Tal día como hoy 20 de julio de 1304, nace en Arezzo - Italia- Francesco Petrarca, poeta y humanista italiano, cuya poesía unirá el cristianismo con la cultura clásica.
Su obra más conocida, "Canzoniere", se compone de 366 poemas, la mayoría sonetos o formas más breves. La primera sección dedicada a su amor por Laura mientras vivía y la segunda a su pasión después de su muerte.
Durante su niñez y su primera adolescencia residió en distintas ciudades italianas y francesas, debido a las persecuciones políticas de que fue objeto su padre, adherido al partido negro güelfo. Cursó estudios de leyes en Carpentras, Montpellier, Bolonia y Aviñón, si bien nunca consiguió graduarse.
Según relata en su autobiografía y en el Cancionero, el 6 de abril de 1327, vio en la iglesia de Santa Clara de Aviñón a Laura, de quien se enamoró profundamente. Se han hecho numerosos intentos por establecer la identidad de Laura, e incluso sus contemporáneos llegaron a poner en duda su existencia, considerándola una creación para el juego literario.
Petrarca defendió siempre, sin embargo, su existencia real, aunque sin revelar su identidad, lo que ha inducido a pensar que quizá se tratara de una mujer casada. Sí que está comprobado, en cambio, que mantuvo relaciones con otras mujeres y que dos de ellas, cuyos nombres se desconocen, le dieron dos hijos: Giovanni y Francesca.
La lectura de las Confesiones de Agustín de Hipona, en 1333 lo sumió en la primera de las crisis religiosas que le habrían de acompañar toda la vida, y que a menudo se reflejan en su obra, al enfrentarse su apego por lo terreno a sus aspiraciones espirituales.
Durante su estancia en Aviñón coincidió con Giacomo Colonna, amistad que le permitió entrar al servicio del cardenal Giovanni Colonna. Para este último realizó varios viajes por países europeos, que aprovechó para rescatar antiguos códices latinos de varias bibliotecas.
Con el fin de poder dedicarse en mayor medida a la literatura, intentó reducir sus misiones diplomáticas, y para ello consiguió una canonjía en Parma en 1348, que le permitió disfrutar de beneficios eclesiásticos. Posteriormente se trasladó a Milán, donde estuvo al servicio de los Visconti a Venecia y a Padua, donde le regalaron una villa en la cercana población de Arqua, en la cual transcurrieron sus últimos años.
Su producción puede dividirse en dos grupos: obras en latín y obras en lengua vulgar. Las primeras fueron las que le reportaron mayor éxito en vida, y en ellas cifraba Petrarca sus aspiraciones a la fama. Cabe destacar, en este apartado, el poema en hexámetros África, que dejó inacabado y las doce églogas que componen el Bucolicum carmen y la serie de biografías de personajes clásicos titulada De viris illustribus.
Petrarca logró en vida una importante fama como autor latino y humanista, tal como prueba su coronación en Roma como poeta, en 1341. Sin embargo, sus poemas en lengua vulgar recogidos en el Cancionero, fueron los que habían de darle fama inmortal.
Aunque Petrarca los llamaba pasatiempos, lo cierto es que nunca dejó de retocarlos para su articulación en una obra conjunta, lo cual denota una voluntad de estilo que por otra parte resulta evidente en cada una de las composiciones, de técnica perfecta y que contribuyeron a revalorizar la lengua vulgar como lengua poética..
No hay comentarios:
Publicar un comentario