 iniciaba un periodo lleno de incertidumbres, en el que un joven Felipe, de tan solo 16 años, ascendía al trono. 

Su apodo, "Rey Planeta", se debe a la extensión de sus dominios y al poder, que se le atribuía, similar a la influencia de un planeta, sobre su órbita. 

Su reinado, que comenzó en 1621, fue uno de los más largos de la Casa de Austria en España, fue una mezcla de luces y sombras, para la monarquía hispánica. Estuvo marcado por conflictos bélicos, especialmente contra Francia y las Provincias Unidas, que contribuyeron al declive, del poderío español. En lo político, pasó más pena que gloria, 

No se puede decir lo mismo en el ámbito cultural, que vivió el periodo de mayor esplendor de las artes y las letras, periodo que pasó a la historia como el Siglo de Oro.

Esa mezcla de luces y sombras, del reinado de Felipe IV son perfectamente visibles, en su forma de gobierno. 

En un primer momento, al contrario que su padre, Felipe IV, tomó las riendas de sus Reinos y asumió, todas las responsabilidades, que implican gobernar. Sin embargo, pronto quedó patente, su escasa capacidad al mando, así como su poco interés, por los asuntos de Estado. 

Asuntos de los que se empezó a ocupar, una de las figuras más importantes de su reinado, su valido el Conde-duque de Olivares, figura que ejerció un tremendo poder de influencia, sobre Felipe IV.

Si había algo que a Felipe IV le atormentaba era su deseo sexual. El rey estaba convencido de que todos los males del imperio español, eran por su culpa, por su desenfreno amoroso.

Si su adolescencia la había dedicado a la caza y las fiestas, su juventud y el resto de su vida, el sexo fue el motor de su existencia. Su primera compañera fuera del matrimonio, fue la hija del conde de Chirel, y a partir de ahí, la lista se hizo eterna. El monarca no solo buscaba amantes en la corte, también en los burdeles.

Su intensa vida amorosa, era conocida por el pueblo y se compusieron hasta canciones, que hablaban de sus aventuras de alcoba. Su ímpetu sexual, le llevó a engendrar más de una veintena, de hijos bastardos —Juan José de Austria fue el más famoso de ellos—, cuyas madres acababan ingresando, en diferentes conventos. 

Su segundo matrimonio con Mariana de Austria —que tenía 14 años cuando se desposaron, y con quien tuvo al enfermizo Carlos II, con quien despareció la casa de los Austria en España— no logró aplacar la furia del rey, que continuó con sus infidelidades y flagelándose, por el castigo divino, que él y España recibían, por su hiperbólico libido.

Dejó un reino en declive, con un heredero menor de edad, Carlos II, que heredó una monarquía debilitada y con problemas, internos y externos.

A principios de septiembre de 1665, Felipe IV comenzó a sentirse mal, y cayó gravemente enfermo, probablemente de disentería. Aunque se menciona que sufría de problemas de salud, como dolencias reumáticas, hepáticas, renales y venéreas, no se especifica, una causa única de su muerte

Un duro golpe, del que el Rey Felipe IV no se pudo recuperar, pues la enfermedad acabó con su vida el 17 de septiembre de ese mismo año, tras 44 años de reinado. Fue enterrado, en la Cripta Real del Monasterio de El Escorial, según su voluntad. 

lunes, 15 de septiembre de 2025

El general Baldomero Espartero: el hombre que no quiso ser, Rey de España

 

Tal día como hoy, 16 de septiembre de 1840, finalizada la Primera Guerra Carlista, y el general Espartero asumía, la presidencia del Consejo de Ministros.

Hijo de un carretero de La Mancha, Espartero se hizo un nombre ascendiendo, desde lo más bajo en el Ejército español. Su carrera militar comenzó al estallar la Guerra de la Independencia, al abandonar la carrera eclesiástica y tomar las armas.

En la ciudad de Cádiz sitiada por los franceses, realizó sus primeros estudios militares. Ya acabada la Guerra de Independencia fue destinado a América, donde combatió hasta que España, perdió sus colonias en 1824.

Tras la muerte del Rey Fernando VII, se decantó por el bando liberal y apoyó la causa de Isabel II. Por ello luchó contra la reacción absolutista, en la Primera Guerra Carlista, conflicto en el que desempeñó un papel fundamental, que le llevó a ocupar el rango de jefe del Ejército del Norte y recibir el título, de conde de Luchana.

Al término de la Primera Guerra Carlista, sus ideales progresistas le hicieron enfrentarse a un nuevo enemigo, el conservadurismo de la Reina regente María Cristina de Borbón. Que le nombró presidente del Consejo de Ministros y a la que, debido a su oposición al programa liberal que había diseñado, obligó a abdicar y a hacer que las Cortes le nombraran regente.

Su modo de gobernar: autoritario, personalista y militarista, le generaron muchas enemistades al  "espadón progresista" que, en 1843, se vio obligado a exiliarse en Inglaterra, debido al pronunciamiento militar, encabezado por Narváez y Serrano.

Espartero regresó a España en 1849, para vivir retirado en Logroño.  Hasta que en 1854 un pronunciamiento militar, le lleva nuevamente a la presidencia del Gobierno, durante dos años, pero las dudas que se volvían a cernir sobre su liderazgo, se materializaron en un pronunciamiento militar, que le arrebataba de nuevo el poder.

Tras este pronunciamiento, Espartero regresó a Logroño, ciudad de la que no se movió ni participo  en la revolución de 1868,  que destronó a la Reina Isabel II

Espartero, no participó en la revolución de 1868, porque era partidario de no sustituir a los Borbones, nombrar una regencia y esperar a la mayoría de edad, del príncipe Alfonso. Ante la carencia de un sucesor inmediato, las Cortes Constituyentes de 1868, decidieron buscar candidatos, al trono de España .

Entre todas las candidaturas a rey de España, la de Baldomero Espartero, fue la más popular. Conservaba la imagen de un hombre del pueblo, defensor de la nación y la libertad, que atesoraba las grandes virtudes del patriota: honestidad, amor a la patria y sacrificio.

"Pacificador de España" en la guerra carlista, reinventada como buena su regencia del reino, entre 1840 y 1843, y era el símbolo del progresismo. Y todo a pesar, de que no quiso participar en la revolución de 1868, y de la que rechazó el acta de diputado, en 1869.

A pesar de esto, sus partidarios, peregrinaban hasta su retiro en Logroño, presentaban peticiones en Cortes, y organizaban manifestaciones. Los republicanos dijeron, que era la mejor opción por su pasado liberal, su avanzada edad y carencia de descendencia, ya que aseguraban un reinado corto, que podría dar paso a la República.

Así, el 13 de mayo de 1870, el general Prim redactó una carta, para que una comisión nombrada al efecto, fuera oficialmente a pedir a Espartero, que aceptara la corona. Dos días después, Espartero recibía a los emisarios y rechazaba la oferta, con el buen tono que le caracterizaba, no por su salud y edad, como se dijo, sino por su actitud crítica, con la revolución.

Amadeo de Saboya, ya en España tras ser elegido rey, fue a visitarle a Logroño. Allí le hizo Príncipe de Vergara, en reconocimiento a la importancia, que los liberales daban al personaje. Espartero se excusó, por no haber ido a Madrid a felicitarle, y le reiteró su acatamiento, como hizo luego en 1873, cuando se proclamó la República.

