Tal día como hoy 29 de agosto de 1350 tiene lugar la batalla de Winchelsea, en la que la flota inglesa del Eduardo III derrota a los barcos castellanos, durante la guerra de los Cien Años.
También conocida como “la batalla de Les Espagnols sur Mer”, tuvo lugar frente a la costa de Winchelsea - Inglaterra - después de atacar la flota inglesa del rey Eduardo III, a la flota lanera castellana que regresaba de los Países Bajos.
No están claras cuales fueron las causas de esta batalla, y se supone que Eduardo III trató de impedir la ayuda de los marinos castellanos a Francia, pero sin intención de seguir la lucha, como parece demostrar el hecho de que un año después firmó un acuerdo de paz que garantizaba el libre comercio en aguas inglesas.
Sin embargo, para los franceses, Eduardo III preparaba su flota con intención de hacerse coronar rey de Francia en Reims, lo cual quedó desbaratado al verse sorprendido por la flota castellana al mando de Carlos de la Cerda, que unos meses después de la batalla sería nombrado condestable de Francia por rey Juan II “el Bueno”.
Al iniciarse la guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, Castilla se mantuvo neutral y buscó acuerdos con ambos contendientes para asegurar su comercio con los Países Bajos, que era vital para las ventas de la lana castellana, pero el nuevo rey castellano, Pedro I “el cruel”, comenzó a buscar un acercamiento con la casa real francesa, y favoreció que los marinos castellanos actuaran como mercenarios al servicio de Francia, iniciando una campaña de acoso a Inglaterra.
Eduardo III, furioso por esta nueva política castellana y dispuesto a terminar con el problema de la piratería y el dominio castellano del mar, se trasladó a Winchelsea, en compañía de su hijo el “Príncipe Negro”, donde reunió una flota al parecer formada por 54 naves.
A Flandes, llegaron noticias de estos preparativos, por lo que los castellanos decidieron reforzarse con mercenarios, sin que se conozca con certeza el número de las naves que integraban su flota.
El día 29, la flota castellana, con viento a favor, alcanzó Winchelsea, siendo interceptados por los ingleses que les doblaba en número de barcos, iniciándose la batalla, que las crónicas refieren fue un combate sin piedad, en el que los vencidos eran arrojados por la borda y que apenas se hicieron prisioneros, pero pese a la derrota castellana, las bajas inglesas fueron superiores.
Tras su victoria, Eduardo III hizo grabar monedas con el título de King of the Sea - Rey del Mar -, pero su triunfo no fue decisivo ya que esta batalla no dio a Inglaterra el dominio del mar, pues no disponía de barcos de guerra equiparables a las galeras que surcaban el Mediterráneo.
Por todo esto, las costas del canal permanecieron indefensas frente a los ataques que llegaban desde el mar y durante la guerra de los Cien Años, navíos castellanos y franceses, saquearon o quemaron muchos puertos y ciudades costeras inglesas, entre ellas Winchelsea.
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