Tal día como hoy 17 de junio de 1094 y tras haber capitulado dos días antes, Rodrigo Díaz “el Cid Campeador” toma posesión de Valencia, en una gesta sólo al alcance de este gran héroe, el mayor quizás de nuestra crónica histórica.
La conquista de la ciudad hay que situarla en el segundo destierro del Cid por Alfonso VI, ya que al estar libre de cualquier relación con su rey, decidió establecerse en Levante, para lo cual inició los preparativos para conquistar la ciudad de Valencia.
Pocos años antes, había llegado a la Península una nueva fuerza musulmana - los almorávides – fanáticos religiosos del norte de África, que unificaron de nuevo por la fuerza, la España islámica tras derrotar al rey castellano Alfonso VI en Sagrajas.
Los almorávides, sorprendieron a los castellanos por su fiereza en la lucha y su aspecto, con escudos de piel de hipopótamo y el estruendoso redoble de sus tambores, con los que los castellanos no estaban acostumbrados a luchar, mientras ellos lo hacían en el desierto en muy duras condiciones, pues se trataba además de un pueblo belicoso, pero altamente disciplinado, que infundía terror a sus enemigos y desconocía la derrota, circunstancia esta, que les hacia especialmente peligrosos en sus batallas.
Esta nueva amenaza, convenció al Cid para llevar a cabo su idea, decidiendo conquistar la ciudad de Valencia, a fin de establecerse en ella como “un señor de la guerra independiente”, al no estar sometido a ningún rey cristiano, figura esta común durante la etapa de la reconquista, en donde determinados personajes, llegaban a constituir estructuras de gobierno, al margen de los reinos.
Durante el verano de 1093 inicio las acciones del cerco de la ciudad, el cual se prolongaría casi un año, tomando posesión de ella tras su rendición, con el título de “Príncipe Rodrigo el Campeador”, tras lo cual estableció un Gobierno permisivo con los musulmanes, pero estricto en cuestiones de lealtad.
No obstante, tras la conquista, la presión almorávide no cejó pues para ellos la conquista del Cid fue una humillación inadmisible, por lo que el rey Yusuf formará un gran ejército, con su sobrino al mando, que enviará a Valencia para hacerse de nuevo con la ciudad y en septiembre de ese mismo año, este ejército llegó hasta a cinco kilómetros de la capital,
Rodrigo, en lugar de refugiarse tras sus muros, pedirá entonces ayuda a los reyes cristianos, pero ésta no llegará a tiempo, por lo que sin poder confiar más que en sus fuerzas, toma la iniciativa y ataca el campamento almorávide por sorpresa huyendo después al galope con su gente.
Los almorávides caen en la trampa y salen en su busca dejando el campamento desguarnecido, de manera que las tropas que quedaban en Valencia lanzan un nuevo ataque y aniquilan a los acampados.
Cuando tarde, se dan cuenta de la acción, los almorávides carecen de fuerzas para tomar la ciudad y se ven forzados a iniciar su retirada, sufriendo su primera gran derrota en España, aunque no sería , desde luego, la última.
El ejemplo del Cid espoleará a los reinos cristianos, que desde entonces considerarán un poco más vulnerables a los invasores, entendido que el mito de su invencibilidad no era ciento.
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