Tal día como hoy 6 de junio de 1554, mediante una Cédula autógrafa de Carlos V, se reconoce como hijo natural suyo a Juan de Austria.
El Emperador no lo reconoció como hijo hasta su muerte, pero hizo todo lo posible para que se fuera a vivir a Cuacos con la mujer que lo cuidadaba como si fuera suyo
Hubo otro asunto familiar que también preocupó a Carlos V en su retiro en Yuste: su hijo Jeromín, conocido en la historia como don Juan de Austria.
Jeromín, nacido en 1545, después de que el Emperador enviudase, era hijo de una mujer alemana, Bárbara Blomberg, y fue entregado con gran secreto a la esposa del mayordomo de Carlos V Luis Quijada, Magdalena de Ulloa, para que lo criase.
Al final de su vida, Carlos V, preocupado por la sucesión y decepcionado porque su único nieto, Carlos, era retrasado, quiso tener cerca a su último hijo y pidió reiteradamente a su mayordomo Quijada que trajese a su mujer y a su vástago ilegítimo a vivir a Cuacos.
Quijada, al que no le gustaba nada Yuste, se resistía, y demoró todo lo que pudo la venida de su esposa y de hecho, aunque el Emperador hace expresa la petición en el verano del 1557, doña Magdalena y Jeromín no llegarían a Cuacos hasta un año después.
Todavía se conserva la casa donde vivieron, que hoy es sede de la Mancomunidad de La Vera. En contra de lo que dice la leyenda, los historiadores sólo han sido capaces de documentar un encuentro entre Jeromín y el Emperador, en una visita que el muchacho hizo con doña Magdalena a Yuste.
El secreto con que se llevaba este asunto era tal, que hasta que no murió el Emperador, a Jeromín no se le cita en cartas ni documentos.
Carlos V deja escrita una cédula secreta pegada al codicilo y al testamento y que sólo puede leer Felipe II en el que reconoce como hijo a Jeromín, y encarga al rey que lo trate como tal
El principal heredero del Emperador Carlos, Felipe II, debió sentirse decepcionado porque su padre hubiera ocultado algo así tanto tiempo, pero se mostró muy generoso con el bastardo y fue más lejos de lo que proponían las instrucciones de Carlos para despachar al joven.
Poco después de conocer la noticia, Felipe designó a su hermanastro caballero de la Orden del Toisón de Oro en una asamblea celebrada en julio de 1559, si bien ocultó su identidad por el momento. La pertenencia a esta orden, fundada por el Duque de Borgoña Felipe “El Bueno”, era un derecho exclusivo de la más alta nobleza europea.
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