Tal día como hoy 14 de julio de 1789, se produce en París la Toma de la Bastilla - famosa prisión real - que supuso el fin del Antiguo Régimen.
A pesar de que la fortaleza medieval sólo custodiaba siete prisioneros, su caída en manos de los revolucionarios supuso simbólicamente el punto inicial de la Revolución Francesa.
La importancia de la toma de la Bastilla, representa el derrumbamiento del poder absolutista de la monarquía francesa, pero no fue un acto tan relevante ni política ni estratégicamente como se ha presentado por los historiadores románticos.
Es cierto que en “la Bastille” durante años, se encarcelaba sin juicio a los señalados por el Rey con una simple “Lettre de cachet”, siendo por ello el símbolo de la tiranía, pero su uso militar ya no se justificaba y en 1788 se había decidido su cierre.
En el momento de su caída, sólo acogía a cuatro falsificadores, un enfermo mental, un noble condenado por incesto y un cómplice de una tentativa de asesinato sobre Luis XV.
Según algunos autores, la importancia de la toma de la Bastilla ha sido exagerada, queriendo hacer un símbolo de la República, pero la realidad es que el día del asalto solo estaba defendida por 32 soldados suizos y 82 "inválidos de guerra".
El asedio se saldó con 98 muertos, 60 heridos y 13 mutilados entre los asaltantes, los cuales además de liberar a los prisioneros, se apropiaron de los archivos del “Lieutenant général de police de París” que fueron sometidos a un pillaje sistemático, hasta que dos días después las autoridades decidieron recuperarlo, ya que se trataba, en gran parte, de historiales de delincuentes comunes.
Pensamos que, al margen del valor simbólico que posteriormente se le ha dado, la toma de la Bastilla puede ser considerada como la “última revuelta del hambre medieval” pues el día del asalto, el pan había alcanzado su precio más alto en las tahonas de París.
Desde ese día, nada en Francia y poco después en el mundo entero, sería lo que antes fue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario