Tal día como hoy 16 de julio de 1898, en el contexto de la guerra hispano-estadounidense, tiene lugar la rendición española de Santiago de Cuba y la firma del armisticio entre ambos contendientes
Las tropas estadounidenses - bajo el pretexto de ayudar a Cuba - ocuparon la isla en 1898, poco después de que esta se independizara de España y continuó la guerra hasta vencer por completo, pese a lo cual, la ocupación militar norteamericana no se retiró hasta 1902
La ocupación estadounidense de Cuba tuvo lugar durante la lucha contra la dominación colonial española, y a finales de 1897 desaparece por completo la falsa posición de EE. UU. de ayudar a la independencia cubana y empiezan a mostrar su verdadero interés por abrir paso a los inversionistas estadounidenses en el mercado cubano, que se consideraba lleno de posibilidades.
Estas intenciones quedaron evidenciadas en el Tratado de París - 10 de diciembre de 1898- entre España y Estados Unidos, en el cual fueron excluidas las exigencias cubanas y los territorios que le eran arrebatados a España quedaban bajo el dominio estadounidense.
Las tropas estadounidenses - que se auto proclamaron liberadoras de Cuba - desfilaron en varias ciudades como las auténticas vencedoras y apenas se mencionó el esfuerzo de los mambises. A pesar de que estos fueron los que prácticamente liberaron Cuba y dieron una gran ayuda a las fuerzas estadounidenses, a menudo la guerra se denomina tan solo “guerra hispano-estadounidense”.
La situación tomó otro rumbo, cuando la actitud aparentemente desinteresada de los norteamericanos, se convirtió en una ocupación militar, que sometió a Cuba hasta dejarla indefensa, sin su protección.
Desde el 1 de enero de 1899 y ante los temores de que los cubanos continuaran su lucha, el gobernador militar norteamericano dejó a la población cubana y al ejército libertador sin armas, con el objetivo de eliminar toda posibilidad de resistencia.
Para ello se licenció al Ejército Libertador Cubano, lo que en realidad significaba tener en sus manos por completo el país y quedar como soberanos, para lo cual se licenciarán a todos sus integrantes y se deshace el Partido Revolucionario Cubano, fundado por José Martí.
Así continuó la situación hasta los primeros años del siglo XX en que se organizaron elecciones para la presidencia del país, previos a la definitiva retirada de las fuerzas estadounidenses.
Los candidatos fueron Máximo Gómez, Bartolomé Masó y Tomás Estrada Palma, siendo elegido este último, que tomaría el poder el 20 de mayo de 1902, convirtiéndose en el primer presidente de Cuba libre, cuando por fin, se izó la bandera cubana en toda la isla, y se arrió la norteamericana, aunque la influencia estadounidense se mantuvo realmente durante décadas.
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