Espartero murió el 8 de enero de 1879, sin descendencia, tiempo después de que lo hiciera su mujer, Jacinta. 


domingo, 14 de septiembre de 2025

Los orígenes del reino de Castilla

Tal día como hoy, 15 de septiembre del año 800, se mencionaba por primera vez la palabra Castilla, en el ya desaparecido monasterio, de San Emeterio de Taranco de Mena (Burgos).

El Reino de Castilla surgió en la Edad Media, a partir del Condado de Castilla, que inicialmente fue un territorio vasallo del Reino de León. El condado de Castilla se establece como una marca fronteriza, dentro del Reino de León, con el objetivo de proteger la zona, de las incursiones musulmanas.
 
Este condado, se consolidó como entidad política autónoma y, eventualmente, alcanzó la categoría de reino, en el siglo XI, extendiéndose mediante conquistas, hacia el sur de la península ibérica

El nombre de Castilla, se recogió por primera vez en un documento notarial, por el cual el abad Vitulo, donaba unos terrenos. Documento que decía lo siguiente: “Bardulia, quae nunc vocatur Castella” (Bardulia, que desde ahora llamaremos Castilla).

Un nuevo nombre, el de Castilla, que se le otorgó a un territorio de la península ibérica, que se caracterizaba por la abundancia de este tipo de construcciones: los castillos.

Los primeros condes de Castilla, como Rodrigo y Diego Rodríguez Porcelos, fueron nombrados por los reyes de León y se encargaron, de la defensa y administración de la región, así como de su repoblación.

A través de la construcción de castillos y la resistencia, a las incursiones musulmanas, el condado de Castilla fue consolidando, su identidad y autonomía.

Años más tarde, se consolidó como entidad política autónoma, pasando a reconocerse el condado de Castilla, aunque este permaneció como condado vasallo del Reino de León, hasta que en el año 960, cuando el conde Fernán González, consiguió independizarse del Reino de León y convirtiendo a Castilla, en un condado hereditario, a espaldas de los reyes de León.

En el año 1028, Sancho III "El Mayor" de Pamplona, adquirió el condado de Castilla tras la muerte de su cuñado, el conde García Sanchez. El cual  dejó en herencia en el año 1035 a su hijo Fernando I.

Fernando I, fue capaz de juntar nuevamente a Castilla con el Reino de León, en el año 1037 pero a su muerte, al igual que había hecho su padre, dividió su Reino entre sus hijos.

A García, le otorgó el Reino de Galicia, a Elvira la villa Toro, a Urraca la ciudad de Zamora, a su hijo Alfonso, el Reino de León y a su primogénito, Sancho, Castilla. Condado que bajo su figura, se convirtió en el Reino de Castilla.

A partir de su constitución como reino, Castilla lideró la expansión hacia el sur de la península ibérica, conquistando territorios a los musulmanes, y extendiendo su dominio.

Castilla mantendría la condición de Reino, hasta que en el año 1230 Fernando III el Santo, Rey de Castilla, heredaba de su padre Alfonso IX, el Reino de León.

De esta forma se creaba la Corona de Castilla, que se mantuvo, a pesar de que en 1516 la Corona de Castilla se une con la Corona de Aragón, gracias al Rey Carlos I, hasta el año 1715, en el que el Rey Felipe V emitió los Decretos de Nueva Planta, para cambiar la organización territorial de los Reinos Hispánicos y conseguir, la unificación política y jurídica de todos sus dominios.



sábado, 13 de septiembre de 2025

El día que nació Quevedo, uno de los más prolíficos escritores españoles

 

Tal día como hoy, 14 de septiembre de 1580, nacía en Madrid uno de los más prolíficos escritores de la historia de España, Francisco de Quevedo y Villegas.

Francisco de Quevedo, fue un escritor español del Siglo de Oro, conocido por su poesía satírica y su habilidad, con el lenguaje.

Además de su prolífica obra literaria, Quevedo también fue una figura pública, involucrado en la política y la nobleza. Su vida fue turbulenta, marcada por rivalidades literarias, como la que mantuvo con el poeta Luis de Góngora, a quién consideraba su rival y por los periodos de exilio y prisión.  

A pesar de sus dificultades personales, su legado literario perdura, como uno de los más importantes, de la literatura española

Francisco de Quevedo nació, en el seno de una familia perteneciente a la nobleza, que se encontraba muy bien posicionada. Tanto su padre como su madre, trabajaban en la corte. Motivo por el cual, Quevedo estuvo relacionado desde muy pequeño, con las altas esferas.

Se cree, que sus primeros años de infancia, los pasó en soledad debido a su cojera y a su miopía. La cosa debió cambiar, al estudiar en el colegio imperial de los Jesuitas y, posteriormente, en las Universidades de Alcalá de Henares y de Valladolid, una ciudad esta última, en la que adquirió su fama de gran poeta y comenzó su famosa rivalidad con Góngora.

En 1616, tuvo el honor de ser nombrado caballero de la Orden de Santiago, pero al poco tiempo cayó en desgracia, tras ser acusado de participar, en la conjura de Venecia. En 1629 fue desterrado a Torre de Juan Abad, (Ciudad Real) y un año más tarde, encarcelado en Uclés.

Tiempo después, fue liberado y formó parte del círculo cercano, del conde-duque de Olivares, valido del Rey Felipe IV. Una etapa en la que volvió a pasar por el destierro.

En 1639, la sospecha de la traición volvía a caer sobre Quevedo. El motivo fue, la interceptación de una misiva, en la que hablaba de una conspiración con Francia. Por ello, fue inmediatamente encarcelado, en San Marcos de León, donde permaneció en una minúscula celda, hasta 1643.

Con la salud mermada, por las duras condiciones del encierro, Quevedo se retiró a la provincia de Ciudad Real, para afrontar sus últimos años de vida. Murió finalmente el 8 de septiembre de 1645, en Villanueva de los Infantes.

Francisco de Quevedo, conocido por su ingenio y sátira, protagonizó varias anécdotas memorables. Entre ellas destacan sus duelos verbales, como cuando llamó "coja" a la reina de España, de forma ingeniosa, y su enfrentamiento con Luis de Góngora, al que atacó en versos satíricos. 

De la rivalidad con Góngora nos quedó su famoso soneto titulado: "A una nariz" en donde se burlaba del tamaño, del apéndice nasal de Gongora,

Érase un hombre a una nariz pegado,         
érase una nariz superlativa,         
érase una nariz sayón y escriba,         
érase un peje espada muy barbado;         

Era un reloj de sol mal encarado,          
érase una alquitara pensativa,         
érase un elefante boca arriba,         
era Ovidio Nasón más narizado.         

Érase un espolón de una galera,         
érase una pirámide de Egipto,           
las doce tribus de narices era;         

Erase un naricísimo infinito,         
muchísimo nariz, nariz tan fiera         
que en la cara de Anás fuera delito.     

Entre sus famosas anécdotas, se encuentra la que le sucedió al encontrarse con una mujer en un balcón. La mujer, al ver al escritor, comenzó a insinuarsele, hasta que llegó a un punto, en el que Quevedo, subió al balcón gracias a una polea, que allí había.

Lo que ignoraba, es que a la mujer le acompañaban unos amigos, que eran quienes tiraban de la polea y que todo era una broma. Cuando recorrió la mitad del tramo,que iba desde la calle al balcón, dejaron al escritor colgado, mientras los amigos de la mujer, se burlaban de él.

