La primavera de 1484, cuando el rey Fernando y los suyos preparaban la campaña para la conquista de Granada, se pusieron en discusión dos opiniones distintas, los que pensaba que había que limitarse a talar los árboles en la Vega, con lo que los musulmanes tendrían que rendirse y otros que proponía cercar las plazas fuertes y tomarlas al asalto.
En el consejo de guerra, el marqués de Cádiz, propuso cercar la plaza de Álora, pieza clave para la estrategia militar de la frontera occidental granadina, a lo que el rey se mostró más inclinado, pues apremiaba avanzar en la conquista del territorio, antes de la llegada del invierno siguiente.
El ejército expedicionario real, era de unos 30.000 hombres y el marqués de Cádiz fue autorizado a adelantarse con su gente para estudiar el terreno y una vez llegó el rey, se cercó la villa considera resistente por su posición dominante y por el castillo, que actuaba como inexpugnable observatorio.
Para la conquista, se situó el campamento a prudente distancia, en el lugar donde hoy se asienta el Santuario de Flores y al objeto de convencer a los sitiados, el rey aprestó la artillería, poniendo al mando del asalto al marqués de Cádiz por su fama de gran estratega, iniciando el cerco el 11 de junio de 1484 y manteniéndose hasta el 18.
Se llevó a cabo el asedio, dando el máximo protagonismo a la artillería y una vez abiertas muchas brechas en la muralla, los musulmanes comprendieron que su conquista era inminente, por lo que propusieron deponer su resistencia y parlamentar para rendir la plaza.
Se inició entonces una negociación, que acabó con la toma pacifica de la ciudad el día 20 de junio, según cita el historiador Antonio Romeu de Armas, quedando a su custodia como alcaide-gobernador, Luis Fernandez Portocarrero, que lo ejerció hasta 1487.
Dada su situación estratégica en la ruta hacia Málaga, y la fama de inexpugnable de su castillo, el rey Fernando, permitió que su rendición se efectuase mediante pacto, dando inicio con esta conquista a una modalidad de “cerco breve y capitulación benévola” que luego se repetiría en el futuro.
El monarca, tenía un especial interés en la toma de la plaza, porque se bloqueaba así casi por completo, la comunicación de Ronda con el resto del reino y suponía una grave amenaza para Málaga.
El alcaide del castillo, hizo entrega de las llaves en el lugar conocido como la Cruz de Humilladero, próximo al actual Convento de Flores, escena que aparece representada en los relieves de la sillería del coro de la Catedral de Toledo, donde se observa al rey Fernando vestido de ceremonia, mientras el alcaide moro se arrodilla para entregar las llaves.
Los repobladores cristianos de Álora procedían de Cumbres Bajas - hoy Encinasola (Huelva) – que también erigieron la primitiva ermita de Flores, solicitando a la reina una imagen de la Virgen, con la advocación de Ntra. Sra. de Flores, porque en Encinasola tenían una con igual nombre, imagen que los reyes encargaron en Sevilla, haciendo entrega de ella al alcaide de Álora, en lo Reales Alcázares sevillanos, en 1502.
NADA DICE VD. SOBRE LA TRAICIONERA MUERTE DEL ADELANTADO. IGNORO SI ES CIERTO O NO LO OCURRIDO, PERO YA QUE CONOCE VD. LA HISTORIA CON DETALLE, DESCARTANDO QUE LO HAYA SILENCIADO A CONCINCIA POR AQUELLO DEL BUENISMO, LO QUE SERIA IMPERDONABLE, CREO QUE SI CONSTA QUE ES SIMPLEMENTE UNA LEYENDA, DEBERIA VD. DE INDICARLO PARA EVITAR DUDAS Y CONFUSIONES
ResponderEliminarDurante toda la Edad Media los reyes cristianos intentaron en vano tomar por asalto el inexpugable castillo de Álora, en Málaga, que resistía uno tras otro todos los ataques castellanos. En uno de estos murió al pie de sus murallas, en 1434, el conocido Adelantado de Andalucía Don Diego de Rivera, que supuso en su época una trágica noticia. No se trata de ninguna leyenda, el hecho ocurrió realmente, pero no precede citarlo aquí, puesto que la toma de Álora, que es el objeto de esta efeméride, sucedió años después.
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