Tal día como hoy 8 de marzo del año 415, en Alejandría -Egipto-, una turba furiosa lapida a la filósofa, astrónoma y escritora egipcio-romana Hipatia
Hipatia fue una matemática y filósofa griega, hija del matemático Teón, profesor del Museo de Alejandría que era en la época una auténtica universidad a la que asistían alumnos para instruirse en las ciencias y la filosofía.
Aunque no existe mucha documentación sobre Hipatia, se sabe de ella que fue una de las primeras mujeres matemáticas sobre la que hallamos fuentes fiables y que trabajó junto a su padre en la preparación de textos para los alumnos y escribió comentarios sobre la Aritmética de Diofanto, el Almagesto de Tolomeo y las Cónicas de Apolonio.
Hipatia de Alejandría se interesó también por los instrumentos que se usaban en las investigaciones astronómicas, y elaboró tablas de los movimientos de los cuerpos celestes; sin embargo, se consagró principalmente al estudio y a la enseñanza de las matemáticas. Entre sus discípulos más destacados estuvieron el obispo Sinesio de Cirene y Orestes, que llegó a ser prefecto romano de Egipto.
Su proceder tolerante, no discriminatorio con sus discípulos, y sus enseñanzas fomentadoras de la racionalidad, le fueron creando en la ciudad envidias y odios.
Entre sus principales detractores se encontraban, al parecer, el obispo San Cirilo de Alejandría y sus seguidores cristianos, ya que fue acusada por Cirilo de que su influencia en el ánimo del gobernador de aquella ciudad había motivado las persecuciones contra los cristianos.
Hipatia fue asesinada, linchada por una turba de cristianos, y su asesinato se produjo en el marco de la hostilidad cristiana contra el declinante paganismo y las luchas políticas entre las distintas facciones de la Iglesia, el patriarcado alejandrino y el poder imperial, representado en Egipto por el prefecto Orestes, ex-alumno de la filósofa.
Su carácter singular de mujer entregada al pensamiento y la enseñanza, su fidelidad al paganismo en el momento de auge del catolicismo como nueva religión del Estado romano, y su muerte a manos de cristianos le han conferido gran fama.
La figura de Hipatia se ha convertido en un verdadero mito y desde la época de la Ilustración se la presenta como a una “mártir de la ciencia” y símbolo del fin del pensamiento clásico ante el avance del cristianismo.
Los movimientos feministas la han reivindicado como paradigma de mujer liberada, incluso sexualmente, aunque, según algunas fuentes, estuvo casada con otro filósofo y se mantuvo virgen.
También se la ha asociado con la Biblioteca de Alejandría, si bien no hay ninguna referencia que vincule a ambas ya que, según otras fuentes, Hipatia enseñaba a sus discípulos en su propio hogar.
Su vida fue llevada al cine en la película española Ágora, dirigida por Alejandro Amenábar, que narra parte de la vida de esta maravillosa matemática, astrónoma y filósofa egipcia.
La figura de Hipatia, hoy, el día de la mujer, tiene un significado especial al representar una adelantada a su tiempo.
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