A finales de enero de 1606, descubrirán la mayor parte de las islas Nuevas Hébridas y el archipiélago de la actual República de Vanuatu. Los europeos no se asentarán en las islas hasta finales del siglo XVIII.
Pedro Fernández de Quirós fue un marino y explorador portugués al servicio de la Monarquía Hispánica, nacido en Évora – Portugal- que muy joven se incorporó a la Armada Española – que entonces pertenecía a la misma Corona- y se hizo marino y navegante experimentado, visitando Roma en 1600, donde obtuvo apoyo del papa Clemente VIII para seguir con otras exploraciones.
En 1605 partió de Perú con la intención de encontrar la “gran tierra del sur mítica”, y conquistarla para España y la Iglesia. La expedición, con las tres naves salió del Callao el 21 de diciembre de 1605 con 300 marineros y soldados alcanzando en 1606 las islas Tuamotu y las islas más adelante llamadas Nuevas Hébridas – hoy Vanuatu-.
En esta isla fundó una ciudad imaginaria que denominó Nueva Jerusalén y creó la Orden de Caballería del Espíritu Santo, por la que hizo caballeros a sus compañeros de expedición, hechos por los que se le denominó "el Quijote del Océano".
Como los indígenas daban muestras de hostilidad, en junio de 1606 salió con la flota de la isla, pero inmediatamente cambió de parecer y ordenó regresar a la bahía para invernar. Una fuerte tempestad dispersó sus navíos, alejando el de Fernández de Quirós, por lo cual y debido a la presión de la tripulación hubo de continuar rumbo a México, donde recibió numerosas acusaciones y apenas pudo reunir los recursos suficientes para volver a España y dar cuenta de su misión al rey.
Llegó a la Corte en octubre de 1607 y solicitó una nueva escuadra al rey, quien le ofreció la suma de 500 ducados y por una Real Cédula de 21 de octubre de 1614, el monarca ordenó al virrey de Perú que le preparase una armada a su llegada a aquellas tierras. Sin embargo, su empeño no pudo verse satisfecho, ya que falleció a su llegada a México.
El nombre de Pedro Fernández de Quirós se recuerda hoy en Australia porque hay muchos autores que defendían la teoría de que Quirós descubrió Australia mucho antes que Willem Janszoon, Abel Tasman o James Cook . Entre ellos se encontraba el arzobispo de Sídney, y así se enseñó en las escuelas católicas durante muchos años.
Basándose en esta creencia, el poeta australiano James McAuley, escribió un poema épico llamado Captain Quiros -Capitán Quirós- en 1964, en el que muestra a Quirós como un mártir por la causa de la civilización cristiana católica.
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