Esta situación, causó gran expectación entre los viandantes, lo que alertó a la guardia nocturna. Cuando llegaron a instaurar el orden preguntaron:

¿Quién vive?  y este respondió : "Soy Quevedo, que ni sube, ni baja, ni está quedo"

Se cuenta que, en una conversación con amigos, Quevedo retó a alguien a que le dijera "coja" a la reina, Isabel de Borbón, la cual padecía este defecto. Sabiendo que era un tema delicado ninguno se atrevió a hacerlo. 

Quevedo, con su natural ingenio, se ofreció a hacerlo y, para evitar represalias, le llevó a la reina un clavel y una rosa, para que eligiera, la que mas le gustase, diciéndole: "Entre el clavel y la rosa, Su Majestad es-coja"

Un día paseando por el Real Alcázar, el rey le retó a improvisar un verso. Quevedo respondió: "Dadme pie",  el rey, bromeando, mostró su pie a Quevedo, que con su rapidez mental y habilidad para el juego de palabras dijo. "Parecerme gran señor, que estando en esta postura, yo parezco el herrador y vos la cabalgadura".

En una cena, al recibir una bofetada por mancharse con salsa, Quevedo respondió, golpeando al comensal de al lado, quien resultó ser el rey. En lugar de disculparse, con su habitual ingenio, exclamó: "¡Que siga la rueda!". 

Cuenta otra anécdota, que cierto día, el rey Felipe IV y Quevedo subían por una escalera del alcázar y el poeta, que iba delante, se agachó para atarse un zapato. 

Cuando Felipe pasó junto a él, le propinó una traviesa palmada en el trasero, que provocó que Quevedo se doblara hacia delante y no pudiera evitar, una ruidosa ventosidad. 

Felipe, le afeó el gesto y a Quevedo solo se le ocurrió responder: “No hay puerta a que llame Vuestra Majestad, que no se abra”.

La última anécdota con los Monarcas, que voy a relatar es aquella en que, por algún tipo de agravio que se desconoce, tal vez alguna impertinencia, mal recibida por el Rey, este desterró a Quevedo fuera de España diciéndole:

“Quevedo, me tenéis harto, os destierro; No volváis a pisar tierra española hasta que se os levante la pena” El poeta se fue a Portugal y allí cargó, con dos testigos, un carro con tierra portuguesa, y volvió a Madrid.

Al llegar a palacio, y sin descender del carro, solicitó que el Monarca saliese a una ventana, para rogarle el perdón. El Rey, indignado le soltó una reprimenda diciéndole:

“Pero como os atrevéis Quevedo a presentaros ante mí, cuando tenéis prohibido pisar tierra española” A lo que el poeta contestó:

“Señor no os parezca mal
Que venga a pedir perdón
Y os lo haga en el balcón.
Y en tierra de Portugal”


Afirmó señalando la tierra, que había en el carro Al parecer la chanza hizo gracia al Rey, que levantó el castigo.

Estas anécdotas reflejan la personalidad de Quevedo: ingenioso, satírico, valiente y con un profundo, conocimiento de las letras. 

viernes, 12 de septiembre de 2025

El golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera, apoyado por el Rey Alfonso XIII

 

Tal día como hoy, 13 de septiembre de 1923, el Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, se sublevaba contra el Gobierno liberal de Manuel García Prieto, al dar en la ciudad de Barcelona un golpe de Estado que, dos días después, triunfaría con el apoyo del Rey Alfonso XIII.

El 13 de septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera, lideró un golpe de Estado en España, estableciendo una dictadura militar, que duró hasta 1930. Este golpe fue el resultado de una combinación de factores, incluyendo la crisis política y social del momento, el descontento, con el sistema de turnismo político y el desastre militar, en la Guerra de Marruecos.

Muchos fueron los motivos, que impulsaron el golpe de Estado de Primo de Rivera. El descontento del ejército tras el desastre de Annual, la política claudicante del Gobierno, en el Protectorado español de Marruecos, el auge de los nacionalismos periféricos, así como la difícil situación, que atravesaba el país.

Es por esto que, en la madrugada del 13 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera,proclamaba en Barcelona el estado de guerra. Lo hacía a las dos de la madrugada ante la prensa catalana, a la cual entregó un manifiesto, en el que justificaba la rebelión y anunciaba, la formación de un Directorio Inspector Militar, que tomaría el poder con el beneplácito del Rey Alfonso XIII que, en aquel momento, se encontraba en San Sebastián.

En un principio, no parecía que fuese a suceder pero finalmente así fue, aunque para ello Miguel Primo de Rivera ,tuvo que esperar dos días. Con el triunfo del golpe militar, los sublevados, suspendieron las garantías constitucionales al abolir la Constitución de 1876, y disolvieron las Cortes, sin apenas resistencia, y, ante la indiferencia popular.

De esta forma, comenzaba en España, un nuevo periodo, una dictadura militar liderada por Miguel Primo de Rivera que, respaldada por el Rey Alfonso XIII, duraría hasta enero de 1930, momento en el que Miguel Primo de Rivera, presentaba su dimisión ante el Rey Alfonso XIII, tras fracasar en su intento, por reforzar su posición ante la Corona. Dimisión que fue aceptada, por el monarca español en el acto.

El apoyo del Rey Alfonso XIII, a la dictadura de Primo de Rivera y posteriormente a su sustituto, el general Dámaso Berenguer, desprestigió enormemente a la Corona española, que cayó, el 14 de abril de 1931, con la proclamación de la Segunda República Española.

jueves, 11 de septiembre de 2025

La conquista de Gibraltar por las tropas del Rey Fernando IV de Castilla

Tal día como hoy, 12 de septiembre de 1309, las tropas del Rey Fernando IV de Castilla, comandadas por Guzmán "el Bueno", conquistaban Gibraltar a los musulmanes.

La conquista de Gibraltar, por las tropas de Fernando IV de Castilla ocurrió en 1309, como parte de una campaña militar más amplia, contra el Reino de Granada.

Las operaciones militares, fueron precedidas por negociaciones diplomáticas, con Jaime II de Aragón, y aunque supusieron un gran esfuerzo económico para ambas coronas, la nobleza castellana, dificultó la consecución de todos los objetivos inicialmente planteados.

Los antecedentes de la conquista de Gibraltar, tienen su origen en diciembre de 1308 cuando el Rey Fernando IV de CastilLa y los embajadores aragoneses, Bernaldo de Sarriá y Gonzalo García, firmaron el tratado de Alcalá de Henares.

En este pacto, ambos reinos acordaban iniciar una guerra, contra el Reino de Granada y se comprometían a no firmar una paz por separado, con el sultán granadino. Los dos monarcas, tenían que aportar las mismas fuerzas y el Rey Fernando IV de Castilla, también se comprometía a ceder una sexta, parte del Reino de Granada a Aragón.

Como adelanto de dicho acuerdo, Fernando IV le concedió al Rey Jaime II de Aragón el Reino de Almería en su totalidad, excepto las plazas de Bedmar, Locubín, Alcaudete, Quesada y Arenas, que habían formado parte, del Reino de Castilla y León en el pasado.

