Se denomina también “Cantón Murciano” a la insurrección federalista que en la Primera República Española, cuyo propósito era instaurar, "desde abajo", la República Federal, sin esperar a que las Cortes aprobaran la nueva Constitución.
La insurrección comenzó el 12 de julio y en su afán de enarbolar una bandera roja y no contar con ella, mandaron izar una turca pero para tapar la media luna blanca de esta, un voluntario, se abrió una vena con la punta de su navaja y tiñó con su sangre lo blanco.
Poco después, la Junta izó la bandera roja en el Ayuntamiento tras tomarlo de forma pacífica y apoderarse del arsenal, consiguiendo que se sumara a la rebelión la flota, la cual sería considerada por los "centralistas" como piratas según decreto de julio de 1873.
El Cantón cartagenero, bien pertrechado con las armas del Arsenal y la flota, resistió los ataques de las tropas del Gobierno, llegando incluso a diseñar planes educativos, que no se llevarían a cabo, decretando el divorcio, derogando la pena de muerte, reconociendo la jornada laboral de ocho horas y suprimiendo los impuestos sobre consumo.
Dispuso de su propio periódico, "El Cantón Murciano" y creó una medalla laureada para los que hubiesen demostrado entrega a la causa cantonal, organizando expediciones para extender la rebelión y conseguir alimentos para Cartagena, siendo la primera a Lorca, con unos 2.000 hombres, constituyó alli una “Junta de Salvación Pública”, aunque sólo duró un día, pues, las autoridades locales la destituyeron.
Una expedición marítima se dirigió a Almería, exigiendo el pago de 10.000 duros como contribución de guerra y el abandono de la ciudad por los militares, pero al negarse, la ciudad comenzó el bombardeo lo cual fue respondido y no se rindió
Después, se dirigieron a Málaga, pero el 1 de agosto, buques británicos capturaron a los cantonales en virtud del decreto del gobierno español que los declaraba “piratas” y una tercera expedición a Chinchilla, compuesta por 3000 hombres resultó un desastre pues perdieron cerca de 500.
La derrota de Chinchilla, dejó solo Cartagena como símbolo de la lucha, siendo cercada y cortado el suministro de agua y alimentos, el 6 de enero de 1874, no se sabe si por un proyectil a un sabotaje, mientras el Parque de Artillería, donde se refugiaba parte de la población explosionó matando a más de trescientas personas, o más de dos mil según la prensa extranjera.
El gobierno cantonal contactó con Estados Unidos, para solicitar la entrada a la Unión, la cual fue estudiada, pero se rindió antes de recibir una respuesta, ya que la situación se hizo insostenible, con muertos en las calles, sin alimentos y con más del 70 % de edificios destruidos o gravemente dañados.
Cartagena durante su lucha acuñó moneda propia, para sostener los gastos, la cual en lugar de ser vales a los que se denominan “billetes”, en el caso de Cartagena, se acuñó moneda de forma honrada, pues eran de mayor pureza y peso que las acuñadas por el gobierno central.
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