El poblado de Calacoaya, era de origen mexica y fue un lugar habitado, donde en la actualidad existe la “Zona Arqueológica de Calacoayan” en el Estado de México.
Sus habitantes eran de origen nahua, cuyo idioma “el náhuatl” es actualmente la lengua nativa con mayor número de hablantes en México, creyéndose que podrían ser un pueblo prehispánico de origen “chichimeca” - nombre con el que los aztecas llamaban a todos que vivían al norte de su territorio – los cuales se instalaron en la Cuenca de México a mediados del siglo XII de nuestra Era.
La matanza tuvo su origen en los sucesos del 30 de junio de 1520, cuando Cortés y los suyos tuvieron que huir de Tenochtitlan, en el episodio conocido como la “Noche Triste”, cuando estando cercados en el palacio de Axayácatl y casi sin alimentos, decidieron huir a medianoche en silencio, siendo descubiertos por los guerreros aztecas.
En cuestión de minutos, la laguna se llenó de canoas con indios armados de lanzas y flechas, en tanto desde las azoteas miles de guerreros atacaban y cortaron los puentes de canoas amarradas unas con otras.
Durante su huida, el ejército de Cortés sufrió bajas muy importantes, siendo atacados fieramente por los indígenas y no logrando refugio en ningún punto, huyeron hacia Totolpepec donde encontraron un sitio fortificado donde guarecerse.
Estando allí refugiados, recibieron una delegación de indígenas amistosos, que les entregaron comida, agua y provisiones, al tiempo que se quejaron a Cortés de los agravios por parte de sus vecinos de Calacoayan, enemigos de los españoles, solicitando al mismo tiempo, su ayuda contra ellos.
Después de la visita, Cortés y su gente vieron, además de atender a quienes les ayudaban, una forma de vengarse de las muertes tenidas en la huida, poniéndose en marcha hacía Calacoayan a donde llagaron el 2 de julio de 1520, y sin mediar provocación alguna, iniciaron un ataque por sorpresa que culminó con la matanza de cientos de calacoayenses y el saqueo e incendio del poblado, cuyos restos forman ahora la zona arqueológica de Calacoaya
El misionero franciscano Bernardino de Sahagún, en su “Historia general de las cosas de la Nueva España” describe así la matanza: “Y cuando hubieron llegado a un sitio que se llama Calacoayan, en una cañada, un poco arriba, allí donde hay cercas de piedra, mataron y apuñalaron los españoles a la gente. No les habían salido al frente las gentes de allí, los habitantes de Calacoayan: sin culpa suya fueron matados. En ellos desquitaron su ira, en ellos vaciaron su venganza”.
La zona donde el hecho sucedió, está en la actualidad en total abandono, habiendo sido expoliada a largo de años sin que las autoridades pusiesen ningún freno, antes al contrario, han otorgado permiso para la edificación de viviendas en los terrenos, habiendo solicitado el Instituto Nacional de Antropología e Historia de de México, protección para de la zona que se planea urbanizar.
Muy buena información,muchas gracias.
ResponderEliminarGracias por la información. Me gustaría saber si ya se ha logró la protección y/o rescate del lugar?? Porque el municipio de Atizapán sigue dando permiso para construir por todo Atizapán, a diestra y siniestra.
ResponderEliminarMuy interesante los echos históricos de mi pueblo de calacouya
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