Tras la firma del tratado de Alcalá de Henares, los reyes de Castilla y Aragón enviaron embajadores a la corte de Aviñón, con el propósito de solicitar al Papa Clemente V, que la guerra que iban a iniciar contra el Reino de Granada, tuviese condición de cruzada. Solicitud, a la que el Papa Clemente V accedió, el 24 de abril de 1309.

Con la bendición de Roma, el 27 de julio de 1309, las tropas de Fernando IV de Castilla, comenzaron el asedio de Algeciras. Por su parte, el ejército aragonés, inició sus hostilidades contra los musulmanes, a mediados de agosto.

Una vez comenzado el asedio de Algeciras, el Rey Fernando IV de Castilla envió a parte de sus tropas a sitiar Gibraltar, bajo el mando de Guzmán "el Bueno". No se sabe con exactitud cuando comenzó el sitio, sí se sabe cuando cayó la ciudad, el 12 de septiembre de 1309.

En conjunto, la campaña del año 1309, resultó más provechosa para las armas del reino de Castilla, que para las de Aragón, ya que Fernando IV, pudo incorporar Gibraltar a sus dominios. 


miércoles, 10 de septiembre de 2025

La caída de Barcelona en 1714, durante la Guerra de Sucesión Española

Tal día como hoy, 11 de septiembre de 1714, en el marco de la Guerra de Sucesión Española, la ciudad de Barcelona caía ante las tropas de Felipe V, tras casi un año de asedio

La caída de Barcelona, supuso el fin de la Guerra de Sucesión tras 14 años de enfrentamientos. También la consolidación de Felipe V, como Rey de España

La resistencia catalana, leal al Archiduque Carlos, defendió la ciudad hasta el final, pero el asalto del mariscal Berwick, culminó con la capitulación de Barcelona, lo que llevó a la imposición del Decreto de Nueva Planta y la supresión, de las instituciones catalanas.

El origen del conflicto, tiene lugar a principios del S. XVIII, cuando el Rey Carlos II  "el hechizado", muere sin descendencia. En su testamento Felipe V, nieto de Luis XIV de Francia y bisnieto de Felipe IV, fue nombrado su sucesor.

La cesión del trono español a Felipe V, generó una fuerte controversia, entre las grandes potencias europeas. El Sacro Imperio Romano Germánico, Inglaterra, las Provincias Unidas de los Países Bajos, el Ducado de Saboya y Portugal, conformaron la Gran Alianza de La Haya, un bloque antiborbónico que, ante el miedo de una alianza entre España y Francia, pretendieron imponer a un candidato alternativo a Felipe de Anjou, el archiduque Carlos de Austria.

Con la intención de evitar, que la casa de Borbón rompiese el equilibrio entre las potencias europeas, dio comienzo en el año 1701, un conflicto bélico internacional, por la sucesión de la monarquía hispánica.

El 11 de septiembre de 1714, el mismo día que Barcelona capituló, el Conseller en Cap de Barcelona, Rafael Casanova,  publicó un bando, ordenando a los ciudadanos de Barcelona, que acudieran a los lugares designados, para defender la ciudad, contra las tropas borbónicas francesas, con el lema de :"derramar gloriosamente su sangre y su vida por su Rey, por su honor, por la Patria y por la libertad de toda España"

Tras vencer las tropas borbónicas, batallas decisivas como las de Almansa, Brihuega o Villaviciosa y producirse la muerte, del  Emperador del Sacro Imperio Romano, José I de Habsburgo, se firma en 1713 el tratado de Utrecht. Pacto que pondría fin a la guerra, entre la Gran Alianza de la Haya y las tropas borbónicas. 

De esta forma, la Guerra de Sucesión Española dejaba de ser un conflicto internacional. No obstante, los combates continuaron en la península, especialmente en Cataluña.

El sitio de Barcelona, fue una de las últimas operaciones militares, de la Guerra de Sucesión. Las tropas borbónicas contaban con un total de 40.000 hombres que, tras un año de asedio, lograron la rendición de la ciudad, que, unida a la capitulación de Mallorca, puso punto y final a la Guerra de Sucesión Española.

Desde el año 1980, en recuerdo a los barceloneses caídos, durante el sitio de Barcelona, se celebra en Cataluña "la Diada Nacional de Cataluña".

El día que murió el gran caudillo musulmán Almanzor "el Victorioso"

Tal día como hoy, 11 de agosto del 1002, fallecía en la localidad soriana de Medinaceli, el gran caudillo musulmán, Abu Amir Mahammad Ibn Abi Amir al-Mansur, más conocido como Almanzor, tras caer gravemente enfermo.

Almanzor, cuyo nombre completo era Abu Amir Muhammad ibn Abi Amir, fue un importante caudillo militar y político andalusí, conocido por su sobrenombre "al-Mansur" (المنصور), que significa "el Victorioso".

Nacido en Algeciras, en el año 938 y fallecido en 1002, Almanzor destacó por su habilidad estratégica y sus campañas militares exitosas, contra los reinos cristianos de la península ibérica

Almanzor era el símbolo de la ambición y la lucha por el poder,  durante los últimos años del Califato de Córdoba. Su muerte tiene lugar, durante el regreso de una expedición militar, dirigida contra la localidad riojana, de San Millán de la Cogolla.

Esa fue la última, de sus 56 campañas militares en tierras cristianas, en las que nunca conoció la derrota. Es por esta razón que pasó a la historia, con el sobrenombre de Almanzor, al-Mansur en árabe, palabra que significa el victorioso.

Uno de sus ataques más conocidos, fue el saqueo de la ciudad de Santiago de Compostela, durante el verano del año 997. Almanzor quemó todos los templos y redujo la ciudad a cenizas. 

Tan solo respetó la tumba del apóstol Santiago, no hizo lo mismo con la catedral. Edificio del que incluso se llevó sus campanas, para que sirvieran como lamparas, en la Mezquita de Córdoba.

Según la leyenda, las campanas de la catedral de Santiago de Compostela fueron trasladadas a Córdoba,  a hombros de cientos de prisioneros cristianos para ser utilizarlas como lámparas de la mezquita de Córdoba. 

De igual forma fueron trasladadas a su lugar originario, por prisioneros musulmanes, hasta la catedral de Santiago de Compostela, dos siglos y medio después, tras la caída de Córdoba, a manos de Fernando III "El Santo".

La muerte de Almanzor, está considerada como el principio del fin, del califato omeya de Córdoba. Tras su desaparición, ninguno de sus sucesores, políticos y militares, fue capaz de mantener su legado.

Aunque inicialmente, le sucedió como chambelán su hijo predilecto, Abd al-Málik al-Muzáffar, continuando con la política y las campañas, de su padre y siguiendo el califa Hisham II recluido, en la ciudad palatina de Medina Azahara, no supo estar a la altura de su predecesor. 

Con su muerte en 1008, le sucedió su hermanastro Abderramán, conocido como Sanchuelo, hijo de Almanzor y de la princesa navarra cautiva Urraca. 

Sanchuelo intentó, fallidamente,convertirse en califa, pero un gran levantamiento popular en Córdoba en 1009, acabó con su vida y con la dictadura de los amiríes.

Así comenzó un largo período de guerra civil, la Gran Fitna de Al-Ándalus , de 1009 a 1031. Durante estos años, se irían sucediendo una serie de débiles califas, a medida que el estado colapsaba, y la grandeza y esplendor, de Córdoba desaparecía.

