jueves, 8 de junio de 2017

Biografía breve del profeta Mahoma


Tal día como hoy 8 de junio de 632, durante una peregrinación, muere en Medina – Arabia-  a la edad de 62 años, Mahoma, fundador del Islam que debido a su actividad religiosa y política, consiguió la unidad de los pueblos árabes, permitiendo la fundación de un reino que, basándose en el Islam, logró una posición de fuerza frente a otras grandes potencias de la época

Nació en el 570 d.C. en una familia pobre de la tribu de Quraysh, que los musulmanes celebran con la fiesta del Mawlud y cuando quedó huérfano a los seis años de edad fue educado por su abuelo y después se fue a vivir con su tío, en sus viajes de comercio.

Trabajó de mercader a las órdenes de una viuda rica llamada Jadicha,  con la que a los 25 años se casó y le dio una posición social desahogada y ser un comerciante respetado.
   
Conoció superficialmente las dos grandes religiones monoteístas de su época, cristiana y judía que habitaban en La Meca, religiones a  las que no rechazaba, pero dijo que él había sido enviado por Alá para perfeccionarlas y con tan escasa cultura - pues se asegura en el Corán que era analfabeto- se permitió crear una religión que serviría de base para toda una cultura de difusión universal.

Con cuarenta años, Mahoma comenzó a retirarse al desierto, en donde se dice que recibió la revelación de su dios -Alá-, que le hablaba a través del arcángel Gabriel y le comunicaba el secreto de la verdadera fe.

Animado por su mujer Jadicha, comenzó a predicar como los grandes profetas monoteístas: Abraham, Moisés y Jesucristo y cuando sus seguidores se hicieron numerosos, las autoridades empezaron a verle como una amenaza contra el orden establecido y comenzaron las persecuciones.

Las amenazas a la seguridad de Mahoma llegaron hasta tal punto que, después de la muerte de su mujer Jadicha decidió huir a Medina el 16 de julio del año 622 fecha que se considera  -la Hégira - como fecha fundacional de la era islámica.

Los seguidores de Mahoma empezaron a practicar asaltos contra caravanas y poblaciones del entorno como medio de vida. Escaramuzas elevadas a la categoría de batallas por la historia oficial, que fueron descubriendo a los musulmanes la “guerra santa” y el uso de la fuerza para someter a los infieles.

Mahoma se convirtió en un jefe no sólo religioso, sino político y militar hasta que los enfrentamientos entre Medina y La Meca culminaron con la conquista de esta última ciudad por los mahometanos en el 630. Poco antes de morir, Mahoma realizó una peregrinación de Medina a La Meca, que ha servido de modelo para este rito que todo musulmán debe realizar una vez en su vida.

En los dos últimos años de vida de Mahoma el Islam se extendió al resto de Arabia y al morir sin heredero varón, estallaron las disputas por la sucesión, que recayó en el yerno del profeta, Abú Bakr, convertido así en el primer califa o sucesor.

A la muerte de Mahoma el Islam se extendió con rapidez, mediante la guerra santa y en el año 711 los musulmanes cruzaron el estrecho de Gibraltar y, conquistaron casi toda la Hispania visigoda, en donde estuvieron 8 siglos, hasta ser finalmente expulsados.

En un primer momento, practicaban cierta tolerancia hacia cristianos y judíos, pero pronto exigieron un impuesto especial que debían pagar los que no se convertían al islam y se les prohibía construir o reparar sus templos que fueron transformados en mezquitas.


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