Ha llegado el otoño con su nostalgia triste,
con sus tardes plomizas de nubarrones grises,
con bandadas de pájaros preparando su ida,
y calles tapizadas con las hojas caídas.
Ha llegado el otoño con alamedas pardas,
con su sol más cobarde y sus noches más largas,
con la vuelta al colegio y su melancolía,
con la antigua pereza en mañanas más frías.
Ha llegado el otoño, y otra vez, como siempre,
se ha metido en mi alma como cada septiembre,
y me ha vuelto más solo, más débil, más ausente,
sembrando en mi ser todo, un algo decadente.
Ha llegado el otoño y con él otro año,
se ha llenado mi espíritu de atavismos de antaño,
de tristezas pasadas, de temores y ausencias,
y también, en el fondo, de dulce complacencia.
J.M. Hidalgo
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