Tal día como hoy, 20 de septiembre de 1506: El estado de salud de Felipe I "el Hermoso’" empeora bruscamente, tras padecer unos días de fiebre. Los médicos, temiendo por su vida, le aplican sangrías, aunque el Rey acabaría muriendo, cuatro días después.
En 1501, los esposos Felipe y Juana de viaje hacia Castilla, para jurar como príncipes de Asturias, se detuvieron en Blois. Allí el rey Luis XII de Francia, los recibió, y al verle exclamó: "He aquí un hermoso príncipe". La frase ,provocó el apodo, por el que fue conocido Felipe.
Felipe I de Castilla, conocido como "el Hermoso", murió repentinamente en Burgos el 25 de septiembre de 1506, a los 28 años, tras enfermar después de jugar a la pelota. Aunque se sospechó de envenenamiento, la causa más probable fue una enfermedad repentina, posiblemente la peste.
Su muerte desencadenó, una crisis política en Castilla, dejando a su esposa, Juana I,"La loca" como reina, pero incapaz de gobernar, en un estado de profunda tristeza y demencia y a su suegro, Fernando "el Católico", asumiendo la regencia.
Felipe enfermó el 16 de septiembre, con fiebre alta, escupiendo sangre, y finalmente murió en la madrugada del 25 de septiembre. La súbita muerte generó sospechas, de que Fernando el Católico lo había envenenado, aunque no hay pruebas concluyentes.
La muerte de Felipe I dejó a Juana I, quien se creía mentalmente inestable, como única reina de Castilla, lo que llevó a una disputa por la regencia, entre Fernando y la nobleza castellana, que apoyaba a Felipe.
El cardenal Cisneros asumió su primera regencia de la Corona de Castilla, a la espera de la llegada del rey Fernando. desde Aragón, para que tomara, el control del gobierno.
Siguiendo la costumbre flamenca, el corazón de Felipe fue enviado a Brujas, su ciudad natal, y su cuerpo, fue embalsamado y sometido a un largo cortejo fúnebre, por las tierras de Castilla, donde Juana I se negaba a sepultarlo.
Según la leyenda y la cultura popular en torno a "Juana la Loca",se afirma que ella insistía en que su esposo, Felipe el Hermoso, estaba simplemente "dormido" después de su muerte y se negaba a aceptar su fallecimiento, lo que alimentó la narrativa de su demencia.
Aunque esta idea es un elemento clave de la historia popular, las evidencias históricas sugieren que su "locura" fue utilizada como pretexto político, para apartarla del trono, y los relatos sobre su comportamiento, con el cadáver de su marido, a menudo mezclan hechos con exageraciones legendarias.
Un cortejo fúnebre, encabezado por la reina Juana, emprendió un viaje con su cadáver hasta Granada, a pesar de encontrarse Juana embarazada. El 14 de enero de 1507, Juana dio a luz a Catalina, la hija póstuma de Felipe "El hermoso".
La muerte de Felipe I, marcó el inicio de una nueva etapa, en la historia de España, con la consolidación del poder, de su suegro, Fernando "el Católico" y la posterior ascensión al trono, de su primogénito, Carlos I
Su hijo, Carlos I, se encontró con una herencia grandiosa: los reinos de sus cuatro abuelos: Castilla, con sus dominios del Nuevo Mundo, Aragón con los Estados Italianos, los Países Bajos y el Sacro Imperio Romano Germánico, además de otros títulos simbólicos, que lo convirtieron, en uno de los más importantes monarcas, que han existido.