La España musulmana, entró así en un nuevo período en la Reconquista, una etapa de desintegración, en pequeños estados independientes, lo que posteriormente sería conocido como "el período de los reinos de taifas".


martes, 9 de septiembre de 2025

La conquista de Mallorca, por el Rey Jaime I de Aragón "el Conquistador"

Tal día como hoy, 10 de septiembre de 1229, las tropas de Jaime I de Aragón desembarcaban en la costa de Mallorca, para iniciar la conquista de la isla.

La conquista de Mallorca por Jaime I de Aragón, se desarrolló entre 1229 y 1232. Tras un desembarco inicial en Santa Ponça, las tropas aragonesas enfrentaron resistencia musulmana, especialmente en la ciudad de Madîna Mayûrqa, (actual Palma) y la sierra de Tramontana.

El desembarco tuvo lugar durante la medianoche, en la actual localidad de Santa Ponsa, aunque este no era el plan inicial. Las tropas aragonesas, habían pactado el desembarco con un cacique local en la bahía de Pollensa, sin embargo, los fuertes vientos, obligaron al ejército de Jaime I de Aragón, a cambiar de planes y desviarse, hacia la parte sur de la isla.

La ciudad de Mallorca, llamada Madîna Mayûrga por los musulmanes, fue conquistada a los pocos meses, en diciembre de 1229, pero la resistencia musulmana, aguantó al ejército aragonés en la sierra de Tramontana, hasta junio de 1232.

La conquista fue un auténtico baño de sangre. Las tropas de Jaime I, no dejaron con vida a muchos árabes, por el miedo a que estos se amotinasen, y recibiesen ayuda procedente de África.

Finalmente, la ciudad cayó en diciembre de 1229, pero la resistencia en las montañas se prolongó hasta 1232

Los pocos que sobrevivieron, pasaron a ser esclavos, la mayoría vendidos en mercados continentales, otros se quedaron en la isla para servir, en las tareas de reconstrucción.

Tras la conquista, Jaime I repartió la isla entre los nobles que le ayudaron en la campaña, y creó el Reino de Mallorca, el cual pasó a ser independiente de la Corona de Aragón,  hasta que en el año 1344, el Rey Pedro IV "el Ceremonioso", anexionó Mallorca, al Reino de Aragón.

La inexistencia de descendientes varones De Pedro IV, de sus dos primeros matrimonios llevó a Pedro, a declarar heredera a su hija Constanza, rompiendo la costumbre sucesoria, de la Corona de Aragón y contrariando los derechos, del hermano del rey; aquello desencadenó,  la rebelión de la nobleza en Aragón y en Valencia.

Pedro IV, tuvo que hacer concesiones a los nobles rebeldes, en las Cortes de Zaragoza en 1347 y Valencia en 1348, pero luego se apoyó en la fuerza militar y el apoyo de la Corona de Aragón, para vencer a la rebelión, que culminó en la batalla de Épila en 1348.

Tras derrotar a la nobleza rebelde, Pedro IV convocó a las Cortes aragonesas en el convento de los predicadores de Zaragoza, y allí derogó públicamente aquellos privilegios. 

Se cuenta, que al rasgar el documento con sus propias manos, para después lanzarlo al fuego, el rey se cortó con su propio puñal y dijo la siguiente frase: "justo es que privilegio que tanta sangre ha costado, con sangre real acabe"

La guerra había terminado, y la monarquía salía por un tiempo reforzada, de esa sempiterna lucha por el poder, con la nobleza.

lunes, 8 de septiembre de 2025

La muerte de Blas de Lezo, tras la defensa de Cartagena de Indias

Tal día como hoy, 7 de septiembre de 1741, fallecía en Cartagena de Indias el héroe y almirante, de la Marina española, Blas de Lezo.

Fue conocido por su extremado valor, su gran inteligencia militar y sus numerosos "trofeos de guerra": un ojo tuerto, un brazo inmovilizado y una pierna amputada,heridas todas ellas sufridas en combate.

Su bautismo de fuego tuvo lugar el 24 de agosto de 1704 en la batalla naval de Vélez-Málaga, el enfrentamiento marítimo más importante, de la Guerra de Sucesión Española. Fue en esta contienda, donde una bala de cañón destrozó su pierna izquierda, que tuvo que ser amputada.

Debido al valor mostrado en combate, fue ascendido a alférez de bajel de alto bordo, por el Rey Luis XIV. También recibió el honor, de servir en la Corte del Rey Felipe V como asistente de cámara, pero Blas de Lezo, quien llevaba el mar en sus venas, rechazó la oferta y una vez recuperado, reanudó su servicio en la Marina española.

Sus hazañas en la marina española son incontables pero ninguna se puede comparar con la defensa de Cartagena de Indias, su última contienda,  en la que logró resistir durante 69 días, al mando de 3.000 soldados españoles, 600 indios flecheros y seis navíos de guerra, a 195 navíos ingleses, 25.000 británicos reforzados por soldados ingleses de las colonias americanas, dirigidos por el almirante inglés, Edward Vernon.

Contra todo pronóstico, los ingleses finalmente se retiran al no poder superar, el muro español. Lo hacen de forma lenta y sin dejar de disparar sus cañones, hasta que el 20 de mayo la ciudad de Cartagena de Indias, observaba cómo en la inmensidad del océano, desaparecía la última nave de la flota inglesa.

Mientras tanto, en Gran Bretaña se estuvo celebrando la "victoria", sin conocerse aún el desastroso final. Se acuñaron, hasta once tipos diferentes de medallas y monedas conmemorativas, todas por artesanos, al margen del gobierno, ensalzando la toma de Cartagena, por parte de las fuerzas inglesas.​

Una de ellas mostraba a Lezo, arrodillado ante Vernon, entregándole su espada y con la inscripción "El orgullo de España humillado por Vernon". Estas monedas llegaron a circular por España, para la burla de los españoles.

En conjunto, la guerra reportó escasos éxitos y muchos problemas a Gran Bretaña, ya que al fracaso de Cartagena de Indias, se sumaron varias derrotas cuando los británicos trataron de tomar San Agustín (Florida), La Guaira y Puerto Cabello (Venezuela), Santiago de Cuba​ y La Habana.

No obstante, el contraataque español en la batalla de Bloody Marsh, en Georgia, pudo ser repelido y por ello los combates finalizaron, sin cambios fronterizos en América. Por su parte, España consiguió mantener sus territorios y prolongar su supremacía militar en América, durante cerca de un siglo más

Blas de Lezo, había aguantado el ataque, pero durante la batalla una bala de cañón colisionó contra el Galicia, navío en el que se encontraban reunidos los mandos españoles, entre ellos Blas de Lezo.

La bala de cañón, impactó en la mesa sobre la cual, discutían las estrategias de defensa. Las astillas de la mesa, hirieron en el muslo y en una mano a Blas de Lezo, que moriría tiempo después, el 7 de septiembre de 1741, como consecuencia de la infección de estas heridas.

Blas de Lezo fue honrado, por su participación en el asedio de Cartagena de Indias, ya que una plaza y una avenida de la ciudad de Cartagena, llevan su nombre. 

Actualmente en España, como ya viene siendo triste tradición, casi nadie sabe quien era Blas de Lezo


La rendición de la Taifa de Sevilla ante el Imperio almorávide

Tal día como hoy, 9 de septiembre de 1091, los almorávides lograban que el sultán de la Taifa de Sevilla al-Mutamid, se entregase y rindiese sin condiciones, tras meses de sitio a la ciudad de Sevilla.

