Tal día como hoy 30 de agosto de 1918, en la Unión Soviética, Lenin es víctima de un atentado político que le deja lesiones permanentes, realizado por Fanny Yefímovna Kaplán, también conocida como Fania o Fanny Kaplán, activista revolucionaria .
Kaplán, nació en una familia judía y su padre era maestro en la escuela judía local, educándose en su casa que dejó pronto, para comenzar a trabajar en una fábrica en Odesa. Se convirtió en revolucionaria muy joven, militando en grupos anarquistas y más tarde se unió al grupo socialista, Partido Social-Revolucionario, participando en 1906, en el atentado fallido contra el gobernador de Kiev siendo detenida y condenada a un campo de trabajo en Siberia.
Allí estaba encarcelada, pero libre de trabajos forzados, junto con otras sesenta mujeres, socialistas y anarquistas, que dedicaban el tiempo a formarse políticamente. Sin embargo, Fania comenzó a sufrir migrañas y en 1909 quedó temporalmente ciega e intentó suicidarse sin conseguirlo y en 1912, fue trasladada a la prisión de Akatúy donde un médico de la prisión, comenzó a tratarla y recuperó parte de la vista.
Fue liberada cuando triunfó la Revolución de Febrero, que acabó con el gobierno imperial y en 1917 se instaló con una antigua compañera de presidio en Moscú,
Tras la Revolución de Octubre de 1917, Kaplán acabará desilusionada con Lenin a causa del conflicto entre los social-revolucionarios y el partido bolchevique y se trasladó a Simferópol trabajando en su ayuntamiento, hasta que en enero de 1918 los bolcheviques se hicieron con el control de la ciudad y disolvieron sus instituciones, quedando Kaplan sin trabajo.
Decidida a retornar al “terrorismo político”, regresó a Moscú y el día 30 de agosto de 1918 cuando Lenin había pronunciado un discurso en una fábrica de armamento de Moscú y salió del edificio, Kaplán le disparó tres tiros, dos de los cuales le alcanzaron el hombro y el pulmón izquierdos, respectivamente, pero la oscuridad en el patio de la fábrica y lo inesperado del ataque, hicieron imposible la identificación del asaltante.
Lenin fue trasladado al Kremlin y pese a la gravedad de sus heridas sobrevivió, aunque no obstante, su estado de salud nunca se recuperaría del ataque y se cree que el atentado influyó a la larga en los posteriores infartos que acabaron con su vida.
Kaplan fue interrogada por funcionarios del gobierno, negándose a aportar datos sobre su persona o sobre el ataque, sin que se lograse encontrar el arma usada y sólo tras el cierre de la investigación en septiembre de 1918, se anunció la entrega de una pistola, que no se pudo asegurar fuese la del atentado, pese a todo lo cual Kaplan, fue ejecutada el 3 de septiembre de 1918.
Su confesión fue muy escueta: “Mi nombre es Fanny Kaplán. Hoy disparé a Lenin. Lo hice con mis propios medios. No diré quién me proporcionó la pistola. No daré ningún detalle. Tomé la decisión de matar a Lenin hace ya mucho tiempo. Lo considero un traidor a la Revolución.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario