Tal día como hoy 11 de diciembre de 1987, la banda terrorista ETA realiza un atentado en la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, matando a 11 personas e hiriendo a 88 más.
El atentado contra la casa cuartel de Zaragoza consistió en la explosión de un coche bomba con unos 250 kg de amonal estacionado junto al edificio del cuartel de la Guardia Civil de la ciudad, ocasionando 11 muertos - entre ellos cinco niñas - y 88 heridos, la mayoría de ellos civiles.
La masacre se producía sólo seis meses después de que ETA asesinara a 21 personas en el atentado de Hipercor, mediante la colocación de otro coche bomba en un centro comercial de Barcelona.
A las 6:10 de la mañana del 11 de diciembre el guardia civil que custodiaba la puerta del cuartel se apercibió de que dos hombres estacionaban un vehículo frente a ésta. Cuando se dirigió hacia ellos para avisarles de que no podían dejar el automóvil allí, éstos se dieron a la fuga, por lo que sospechó que podría tratarse de un atentado y regresó al cuartel a dar la voz de alarma, mientras los terroristas montaron en otro vehículo y abandonaron el lugar.
Sin tiempo para avisar a las personas que dormían, los 250 kg de amonal explotaron, produciendo el derribo instantáneo de las cuatro plantas del edificio y la onda expansiva afectaba también a las casas colindantes.
Inmediatamente llegaron al lugar efectivos de la Cruz Roja, fuerzas de seguridad y personal médico para socorrer a las víctimas. El derrumbe del edificio provocó que se tuviera que proceder al desescombro en busca de personas atrapadas y en el trasiego de vehículos de urgencia, tuvo lugar la muerte accidental del conductor de un ciclomotor que fue arrollado por uno de los vehículos.
Los bomberos fueron extrayendo escombros y apareciendo las víctimas, hasta un total de 11, entre las que se encontraban dos gemelas de 3 años, una niña de 7 años y otra de 6. Además, se produjeron 88 heridos, algunos de los cuales sufrieron serias amputaciones.
Los trabajos se prolongaron durante toda la noche y a las 13 horas del día siguiente, se encontró el cuerpo sin vida de una niña de 3 años y a las 13:45 los últimos cuerpos, que correspondían a dos adultos, uno de ellos la esposa de un guardia civil también fallecido.
La autoría de la matanza de Zaragoza correspondió al
“Comando Argala”, compuesto por ciudadanos franceses que regresaban a
Francia tras la comisión de cada atentado, al no tener las autoridades
españolas jurisdicción en territorio francés. Años más tarde, entre 1989
y 1992, fueron detenidos tanto los autores materiales como los
intelectuales del atentado en varias operaciones policiales
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