La Taifa de Sevilla se rindió al Imperio almorávide en 1091, tras la llegada de las tropas de Yusuf ibn Tashfin y la petición de ayuda de los reyes taifas, ante el avance cristiano, especialmente, tras la toma de Toledo por Alfonso VI.

El sultán al-Mutamid de Sevilla, junto con los emires de Badajoz y Granada, solicitaron la intervención almorávide, para hacer frente a la amenaza cristiana. La rendición de Sevilla, marcó el fin de la taifa y su incorporación, al imperio almorávide

A inicios del S. XI, el califato omeya de Córdoba, estaba llegando a su fin. Tras su abolición, la Península Ibérica musulmana,, quedó repartida en diversos núcleos de poder, que serían conocidos como los Reinos de Taifas.

Cada Taifa hacía frente, como podía, a los reinos cristianos, pero también a las otras Taifas. Así fue hasta que, amenazados por el Reino de León, tras la conquista de Toledo a manos de Alfonso VI "el Bravo", las Taifas de Badajoz y Sevilla, pidieron auxilio a los almorávides, soldados-monjes nómadas, de las regiones del Sáhara.

Los almorávides, desembarcaron en Algeciras el 30 de julio de 1086, tropas que; con la ayuda de las Taifas de Sevilla, Badajoz, Granada, Almería y Málaga; derrotaron a los Reinos de León y Aragón, en la batalla de Sagrajas. Sin embargo, el emir almorávide Yúsuf Ibn Tasufín, fue requerido en África y, por ello, regresó a su reino.

La ausencia almorávide, hizo que los Reinos de Taifas volviesen a pelear entre si y conceder, nuevamente, la iniciativa a los reinos cristianos. Ante esta situación, al-Mutamid, se dirigió en persona a Marrakech, para solicitar ayuda a Yúsuf Ibn Tasufín.

Los almorávides regresaron a la Península Ibérica, en el 1088, aunque en esta ocasión no solo se enfrentaron a los cristianos, también a todos y cada uno de los Reinos de Taifas, incluido al-Mutamid, el sultán que había pedido su favor, que se entregó y rindió sin condiciones,tras meses de sitio a la ciudad de Sevilla. Tras ello, fue desterrado a África, donde murió en el año 1095.

Los almorávides, lograron conquistar el resto de Taifas, unificando así los territorios musulmanes de la Península Ibérica, en el Imperio almorávide.

El problema fue, que los impuestos desmedidos y la relajación en la praxis religiosa, hicieron que los gobernadores de Al-Ándalus, comenzasen a rebelarse contra el poder almorávide, en favor de los almohades, un pueblo bereber originario del Norte de África, caracterizados, por una interpretación del Corán, mucho más drástica y rigurosa.

domingo, 7 de septiembre de 2025

El desembarco de Alhucemas, el primer desembarco anfibio de la historia

Tal día como hoy, 8 de septiembre de 1925: El Ejército español lleva a cabo el Desembarco de Alhucemas, el primer desembarco anfibio de la historia, que involucró el uso de tanques y apoyo aéreo, que pone fin a la Guerra de la Independencia del Rif.

En septiembre de 1925, tuvo lugar el desembarco de Alhucemas, realizado por fuerzas del Ejército y la Armada española, junto con un contingente aliado francés, para luchar contra los rebeldes rifeños, mandados por Abd el Krim, que, entre otras cosas, habían sido los causantes, del desastre de Annual de 1921.

Fue la primera vez en la historia, en que operaron de forma simultánea y coordinada, fuerzas de tierra, navales y aéreas de dos países, España y Francia, bajo un solo mando unificado: el general Primo de Rivera, mientras el general José Sanjurjo, ostentaba el mando de las fuerzas desembarcadas.

Un ataque, que no solo puso fin a la Guerra de la Independencia del Rif, sino que años después, durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió de inspiración a los aliados para planear el desembarco de Normandía.

Dos años después, del golpe militar de Miguel Primo de Rivera. Cuyo ascenso al poder se produjo, con el propósito de llevar a cabo una completa, regeneración política en el país, así como reenfocar con firmeza, la situación en Marruecos ,tras el Desastre de Annual.

Para ello, y con la excusa del ataque de Abd El-Krim,a la zona francesa del sultanato alauí, Miguel Primo de Rivera trazó, con ayuda de los franceses,dirigidos por el general Phillipe Pétain, un plan que consistía en un desembarco sin precedentes, en la bahía de Alhucemas.

Así, un contingente conformado por 13.000 soldados, agrupados en dos brigadas y varios tanques, desembarcó sobre las doce de la mañana, en las playas de la Cebadilla y de Ixdain en numerosas barcazas, con el apoyo de medio centenar, de buques de guerra y unos 150 aviones de combate.

En aquellas playas minadas, les esperaban a los españoles unos 9.000 rifeños bien guarnecidos, con ametralladoras y cañones, con los que resistieron durante horas, hasta que los españoles lograron hacerse con las playas y neutralizar, las posiciones enemigas. Una vez aseguradas, los españoles completaron el desembarco logístico.

Durante los siguientes dos días, las tropas franco-españolas, hicieron frente a diversas ofensivas rifeñas que trataron de evitar, a la desesperada, recuperar las posiciones perdidas ,tras el desembarco, pero las embestidas del enemigo, no cumplieron su cometido.

El 30 de septiembre de 1925, 22 días después del desembarco de Alhucemas, los españoles comenzaron su ofensiva, hacia el interior de Marruecos, movimiento que culminó con la derrota de Abd El-Krim, y la pacificación del Protectorado.

El éxito logrado en el desembarco de Alhucemas, aumentó la popularidad de Miguel Primo de Rivera, y también sirvió, casi 20 años después, como fuente de inspiración para el ejército aliado, a la hora de diseñar el movimiento que cambió para siempre, la Segunda Guerra Mundial, el desembarco de Normandía. 


sábado, 6 de septiembre de 2025

Beatriz de la Cueva, la primera mujer gobernadora de Guatemala

Tal día como hoy, 8 de septiembre de 1541: En la localidad de Santiago de los Caballeros, Beatriz de la Cueva, la viuda del conquistador español Pedro de Alvarado, jura su cargo como gobernadora del Reino de Guatemala. Dos días después, fallecía después de que un terremoto, derrumbase la capilla en la que rezaba.

Cuando  Beatriz de la Cueva, dama noble de España, arribó a las hermosas tierras americanas, quedó hipnotizada por la belleza de Santiago de los Caballeros. Una ciudad de la gobernación de Guatemala, situada a los pies del imponente volcán de Agua. Cuando Beatriz observó toda aquella magnificencia, no podía imaginar que terminaría siendo, el principio del fin de su existencia.

Beatriz de la Cueva, había llegado a la Gobernación de Guatemala, como la esposa del gobernador Pedro de Alvarado. Era hija de Luis de la Cueva y había nacido alrededor del año 1505. Tenía siete hermanos y seis hermanas y todos ello, crecieron en la hermosa casona de la familia, en la localidad de Úbeda.

