Tal día como hoy 28 de marzo de 1964, Manuel Cortés Quero "El Topo de Mijas" - Málaga-, último alcalde republicano del pueblo, decide entregarse tras haber permanecido oculto en su casa treinta años.
Con la llegada de las tropas de Franco en 1937, huyó del municipio con su mujer y su hija de año y medio de edad, caminando durante todo el día por la sierra hacia la carretera de Almería, pero decidió que mujer e hija debían regresar a Mijas y tomó él solo el camino de Almería.
Dos años más tarde, desde Valencia y en medio del caos de la derrota, decidió volver a su pueblo lo que hizo en noviembre de 1939, iniciando un largo confinamiento en su casa en donde acondicionó un refugio, del que salía solo de noche para estirar las piernas mientras de día permanecía en el camastro o paseaba por el cuarto con cuidado de no hacer ruido.
Durante todo este tiempo, sus distracciones fueron la radio, la lectura y fumar incansablemente, ayudando a su mujer en casa con el esparto y viendo la boda de su hija desde un pequeño agujero en la pared, cuando iba hacia la iglesia.
Tras muchos años, por fin llegó la noche del 28 de marzo de 1969 y en un acuerdo del Gobierno de Franco se amnistiaron todos los delitos cometidos durante la guerra civil. Había esperado durante 30 años.
El Ministro Fraga anunció el perdón y Manuel decidió presentarse, acompañado de su mujer. su yerno y el entonces alcalde de Mijas, al cuartel de la Guardia Civil de Málaga, donde el Teniente Coronel jefe le informó que era libre, mientras periodistas de todo el mundo no tardaron en llegar, como moscas
Después, una multitud de personas del pueblo y de otros de alrededor, fueron a visitarle y darle la enhorabuena y como es natural todo los medios de comunicación, tantos españoles como extranjeros, acudieron para hacer sus reportajes, pasando nuestro hombre de la clandestinidad a la fama en unas horas.
Al día siguiente Manuel Cortés Quero, tomada asiento en el patio de su casa y se tostaba al sol, ejercicio prohibido durante treinta años y dicen que allí pronunció una frase dirigida a sus correligionarios del partido socialista: “Al menos para mí, la guerra ha terminado...”
Su pueblo se había convertido en otro durante su forzado encierro, por primera vez pudo ver a los “burro taxi”, toda una institución mijeña y uno de sus principales atractivos turísticos, a los que el Ayuntamiento que él un día presidió, hubo de construir aparcamiento especial para ellos
Su historia fue recogida en las obras de Manu Leguineche y Jesús Torbado "Los topos" de 1977 y Ronald Fraser "Escondido", "In hiding: the life of Manuel Cortés", de 1972.
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