Tal día como hoy 17 de marzo del 1452, las tropas cristianas conquistan el reino de Murcia tras su victoria en la batalla de Los Alporchones.
La batalla de Los Alporchones fue un enfrentamiento ocurrido el 17 de marzo del año 1452 entre las tropas del reino castellano de Murcia, dirigidas por Alonso Fajardo “el Bravo”, alcaide de Lorca, y las del reino nazarí de Granada, en el contexto de la Reconquista. El encuentro, tuvo lugar en las cercanías de Lorca y se saldó con una gran victoria castellana.
Tras recuperar el trono de Granada de manos de su tío Muhammed “el Cojo” en 1447, el sultán Muhammed IX continuó su política belicista respecto a Castilla, ya que su predecesor había recuperado algunas plazas en la frontera con el Reino de Murcia, y antes de él las razias granadinas causaban el terror en las poblaciones cristianas de aquel reino, aprovechando que la Casa de Fajardo estaba enzarzada en disputas familiares.
El acoso nazarí obligó al rey Juan II de Castilla a pedir una tregua en 1450, pero el sultán no quería desaprovechar la ocasión de hostigar a los desunidos castellanos y al año siguiente desató una nueva incursión fructífera en botín y entre 1451 y 1452 se preparó una incursión contra el Campo de Cartagena, en la que se apoderaron de 40.000 cabezas de ganado y tomaron cautivos a 40 personas.
Viendo la gravedad de estas incursiones, los cristianos dejaron de lado sus luchas internas para hacer frente a los musulmanes y el alcaide de Lorca Alonso Fajardo, “el Bravo” mandó heraldos a varias poblaciones para recabar apoyos, y a su llamada acudieron mesnadas de varios pueblos, sumando en total 300 caballeros y unos 2000 infantes.
El ejército de Fajardo aguardó en el campo lorquino de Los Alporchones, a sabiendas de que los granadinos iban a pasar por allí en su regreso al reino nazarí.
El 17 de marzo llegaron por fin los granadinos y se entabló el combate y aunque el caudillo de los de Granada, Malik ibn al-Abbas, destacó por su valor, las crónicas cuentan que Alonso Fajardo, dándose cuenta de que la batalla podía decidirse en un duelo singular, luchó contra él hasta que consiguió derribarle de su corcel y tomarlo prisionero.
La captura de su capitán desmoralizó a los musulmanes y la persecución de estos por los cristianos llegó hasta Vera -Almería-, sobreviviendo 300 de ellos y en tanto las bajas granadinas fueron altas y 400 soldados fueron capturados, los de Fajardo sufrieron 40 muertos y más de 200 herido
La batalla tuvo grandes consecuencias para el Reino de Murcia, ya que acabó con las incursiones de saqueo, pues los musulmanes pidieron una tregua de cinco años; acrecentó el prestigio de Lorca y en particular de la Casa de Fajardo y en homenaje a San Patricio, se celebra el 17 de marzo como santo patrón de la ciudad de Lorca.
Actualmente se sigue celebrando esta victoria en Lorca, con motivo de las fiestas de San Patricio.
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