Tal día como hoy 29 de agosto de 1874, nace en Sevilla el poeta y dramaturgo Manuel Machado, un poeta enmarcado en el modernismo y hermano de Antonio Machado.
Su infancia transcurrió en el Palacio de las Dueñas, donde su familia había alquilado una de las estancias y cuando Manuel tenía cinco años, la familia se trasladó a Madrid, al conseguir su abuelo paterno, una cátedra en la Universidad Central. En Madrid inició sus estudios en la Institución Libre de Enseñanza, dirigida por Francisco Giner de los Ríos, gran amigo del abuelo y más tarde los completó con la licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad de Sevilla, en 1897.
Entregado a la vida bohemia madrileña, Manuel empezó a dar a conocer sus primeras poesías y colaborar en publicaciones y en marzo de 1898, viajó a París para trabajar como traductor en la editorial Garnier, donde publicó su primer libro “Alma”, permaneciendo en la capital francesa hasta 1903, compartiendo piso con Amado Nervo, Rubén Darío y con el actor Ricardo Calvo.
En 1903 estrenó en Sevilla “Amor al vuelo”, comedia escrita en colaboración con su amigo José Luis Montoto y tras publicar “El mal” se casa, con Eulalia Cáceres y el matrimonio se trasladó a Madrid, donde Manuel “se consagró a su mujer con devoción única”.
En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial y Manuel deja clara su posición "aliadófila" y acabada la contienda, viajó por Francia y Bélgica como corresponsal de El Liberal. En 1921 publicó el que muchos han considerado su mejor poemario, “Ars moriendi”.
Durante los años veinte, los dos hermanos Machado colaboran con gran éxito, en una serie de comedias en verso y José Antonio Primo de Rivera – fundador de la Falange - asiste con su padre, al homenaje rendido a los dos hermanos con motivo del estreno de “La Lola se va a los puertos”.
En 1931, Manuel hace público, en colaboración con el músico Oscar Esplá, el borrador de un himno para la Segunda República Española y aparece en la lista de intelectuales españoles que en 1933 fundaron la Asociación de “Amigos de la Unión Soviética”.
El inicio de la guerra civil le separó del resto de su familia pues la rebelión militar del 18 de julio le sorprende con su mujer en Burgos y en una entrevista concedida a una revista francesa en julio de 1936, Manuel comete la indiscrección de comentar que “esto puede durar siete años, como la guerra carlista”, lo cual es aprovechada por el corresponsal de ABC en París, para denunciarlo, iniciándose el “festival de las envidias en España”, que causarán tantos muertos.
Manuel fue detenido por la policía el 29 de septiembre, permaneciendo encarcelado hasta el 1 de octubre, gracias a una larga lista de intercesores por su libertad. Ya libre, continuó escribiendo poesía como “Los versos del combatiente” o “la Corona de sonetos” en honor de José Antonio Primo de Rivera, culminando su compromiso político-literario con el poema “Al sable del Caudillo”, al tomar Madrid las tropas rebeldes en 1939.
No ha quedado claro cómo se llegó a enterar Manuel de la muerte de su madre y de su hermano Antonio, pero el caso es que fueron a Francia y allí se les informó de que las muertes habían ocurrido en Colliure, donde acudieron él y Eulalia, permanecieron dos días, regresando luego a Burgos.
Tras la guerra, se reincorporó a su cargo de director de la Hemeroteca y del Museo Municipal de Madrid, jubilándose poco después. Siguió escribiendo poesía, en gran parte de carácter religioso, influido por su esposa y el entorno. Fallecido en Madrid el 19 de enero de 1947, fue enterrado en el cementerio de La Almudena, tras un funeral presidido por el ministro de Educación Nacional, Ibáñez Martín y José María Pemán, en aquellos días director accidental de la Real Academia.
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