Tal día como hoy el 15 de marzo del 44 a. C. Julio César es asesinado por un grupo de senadores romanos.
La conspiración para asesinarle involucró a unos sesenta senadores, con motivaciones muy diversas; desde sentido patriótico de restaurar la República, a rencor o envidia y hasta enemigos, a los que Cesar había perdonado vida y hacienda, dándoles incluso cargos.
Un grupo de conspiradores, le interceptó en el senado y lo condujeron a una habitación, donde le entregaron una petición. En ese momento, se lanzaron sobre el dictador incluido su pariente Marco Junio Bruto. César, intentó escapar pero cayó y los asesinos mientras yacía indefenso le asestaron 23 puñaladas.
Hay quien sostiene que sus últimas palabras fueron “¡Tú también, Bruto, hijo mío!”.Plutarco en cambio dice que solo se cubrió la cabeza con la toga. También afirma este autor que, César había sido advertido del peligro por un vidente y ese día cuando iba al Senado, le llamó para decirle: “Los idus de marzo ya han llegado”; a lo que el vidente contestó: “Sí, pero aún no han acabado”.
La muerte de Julio César, lejos de restablecer la antigua legalidad republicana, reabrió otra vez la guerra civil, que tuvo como nuevos protagonistas a Marco Antonio, Lépido y Octavio.
La República Romana había muerto y se iniciaba el Imperio.
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