Todos los hijos de Luis de la Cueva y su esposa, María Manrique de Benavides, recibieron una esmerada educación, y aprendieron ciencias, letras y  desarrollaron talentos artísticos, como era habitual en la época. Beatriz, aprendió a cantar y a tocar instrumentos como el laúd. Además de recibir, una educación piadosa.

En 1528, Pedro de Alvarado se casaba con Francisca de la Cueva, hermana de Beatriz. El recién nombrado gobernador y adelantado de Guatemala, inició junto a su esposa un largo viaje, a través del océano. Pero Francisca de la Cueva, no llegó a pisar tierras americanas.

Tras una travesía infernal, en la que la peste se declaró en la nao en la que viajaban Pedro y su esposa, ésta falleció. 

Pedro de Alvarado, pasó años en Guatemala. Cuando en 1537 regresó a España, para terminar de negociar las condiciones de su expedición,  en busca de especias hacia lugares ignotos del planeta, pasó por Úbeda y allí se reencontró de nuevo con Beatriz, su cuñada, y decidieron contraer matrimonio, tras conseguir una dispensa papal por ser cuñados.

Se casaron, el 17 de octubre de 1538 y Beatriz emprendió, el mismo viaje que su hermana realizara una década antes. Por suerte, la nueva esposa de Alvarado, sí arribó a las hermosas tierras que atraparon, el corazón de la dama.

Pedro de Alvarado y Beatriz de la Cueva, iniciaron una breve pero intensa vida conyugal, en la que no solo hubo amor y sexo, también respeto. Pedro admiró y ensalzó, la inteligencia de su esposa, a la que pidió consejo para dilucidar cuestiones de gobierno. Beatriz participó activamente, en la política de la zona con determinación.

El año de 1540, marcó el inicio de las desdichas de Beatriz de la Cueva, cuando se despidió de su esposo, quien partió, a una expedición hacia el Pacífico. Nunca más lo vería con vida.

Pedro de Alvarado, falleció en una contienda con los chichimecas, dejando a su esposa como gobernadora de Guatemala, cargo ratificado por el Cabildo guatemalteco. En el verano de 1541, cuando Beatriz recibió la trágica noticia, quedó consternada. El absoluto desconsuelo en el que quedó la viuda, no le impidió que asumiera el cargo, que se le había otorgado.

Obviando a aquellos, que pudieran definir como una aberración, el hecho de que una mujer fuera capaz de gobernar, se situó ante la cruz de la vara de la gobernación y con gran solemnidad, firmó el acta que le otorgaría el privilegio, de ser la primera mujer en ostentar un cargo de aquella magnitud, en tierras americanas.

El atardecer del, 9 de septiembre de 1541, se convirtió en noche en un abrir y cerrar de ojos. El cielo se oscureció, iluminado solo por los rayos, mientras la tierra rugía con fuerza. Un terremoto, empezó a resquebrajar los cimientos, del suelo bajo los pies, de los habitantes de la zona.
 
Beatriz, queriendo mantener la calma, durante la noche,  guió a sus damas entre truenos, réplicas del terremoto, lluvia y oscuridad hasta la capilla de palacio. Juntas, ante el pequeño altar en el que había una cruz, empezaron a rezar con la misma devoción con la que rezaran, en momentos de más sosiego.

Las damas no pudieron terminar la Salve, pues el rugir del volcán de Agua, en cuya ladera, se encontraba la pared de la capilla, y el volcán de Fuego, al otro lado de la ciudad, silenciaron para siempre, las voces de Beatriz de la Cueva y las otras mujeres que la acompañaron. Cuentan las crónicas, que Beatriz falleció abrazada a los pies de la estatua de Cristo.

Su vida, su matrimonio, su mandato, fueron breves. Nunca sabremos si Beatriz de la Cueva, podría haber sido una gran gobernadora, pero durante su corta existencia demostró que seguramente, sí lo habría sido.

Los habitantes de Santiago de los Caballeros, admiraron no solo su belleza exterior, igualmente por  su sabiduría, su elegancia, su inteligencia, discreción y virtud. Fue, nos cuenta el cronista Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, "la más heroica y graciosa española que obtuvo en muchos tiempos Guatemala”.

El cuerpo sin vida, de Beatriz de la Cueva, fue enterrada en la iglesia catedral de Santiago con honores de gobernadora, pues aunque brevemente, fue la primera gobernadora de la historia de Guatemala.

viernes, 5 de septiembre de 2025

Cuando el rey Felipe V volvió al trono español, tras la muerte de su hijo Luis I

Tal día como hoy, 6 de septiembre de 1724, el Rey Felipe V volvía a ocupar el trono de España, tras la muerte de su hijo Luis I, quien le había sucedido tras su inesperada abdicación, siete meses y medio antes..

Felipe V, era el segundo hijo del gran delfín Luis de Francia y por tanto, nieto del rey Luis XIV de Francia, el llamado "Rey Sol", el perfecto ejemplo de monarca absolutista. 

También representaba, un modelo de soberano, para Felipe V, quien siguió sus pasos en España, tras proclamarse Rey el 16 de noviembre de 1700, en el palacio de Versalles, una vez muere Carlos II, el ultimo monarca de la casa de Austria, en el trono español.

Sus primeros años de reinado no fueron fáciles. El miedo de muchas potencias europeas, a una unión dinástica entre Francia y España, acabó en un inevitable enfrentamiento por el trono español, entre Felipe V y el archiduque Carlos de Austria, que duraría catorce largos años, y que pasaría a la historia como la "Guerra de Sucesión Española."

Con el tratado de Utrecht y el posterior sitio de Barcelona, Felipe V fue reconocido como Rey de España y de las Indias, por todos los países firmantes, pero el precio es renunciar a cualquier derecho, sobre el trono francés.

Felipe V fue el primer Rey de España de la casa Borbón. También el primero de nuestro país en abdicar, de forma inesperada en enero de 1724, al firmar un decreto por el que su hijo Luis, le sucedió en el trono.

Los motivos de su abdicación, no se saben a ciencia cierta. En su momento se dijo que esperaba acceder al trono de Francia, ante una posible muerte prematura de Luis XV. que le convertiría en su sucesor y para ello, no podía ser Rey de España, según el Tratado de Utrecht. 

Otro motivo, que pudiese explicar la abdicación de Felipe V, es que esta acción fuera la de un hombre enfermo, que, consciente de que no se encontraba en condiciones de gobernar, eligió apartarse de las responsabilidades de Gobierno.

Su hijo Luis, no duraría mucho en el trono, tan solo siete meses y medio tras fallecer el 31 de agosto de 1724, por culpa de la viruela. A su muerte, Felipe V vuelve a ocupar nuevamente el trono de España, esta vez hasta su muerte.

Tras la muerte del rey Felipe V, el 9 de julio de 1746, le sucedió en el trono, su hijo Fernando VI, "el Prudente", tercer hijo de Felipe V y de su primera esposa, María Luisa Gabriela de Saboya. Fue jurado príncipe de Asturias en 1724. y en 1746, heredó el trono español a la muerte de su padre. 

Fernando no era un hombre de gran talento, pero tenia las cualidades necesarias, para ser un buen monarca: rectitud de carácter, sentido de dignidad y saber escoger, a sus colaboradores.

Su política fue, la de sus ministros, muy eficaces y con programas reformistas de gobierno, como el marqués de la Ensenada, -partidario de la alianza francesa-, que ejerció en varias secretarías; José de Carvajal, -partidario de la unión con Inglaterra-, como secretario de Estado; o el jesuita Francisco Rávago, como confesor real.

