Juan Sebastián Elcano, fue un marino español que participó en la expedición de la primera vuelta al mundo iniciada por Fernando de Magallanes, quedando al frente de esta tras la muerte de Magallanes..
Desde joven, se enroló en barcos pesqueros y comerciales, en los que adquirió gran experiencia marinera y en 1509 se alistó en la expedición militar contra Argel dirigida por el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, la cual conquistó esta plaza.
A su regreso, se estableció en Sevilla, donde tuvo conocimiento del proyecto del portugués Fernando de Magallanes, el cual tenía la convicción de que debía existir un paso al sur de la costa sudamericana para llegar a la India por occidente, ruta que era de vital interés para la monarquía española, ya que la costa africana estaba bajo el control de Portugal.
Magallanes, tras renunciar a la nacionalidad portuguesa, logró interesar en el proyecto al rey Carlos I, quien puso a su disposición cinco naves, con una tripulación de 270 hombres, siendo nombrado gobernador de las tierras que pudiera descubrir y la veinteava parte de los eventuales beneficios.
Fue así como en 1519, Elcano se alistó en la expedición como contramaestre de una de las naves y desde Sevilla, en agosto de 1519, descendió por el Guadalquivir hasta Sanlúcar de Barrameda, donde se acabó de avituallar, mientras el propio Magallanes otorgó testamento, como era costumbre en tales casos.
Por fin el 20 de septiembre zarparon de Sanlúcar, con intención de encontrar el paso a las islas de las Especias, la llamada ruta hacia el oeste, que ya había buscado Colón y, el 21 de octubre de 1520 accedieron al estrecho, llamado hoy de Magallanes, que les permitió contornear el continente americano, y un mes después, encontraban al otro lado un océano de aguas tranquilas, ante cuya vista el navegante lloró.
La expedición, plagada de contratiempos y dificultades, causó la muerte de Magallanes en Filipinas, en 1521, durante una escaramuza con los indígenas, siendo elegido en sustitución Gonzalo Gómez de Espinosa y, al frente de la nao Victoria Juan Sebastián Elcano, pero el tener vías de agua la nave de Espinosa, se quedó en el puerto de Tidore - Indonesia - y Elcano tomó el mando de la expedición de regreso, decidiendo navegar hacia el oeste, bordeando África por rutas conocidas con posibilidades de hacer aguadas.
La falta de víveres, le obligó a repostar en las islas de Cabo Verde, donde varios tripulantes fueron apresados por el gobernador portugués y el resto hubo de huir apresuradamente, descubriendo allí que era un día de menos, consecuencia de haber dado una vuelta completa al mundo.
Por fin, la expedición llegó a Sanlúcar de Barrameda en 1522, con sólo 18 hombres de los 270 que habían partido de allí mismo tres años antes.
El emperador Carlos V recibió a Elcano, aunque no fue muy generoso en las recompensas por su hazaña, pese a que el viaje constituyó un éxito, tanto geográfico como económico, ya que la venta de las mercancías sufragó, sobradamente, los costes de la expedición.
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