domingo, 2 de agosto de 2015

El inquisidor Torquemada, un perseguidor de herejes, descendiente de judíos.

Tal día como hoy 2 de agosto de 1483 el papa Sixto IV nombra a fray Tomás de Torquemada inquisidor de Castilla y León, convirtiéndose poco después en el inquisidor general de toda España.

Torquemada tenía ascendientes judíos y Hernando del Pulgar, al escribir sobre él recuerda que: “sus aguelos fueron de linage de los judios convertidos á nuestra Santa Fé Católica”.

Como es bien sabido “no hay mejor cuña que la de la misma madera” y Torquemada fue en este sentido el paradigma del refrán. Coronada Isabel “la Católica” reina en 1474, fue nombrado uno de sus confesores personales y durante la estancia de la reina en Sevilla entre 1477, se la convenció de la existencia de “prácticas judaizantes entre los conversos andaluces”, lo cual corroboró un informe que hizo Torquemada.

Así, en 1478, los Reyes Católicos solicitaron del papa la creación del Tribunal de la Inquisición, dependiendo directamente de la Corona y el primer auto de fe se celebró en Sevilla en febrero de 1481, donde fueron quemados vivos seis acusados de judeoconversos.

En 1484 Torquemada redactó el reglamento que debía guiar las acciones de los inquisidores y tras el asesinado del inquisidor de Aragón, se extendió también su poder sobre este territorio.

En 1493 se retiró a un convento de Ávila, donde en 1498, con 78 años, acaeció su muerte, tan silenciosa como fue su vida, de la que existe muy poca información, destacándose sus dotes de eficiente administrador, integridad, capacidad de trabajo e insobornabilidad.

Bajo la dirección de Torquemada, La Inquisición vigiló la vida de cada individuo en España con una minuciosidad no igualada hasta el siglo XX, pues desde los 12 años, las niñas y desde 14 los niños, todos eran considerados responsable ante ella.

Algunos historiadores del “Santo Oficio”, aseguran que durante su mandato fueron quemadas más de diez mil personas y que más de cien mil sufrieron penas infamantes, aunque otros rebajan la primera cifra a unos dos mil.

Hoy día en el lenguaje coloquial “ser un Torquemada” equivale a ser: intransigente, cruel, dogmático y dictatorial.

1 comentario:


  1. Sí en realidad: un ser diabólico, cuyo apellido quedó como sinónimo de lo más perverso que la humanidad ha creado y, todo en nombre de la Fé.

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