Tal día como hoy 17 de julio de 1918, el buque el RMS Carpathia, el primer barco que rescató 705 supervivientes del Titanic, es hundido en Irlanda por un submarino alemán.
El Carpathia fue un transatlántico británico, botado en agosto de 1902 y diseñado para transportar inmigrantes del este europeo y personas de clase media, ofreciendo un confort mayor que el de otros buques de la época.
Tras nueve años en servicio, en la madrugada del 15 de abril de 1912, El Carpathia recibió las llamadas de socorro del Titanic mientras realizaba su travesía desde Nueva York hacia Europa.
El capitán cambió el rumbo del barco para ir al rescate, consiguiendo que este lograse su récord de velocidad, rescatando a setecientos cinco supervivientes y regresando a Nueva York el día 18 de abril, hechos por lo que la prensa de la época, consideró como héroes al capitán del barco y su tripulación.
El Carpathia, continuó su servicio durante la Primera Guerra Mundial, actuando como buque de transporte de tropas, pero la desgracia parecía perseguir a este barco y aunque había viajado frecuentemente en convoyes, habiendo escapado en muchas ocasiones de situaciones peligrosas y ataques de submarinos alemanes, el 17 de julio de 1918 formando parte de uno de ellos, fue avistado por el submarino alemán SM U-55, cerca de la costa de Irlanda.
El submarino le disparó dos torpedos, impactando el primero entre el almacén de carga y el de carbón, mientras el segundo alcanzó la sala de máquinas matando a cinco personas e hiriendo a otras dos, mientras las explosiones destruyeron los sistemas eléctricos, la radio, y algunos botes salvavidas.
El capitán ordenó entonces la evacuación inmediata, señalizó con banderas su situación y lanzó fuegos artificiales con el fin de llamar la atención de los barcos de protección, mientras El Carpathia comenzó a hundirse por la proa.
Una hora después, el U-55 - que se había sumergido - fue avistado nuevamente y disparó un tercer torpedo, acertando de nuevo al Carpathia, que se hundió totalmente diez minutos después.
En la primavera de 2000, el arqueólogo marino y escritor estadounidense Clive Cussler anunció que había encontrado los restos del Carpathia, a una profundidad de 150 metros, al sur de Fastnet (Irlanda).
El buque yace en el fondo del mar y actualmente se está empezando a desmoronar, pero al estar en un lugar remoto, los restos fueron explorados pocas veces aunque algunos objetos consiguieron ser recuperados.
Su destino, como el del Titanic al que auxilió, parecía estar marcado con el mismo final.
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