miércoles, 20 de marzo de 2024

La historia de la Inquisición portuguesa

 

Tal día como hoy,  20 de marzo de 1821, en Portugal, el gobierno declara abolida, la Inquisición católica.

La Inquisición Portuguesa, fue un sistema formal de tribunales, denunciantes y calabozos, que actuó en Portugal y las colonias de ultramar del Imperio Portugués, entre 1536 y 1821, con el fin de perseguir a los no católicos, castigar la disidencia religiosa interna católica y, en general, erradicar las prácticas y opiniones condenadas por la Iglesia católica, mediante la coacción y censura.

La Inquisición Portuguesa, fue análoga a la Inquisición Española, y al igual que ésta tuvo un estatuto especial, que le permitía actuar, con casi completa independencia, respecto de la Curia Romana y las autoridades civiles locales, contando con las máximas armas y atribuciones, otorgadas por la monarquía portuguesa.​

En Portugal, donde se habían refugiado numerosos judíos españoles, luego de la expulsión de 1492, el rey Manuel I, presionado por sus suegros, los Reyes Católicos, decretó en 1497 la expulsión de los judíos, que no se convirtieran al cristianismo. Esta amenaza, produjo numerosas conversiones forzadas y el uso  de  la tortura, para lograr confesiones..

A partir de este acontecimiento, la situación para los judíos de Portugal se complicó. El Papa insistía en instalar allí la inquisición. Para la iglesia era una oportunidad económica, ya que si descubría que algún “converso” judaizaba, todo su dinero, bienes y propiedades serían confiscados y pasarían para la iglesia y muchos judíos conversos en Portugal, tenían mucho éxito en sus negocios.

Para cumplir su compromiso de boda, con María de Aragón y Castilla, Manuel I había solicitado además a Roma, la instalación de una Inquisición Portuguesa. 

Pero fue solamente tras su muerte que el papa Paulo III aprobó la idea, por lo que fue la Inquisición establecida formalmente en 1536, durante el reinado de Juan III de Portugal, quien -además de la labor central, de persecución de "herejes" y, sobre todo, "judaizantes"- le asignó atribuciones para la censura de libros y publicaciones, junto con jurisdicción en asuntos como adivinación, brujería y bigamia. El primer inquisidor general fue Fr. Diogo da Silva entre 1536 y 1539.

En sus primeros tres años la Inquisición Portuguesa, estuvo bajo la autoridad del papa, pero en 1539 Juan III, nombró Gran Inquisidor a su propio hermano, el futuro Enrique I de Portugal, con lo que la institución, solo respondía al rey. 

El primer auto de fe, tuvo lugar en Lisboa, el 20 de septiembre de 1540. Finalmente, en 1547, el papado terminó aceptando, que la Inquisición dependiese de la corona portuguesa.

En Portugal hubo tribunales en Lisboa, Coímbra y Évora, y por un corto período también en Oporto, Tomar y Lamego. En el ámbito de las colonias, en 1560 se estableció uno de los tribunales del organismo, en la colonia de Goa, en la India portuguesa, mientras que los establecimientos portugueses, en América y África occidental, dependieron del tribunal de Lisboa.

Además los tribunales, organizaban en sus jurisdicciones "visitas inquisitoriales", o giras en las que representantes de la institución, recorrían el territorio, en una especie de procesión, celebrada con toda pompa y boato, con el objetivo de alentar las delaciones, que permitían levantar procesos y confiscaciones, en lugares apartados. 

Estas visitas, eran realizadas regularmente, en las áreas rurales de Portugal y esporádicamente, en las islas portuguesas del Atlántico y las colonias de Brasil y África occidental, dependientes del tribunal de Lisboa.

La Inquisición Portuguesa, al igual que la española, fue primero clausurada por un decreto de Napoleón en 1808. Pero solo fue abolida, definitivamente, por las Cortes Generales de Portugal, en 1821. 



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