Tal día como hoy 15 de agosto del 778, Carlomagno es derrotado por los vascones en la batalla de Roncesvalles en la que muere el héroe conocido como “Roldán”
La batalla de Roncesvalles tuvo lugar posiblemente en Valcarlos, en el Pirineo de Navarra, donde la retaguardia del ejército de Carlomagno mandada por Roldán fue diezmada en una emboscada efectuada por vascones.
La ubicación exacta de la batalla se desconoce y varios historiadores dan distintas posibilidades, tales como el paso del Perthus, en los Pirineos gerundenses, el puerto del Palo en el actual Pirineo de Huesca o la hondonada de Valcarlos.
El interés de Carlomagno en España se debía a apoyar una rebelión de Sulaymán al-Arabi, gobernador de Zaragoza, que pretendía convertirse en emir de Córdoba con el apoyo de los francos, a cambio de entregar a estos la plaza de la que era gobernador.
Entre mayo y junio del 778 Carlomagno, se adentró en tierras hispanas, ante la llamada de Sulaymán al-Arabi - rebelado contra Abderramán I - para apoyarle en su sublevación, pero la expedición fue un desastre, pues Sulaymán se negó a entregar Zaragoza a Carlomagno y este puso asedio a la ciudad.
Ante una sublevación de los sajones, los francos levantaron el cerco e iniciaron la retirada llevando consigo al propio Sulaymán al-Arabi, capturado frente a Saragoza, y al volver de nuevo a Pamplona, arrasó las murallas y destruyó totalmente la ciudad para abandonarla luego y volver por el mismo camino que en la venida
Al paso por el desfiladero de Valcarlos, la retaguardia del ejército franco de unos 20 000 soldados al mando de Roldán, sobrino de Carlomagno, fue destruida por unas huestes formadas probablemente por contingentes de tribus vasconas.
Los primeros textos relatan, que el ataque se efectuó en la cola de la retaguardia, como punto más débil, utilizando la estrechez del camino, lanzándose dardos y piedras que rodaron por las laderas y sorprendieron al ejército creando pánico, que les hizo precipitarse por el barranco sin tiempo para reaccionar, muriendo gran número de caballeros entre los que destacaban Oliveros y Roldán
No se conoce con exactitud quiénes fueron los atacantes y el historiador Ramón Menéndez Pidal, escribe que en la emboscada tomaron parte vascones y musulmanes juntos, en base a las alianzas familiares entre los primeros caudillos pamploneses y la familia Banu Qasi en el valle del Ebro.
Este suceso histórico dio lugar a relatos y poemas épicos, recogidos en el Cantar de Roldán, relatando una batalla localizada en Roncesvalles, en vez de una emboscada como en realidad fue y que cuenta que Roldán hizo sonar su “olifante de marfil”para advertir al grueso del ejército, que descansaba en Valcarlos, llamada que no oyeron.
En la versión legendaria del Cantar de Roldán, este arrojó al agua su gloriosa espada, “Durandarte”, a fin de que no cayera en manos del enemigo.
Como siempre sucede en la historiografía medieval, nunca se sabe donde termina la historia y donde empieza la leyenda...
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