Tal día como hoy 13 de marzo del 222, Alejandro Severo es proclamado emperador romano.
Marco Aurelio Severo Alejandro, conocido como Alejandro Severo fue emperador romano desde el año 222 hasta el año 235. Sucedió a su primo, el emperador Heliogábalo, tras el asesinato de éste en 222, y terminó su reinado también asesinado, dando comienzo a la época conocida como “la crisis del siglo III”.
Nació en la ciudad de Arca Cesarea, en el actual Líbano, y llegó a ser emperador gracias a las intrigas de su abuela y su madre, que al darse cuenta de que el emperador Heliogábalo perdía el apoyo popular y militar debido a sus excesos y extravagancias, prepararon al joven Alejandro para que fuera el sucesor al trono.
Fue instruido en todas las artes, y consiguieron que Heliogábalo lo adoptara en junio de 221 y le nombrara César como su sucesor legítimo. Tras el asesinato de Heliogábalo en 222 y gracias a la propaganda de su madre y abuela, tanto el Senado como el pueblo desearon al joven Alejandro en el trono, que en ese momento contaba 13 años.
Fue proclamado César el 13 de marzo de 222, dos días después de la muerte de su predecesor y el gobierno quedó, en gran parte, en manos de su madre y, especialmente, en las de su abuela que se convirtió en la auténtica gobernante en la sombra.
Ambas – en su nombre - se dedicaron, de inmediato, ayudadas por círculos del senado, a sanear las finanzas, arruinadas por el antecesor, y además se empezó a reformar el sistema jurídico. Historiadores, como Dión Casio, describen el carácter de Alejandro como tranquilo y pacífico.
Durante el mandato de Alejandro los sasánidas sustituyeron a los partos en la frontera este del imperio romano y a partir de 230 atacaron las provincias romanas de Mesopotamia. Alejandro reunió un ejército y empezó su campaña militar en 231, pero las pérdidas fueron tan grandes para ambas partes, que Ardashir, rey de los sasánidas, decidió retirarse, lo que Alejandro consideró una victoria y lo celebró con una marcha triunfal en Roma en el año 233.
Un año más tarde, los germanos amenazaron las fronteras norte del imperio y Alejandro, para ganar tiempo, envió regalos a los enemigos, lo cual fue visto como una ofensa por sus soldados que habían sufrido recortes en los gastos militares, motivo por el cual en un campamento, cerca de la actual Maguncia, se produjo un motín entre los soldados, que asesinaron a Alejandro Severo a los 26 años y a su madre y proclamaron a Maximino “el Tracio” como emperador.
El reinado de Alejandro Severo fue el último intento de gobierno civil del Imperio Romano pues a partir de su muerte se impondrá la dominación militar, dando comienzo un largo período de anarquía - crisis del siglo III - y en los siguientes 50 años hubo 26 emperadores, de los que solamente uno no murió de forma violenta.
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