Tal día como hoy 16 de marzo de 1938, durante la Guerra Civil española, se inician intensos bombardeos aéreos sobre Barcelona.
De todos los bombardeos en la Guerra Civil, los de Barcelona del 16, 17 y 18 de marzo, fueron posiblemente los más terribles, causando entre 880 y 1300 muertos y cerca de 2000 heridos, entre la población civil, estando considerado uno de los primeros bombardeos de saturación de la historia.
La acción fue ordenada personalmente por Benito Mussolini sin conocimiento de Franco, pues Italia tenía autonomía para usar sus bases aéreas de Mallorca, habiendo efectuado ya bombardeos en varias ocasiones sin contar con una autorización expresa de los militares franquistas.
La estrategia que utilizaron fue completamente nueva, pretendiendo unicamente aterrorizar, pues se cebaron en los barrios residenciales y el casco viejo de la ciudad, siendo calificada por el diario “La Vanguardia de Barcelona” el 18 de marzo como "la fórmula guerrera más canallesca y miserable que haya cabido en cabeza humana".
Las primeras bombas cayeron la noche del 16 de marzo y los ataques finalizaron la tarde del día 18, con un total de 17 incursiones, casi todas en intervalos de tres horas, siendo el día más sangriento la jornada del 17, cuando casi todas las acciones se llevaron a cabo por la noche.
Los alemanes se desvincularon de los hechos y el embajador alemán informó a Berlín que “los ataques aéreos efectuados hace unos días sobre Barcelona, fueron obra exclusiva de bombarderos italianos" cayendo las bombas en la parte central y más poblada de la ciudad, sin que se buscara ningún objetivo concreto y de forma totalmente indiscriminada.
El 17 de marzo una bomba cayó en el centro de la ciudad, sobre un camión militar que transportaba dinamita ocupado por 23 soldados, explosionando y muriendo todos ellos y los transeúntes de los alrededores, llegándose a hablar de que los italianos habían lanzado sobre Barcelona una "superbomba" por los tremendos destrozos que causó.
Aunque la República disponía de cazas para repeler la agresión, las rivalidades y envidias internas impidieron aprovechar estos recursos y el desánimo se extendió entre la población civil indefensa.
Franco, enfadado, ordenó parar los bombardeos el 19 de marzo, una vez que se habían producido las primeras reacciones de rechazo internacional, para evitar "complicaciones exteriores", pese a lo cual las reacciones fueron unánimes en todo el mundo, a excepción de Alemania e Italia.
En enero de 2013 la Audiencia de Barcelona admitió a trámite la querella criminal presentada por dos víctimas de los bombardeos y una asociación de italianos residentes en Barcelona, contra 21 aviadores de la “Aviazione Legionaria” italiana , aunque no se sabe si alguno de ellos aún está vivo.
En 2013, una obra de teatro representó la tragedia que se vivió en la ciudad durante los bombardeos, a través de la historia del reencuentro de dos amigas separadas por la guerra, estrenada en el Teatro Nacional de Cataluña.
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