Su reinado se caracterizó, por el mantenimiento de la paz y la neutralidad, frente a Francia e Inglaterra, mientras ambas intentaban, la alianza con España. Esta situación fue aprovechada por el marqués de la Ensenada, para proseguir los esfuerzos de reconstrucción interna, iniciados en el reinado de Felipe V.

En 1754, este equipo de gobierno desapareció, con la muerte de Carvajal y con el alejamiento, del marqués de la Ensenada, y la desposesión del confesionario regio del padre Rávago.  

Fernando VI murió el 10 de agosto de 1759, decimotercer aniversario de su proclamación como rey. Su cadáver fue trasladado al Convento de las Salesas Reales y, al igual que se había hecho con los restos de su esposa, los suyos fueron guardados en un sepulcro provisional debajo del coro. 

Fue sucedido por su medio hermano, Carlos III, hijo de Felipe V y su segunda esposa Isabel de Farnesio, al no haber tenido descendencia propia.

jueves, 4 de septiembre de 2025

Juan Olivert Serra : un pionero de la aviación en España.

Tal día como hoy, 5 de septiembre de 1909: Juan Olivert Serra realiza el primer vuelo motorizado, en la localidad valenciana de Paterna.

Juan Olivert Serra, fue un pionero de la aviación, que realizó el primer vuelo motorizado en España, el 5 de septiembre de 1909, en la localidad valenciana de Paterna. Formó también parte,de la Sección de Aviación del Círculo de Bellas Artes de Valencia, ostentando el cargo de vicepresidente.

Perteneciente a una familia relativamente acomodada, propietario agrícola en la localidad valenciana de Cullera, Juan Olivert siempre mostró su admiración por el vuelo, ganándose el apodo en su localidad natal de "el volaoret,"pese a la poca colaboración familiar, Olivert siguió con su afición, estudiando ingeniería industrial en Barcelona, e invirtiendo parte de su patrimonio, en construir un aeroplano-biplano, basado en el diseño de su profesor, Gaspar Brunet Viadera.

El aparato se expuso, en el Pabellón de Indústria de la Exposición Regional Valenciana de 1909, aún sin motorizar. El ayuntamiento de Valencia, le patrocinó la compra de un motor y una hélice, para completarlo.

Según publicó la presa local, Olivert "se elevó y se movió algún tiempo con el aeroplano" y que por consiguiente y en base a la definición de volar, a pesar de que el aparato apenas voló unos decímetros, y durante muy poco tiempo, diríamos que es el primer vuelo motorizado de España,pero hay que mencionar la realidad,de que el vuelo no tuvo el éxito esperado, y que apenas se alzó del suelo, acabando estrellado.

El vuelo tuvo lugar, en el campo de maniobras militares,del Regimiento de Artillería del Ejército de Tierra, de la localidad de Paterna a las 17:00 horas. 

Aparentemente, la intención era sólo carretear y no alzar el vuelo, pero la afluencia de público, unos 4000 espectadores aquel día, animó a Juan Olivert a realizar un corto trayecto en pendiente, de unos 40/50 metros, elevándose en el aire apenas unos decímetros, durante menos de un minuto de tiempo.

En su primer ensayo, a las 18:01, consiguió alcanzar una velocidad considerable, sin alzar el vuelo para así probar el motor. Y en su segundo ensayo, consiguió lo que deseaba, aunque durante un trayecto corto de tiempo, y a muy poca altura (apenas se elevó).

Lo cierto es que la aventura acabo mal, ya que viendo que se aproximaba peligrosamente,  a donde se agolpaban los asistentes al espectáculo, decidió parar en seco el motor, cosa que provocó que el aparato descendiese bruscamente, con la mala fortuna de caer en una zanja y resultar este, el Aeroplano Olivert, seriamente dañado. 

A pesar del incidente, toda la prensa de la época, elogió la proeza del joven piloto.

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Cuando los españoles Gaspar de Portolá y Junípero Serra, fundaron la actual ciudad de los Ángeles

Tal día como hoy, 4 de septiembre de  1781: En la región conocida por los nativos como el Valle del Humo, los españoles Gaspar de Portolá y Junípero Serra, fundan el Pueblo de la Reina de los Ángeles, la actual ciudad de Los Ángeles y representa un momento crucial, en la historia de la colonización y el desarrollo de California.

En el siglo XVIII, el territorio que hoy constituye el estado de California, era aún poco explorado y habitado principalmente, por diversas tribus nativas americanas, como los Tongva, los Chumash y los Luiseños. 

La colonización europea en la región, estaba impulsada por los esfuerzos de la Corona española, para expandir su influencia en América del Norte y consolidar sus territorios.

El gobierno español, bajo la administración del virrey de la Nueva España, buscaba establecer asentamientos y misiones, a lo largo de la costa oeste de América del Norte, para proteger sus intereses y contrarrestar la influencia, de otras potencias europeas, como Gran Bretaña y Rusia. La fundación de Los Ángeles, fue parte de esta estrategia de expansión y colonización.

El 4 de septiembre de 1781, bajo la dirección de Gaspar de Portolá, un militar y gobernador, y Junípero Serra, un fraile franciscano y misionero, se estableció el Pueblo de la Reina de los Ángeles. 

La fundación se realizó en el Valle del Humo, un área que, según los informes, estaba cubierta de humo, debido a los incendios forestales naturales, y a las prácticas de quema, de las tribus nativas.

El nombre original del asentamiento, "Pueblo de la Reina de los Ángeles de Porciúncula", fue un homenaje a la Virgen María y a una de las advocaciones religiosas, importantes en la tradición católica. El nombre se redujo posteriormente a Los Ángeles, que es el nombre que la ciudad conserva, hasta el día de hoy.

El establecimiento inicial de Los Ángeles fue modesto, con una población compuesta principalmente por colonos españoles, soldados y nativos americanos, convertidos al cristianismo. La comunidad enfrentó numerosos desafíos, incluidos conflictos con las tribus nativas locales y dificultades económicas.

Sin embargo, a lo largo de los años, el asentamiento creció y se desarrolló, en parte gracias a la misión, establecida por Junípero Serra. La misión y el pueblo, comenzaron a prosperar, y la región de Los Ángeles, se convirtió en un importante centro agrícola y comercial.

La fundación de Los Ángeles en 1781, marcó el inicio de una larga historia de desarrollo y expansión en California. A medida que la región creció y se convirtió, en un importante punto de comercio y cultura, Los Ángeles se transformó en una de las ciudades más influyentes, de los Estados Unidos.

En el siglo XIX, con la adquisición de California por los Estados Unidos, tras la Guerra Mexicano-Americana y la posterior entrada del estado en la Unión, en 1850, Los Ángeles continuó su expansión y crecimiento. 

La ciudad se convirtió, en un importante centro económico, cultural y de entretenimiento, famoso por su industria cinematográfica y su diversidad cultural.

Los Ángeles, es ahora conocida no solo por su papel, en la historia de los Estados Unidos, sino también por su influencia global, en la industria del entretenimiento, la tecnología y la cultura.

La fundación de la ciudad, el 4 de septiembre de 1781, representa un capítulo fundamental, en la historia de la región y en la historia de la expansión territorial, de los Estados Unidos.