Tal día como hoy 12 de abril de 1870, se inicia un consejo de guerra para juzgar al Duque de Montpensier, que había matado en duelo a su primo el infante don Enrique de Borbón.
El Duelo de Carabanchel, fue un enfrentamiento a pistola que tuvo lugar en la escuela de tiro de la Dehesa de Carabanchel, en la mañana del 12 de marzo de 1870 entre Antonio de Orleans, duque de Montpensier y Enrique de Borbón, duque de Sevilla, en la que el segundo perdió la vida, y el primero sus opciones a reinar en España.
El duque de Montpensier había nacido en Neuilly-sur-Seine en 1824 y era el quinto hijo de Luis Felipe de Orleans, que se convertiría en el rey de los franceses tras la Revolución de 1830. Dedicado a la milicia había combatido valientemente en la conquista de Argelia. Cuando tenía 22 años, su padre intentó casarlo con Isabel II, lo que le hubiera convertido en rey de España, pero Inglaterra no podía permitir que Francia y España formasen un bloque continental y amenazó con una guerra.
Así, el duque de Montpensier se casó con la hermana pequeña de Isabel II, Luisa Fernanda de Borbón, e Isabel II el mismo día se casó con un pusilánime Francisco de Asís de Borbón, a quien despreciaba porque era incapaz de darle satisfacción sexual.
Todavía le quedaron esperanzas al duque de Montpensier de ser, si no rey, al menos regente, pues pronto estuvo claro que Francisco de Asís era incapaz de hacerle un hijo a Isabel II. La corona pasaría por tanto a la hermana de la reina o a los hijos que tenía con el duque de Montpensier. Sin embargo, Isabel II remedió las carencias maritales teniendo, con varios amantes, hijos oficialmente legítimos.
Perdida pues esta segunda oportunidad, al duque de Montpensier no le quedaba otra que conspirar contra Isabel II, hacerla caer del trono y postularse como sustituto. Fue sorprendido financiando lo que sería la Revolución Gloriosa de 1868 y hubo de exiliarse en Portugal hasta la caída efectiva de Isabel II. Entonces regresó y empezó la campaña por su candidatura al trono vacante.
El otro contendiente, Enrique de Borbón, venía distinguiéndose desde antes de la Revolución por sus ideas liberales de las que hacía continuo alarde. No obstante lo dicho, algunos historiadores han creído ver detrás del manifiesto injurioso que firmó contra la persona del duque la mano de su cuñada, la reina Isabel II, cuyo enfrentamiento con Montpensier era notorio y conocido. Otros autores, sostienen que la inspiración fue republicana, partido con el que el infante mantenía contactos.
En la época en que ocurrieron los hechos no era infrecuente que los caballeros resolvieran cuestiones de honor en duelo. En España y en el siglo XIX se batieron ministros, diputados, militares, periodistas, escritores e incluso aristócratas... Para los hombres públicos, la posibilidad de un duelo obligaba a formarse en la esgrima y en el tiro a pistola, para ello proliferaban las salas de armas donde los jóvenes de la buena sociedad se ejercitaban en el arte de la esgrima.
Los dos duques llegaron el 12 de abril de 1870 a la escuela Nacional de tiro de la Dehesa de Carabanchel vestidos con la reglamentaria levita negra. Se estableció que dispararían alternativamente, sorteándose el orden y la colocación; se fijó la distancia de10 metros, marcada por dos piquetes.
Le tocó disparar primero al duque de Montpensier, que erró el tiro; también falló el duque de Sevilla. El honor ya estaba a salvo, pero al contrario que en otros duelos que se consideraban así resueltos, habían establecido que seguirían disparando hasta que se hiciera sangre. El duque de Montpensier hizo pues el tercer disparó con la fatalidad de que impactó en la frente de su adversario. El duque de Sevilla cayó por tierra, muerto.
La muerte de Enrique de Borbón conmocionó a España y a toda Europa. Dado el carácter de militar del duque de Montpensier –Isabel II le había nombrado capitán general- se le formó consejo de guerra, donde se determinó, que la muerte del infante había sido “accidental”, y al duque de Montpensier le impusieron un mes de arresto.
El ganador del desafío fue por tanto Antonio de Orleans, pero esa victoria sería en realidad la mayor derrota de su vida, por la identidad del muerto. El duque de Sevilla era Enrique de Borbón, infante de España por nacimiento y no por matrimonio, y hermano del rey consorte Francisco de Asís de Borbón, el marido de Isabel II. El duque de Montpensier había derramado sangre real española y eso le despojaría de todas las posibilidades de reinar en la Corte de Madrid.
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