Para muchos, puede resultar extraño, que Picasso fuese nombrado director del Museo del Prado e incluso, muy poco se ha comentado sobre este nombramiento, cosa comprensible durante los 40 años del franquismo, ya que el pintor malagueño se mostró siempre contrario a la dictadura.
No obstante Picasso, artista dedicado al cubismo y rupturista, puede parecer extraño que sintiera devoción hacia el Prado, pero desde 1895 en su adolescencia lo visitó, ya que en esta pinacoteca se exponían obras de El Greco,Velázquez y Goya, a los que Picasso tuvo como modelos y a los que admiraba profundamente.
Por ello, cuando años después, al comienzo de la Guerra Civil Española, Picasso se encontraba en París, el último presidente de la II República Manuel Azaña, en septiembre de 1936 le nombró por decreto, director del Museo del Prado.
Era este un nombramiento simbólico pues unía el nombre del artista español vivo más conocido, con la más grande institución cultural del país, aunque comenzada ya la guerra, ni Picasso llegó a incorporarse a su despacho en Madrid, ni tampoco fue publicado después su cese.
Entonces, nadie pensó que el golpe de estado llevado a cabo por Franco en julio de ese año, duraría tanto tiempo y por esto, el nombramiento quedó en eso, pues Picasso nunca llego a pisar su despacho en Madrid, aunque poco después interviniera en la decisión de evacuar gran cantidad de obras de arte hacia Valencia o Francia para protegerlas de la guerra.
Su cargo duró por lo tanto, lo que restó hasta el final de la guerra, es decir, 3 años, pero nunca realizaría labores propias de este, mostrándose siempre en contra del golpe militar, como quedó patente en una de sus declaraciones sobre el Guernica, realizada mientras aún trabajaba en él.
“Cuando comenzó la reacción, el constitucional y democrático gobierno de la república española me nombró director del Museo del Prado, puesto que acepté inmediatamente. En el mural en el que estoy actualmente trabajando y que titularé Guernica, y en todas mis obras artísticas recientes, expreso claramente mi horror por la casta militar que ha sumido a España en un océano de horror y muerte”.
El Prado había sido siempre algo mítico para Picasso, por eso no es extraño que expresara el deseo de que su cuadro indudablemente más famoso, llegara a figurar en este Museo.
Durante la dictadura, Picasso optó por dejar el cuadro en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, aunque expresó su voluntad de que fuera devuelto a España cuando volviese al país la democracia
La llegada del Guernica pues - uno de los más ilustres “exilados” del régimen franquista - marcó un punto de inflexión en el proceso de la transición española, e hizo necesaria una complicada negociación en la que el concepto “república” fue sustituido por “régimen democrático”, y el Museo del Prado por el Casón del Buen Retiro.
En 1981 la obra llegó finalmente a España y se expuso al público, primero en el Casón del Buen Retiro como en principio estaba previsto, y desde 1992, en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde se encuentra en exhibición permanente.
Muchas grácias José Maria , no sabia que Picasso habia sido director del Museo del Prado,aunque fuera desde lejos.
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