miércoles, 26 de julio de 2023

La batalla de Valdejunquera, entre cristianos y musulmanes

Tal día como hoy 26 de julio de 920 cerca de Pamplona -España- los musulmanes derrotan en la batalla de Valdejunquera a la alianza cristiana navarro-leonesa.

La batalla de Valdejunquera, fue un combate librado el 26 de julio del año 920 entre el ejército del emir cordobés Abderramán III y el formado por las fuerzas conjuntas de los reyes Ordoño II de León y Sancho Garcés I de Pamplona, que tuvo lugar cerca de la fortaleza de Muez, en el valle de Junquera, situado entre los actuales Muez, Viguria e Irujo.

Abderramán salió de Córdoba el 4 de julio, para dirigir una campaña de castigo por la derrota musulmana por parte de la coalición pamplonesa-leonesa en la batalla de Castromoros, y tras tomar la plaza de Calahorra se dirigió hacia la capital del reino pamplonés.

El rey de Pamplona aguardaba dentro de Arnedo, pero viendo que las tropas musulmanas, después de tomar Calahorra, se dirigían hacia su capital, se apresuró a ir al norte y unir sus tropas con las del rey de León, quien venía en su ayuda. 

Los andalusíes siguieron a Viguera, donde derrotaron a las primeras fuerzas conjuntas que les opusieron Ordoño y Sancho, llegando por fin a Muez, en el valle de Junquera, lugar situado a unos 25 km al suroeste de Pamplona.

En la subsiguiente batalla, el 26 de julio de 920, el emir cordobés derrotó nuevamente a las escasas huestes reunidas por leoneses y pamploneses, quedando cautivos los obispos de Tuy y Salamanca. 

Los supervivientes se refugiaron en las fortalezas de Muez y Viguera, que fueron cruelmente asediadas por el emir cordobés. Tras tomar las plazas, todos los cautivos fueron degollados, y, finalmente, arrasó los campos antes de volver a Córdoba.

De tal descalabro se culpó a los condes castellanos Nuño Fernández, Abolmondar Albo y su hijo Diego, y Fernando Ansúrez, por no haber acudido al combate. 

Convocados por el monarca en el lugar de Tejar, a orillas del Carrión, los condes fueron apresados y encarcelados -aunque según la tradición fueran muertos-. En cualquier caso, debieron ser liberados poco tiempo después, ya que la documentación los presenta actuando con normalidad.

Abderramán III logró una incuestionable victoria el 26 de julio, procediendo seguidamente a devastar los territorios próximos, hasta que el 26 de agosto dio la orden de regresar a Córdoba


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