viernes, 5 de junio de 2015

Breda, la ciudad a la que hizo famosa un cuadro sin firma.

Tal día como hoy 5 de junio de 1625, durante la guerra de Flandes, la ciudad de Breda se rinde a los tercios españoles, al mando del general Ambrosio Espínola.

Lo que inmortalizó la rendición de Breda, fue el cuadro pintado por Diego Velázquez, llamado así y conocido también como “Las lanzas”, pintado entre 1634 y 1635 que se conserva en el Museo del Prado de Madrid.

Para entender desde el punto de vista histórico esta obra, hay que analizar antes lo que estaba sucediendo en los Países Bajos desde finales del siglo XVI, inmersos en la guerra de los ochenta años o guerra de Flandes, para independizarse de España.

En 1590, la ciudad de Breda fue tomada por los holandeses, pero debido a la “tregua de los doce años” la guerra se detuvo entre 1609 y 1621, pero cuando Felipe IV subió al trono español en 1621, la tregua expiró y las hostilidades comenzaron de nuevo.

La intención de Felipe IV era recuperar la plaza y para ello nombró jefe de la expedición al estratega y aristócrata genovés Ambrosio de Spinola, al que puso al frente 40.000 hombres, auxiliado por otros generales.

El cerco y sitio a la ciudad fue una lección de estrategia, hasta el punto, que militares de otras naciones acudieron allí, para conocer y observar la táctica de Spinola.

Las crónicas de la época cuentan que la defensa de Breda fue heroica, pero al final tuvo que rendirse y levantar bandera blanca, aunque sería una capitulación honrosa que los españoles reconocieron por la valentía de los sitiados, y por ello se permitió que la guarnición saliera en orden militar y sus banderas al frente, siendo tratados con dignidad.

El general español Spinola esperó fuera de las fortificaciones al general holandés y su rendición fue un acto de cortesía, siendo este el momento histórico que eligió Velázquez para pintar su cuadro.

Se hizo para decorar el Palacio del Buen Retiro, erigido por orden de Felipe IV al estilo de las existentes en Roma, formado por diversos pabellones entre amplios jardines, siendo el actual Parque del Retiro parte de aquellos terrenos.

A fin de impresionar, con imágenes del poder bélico y económico español, el Conde-duque de Olivares decidió decorarlo con imágenes de los éxitos militares de España, ideada para ocultar que, en realidad, la nación empezaba a menguar como potencia mundial.

El tema del cuadro, representa a los dos protagonistas en el centro de la escena y, parecen dialogar como amigos más que como enemigos, lo que significa una ruptura con la tradicional representación militar sobre una derrota.

Detalles como la gran cantidad de lanzas españolas, en comparación con las de los Países Bajos y la acogida de los vencidos por parte de España, fueron introducidos a petición de Olivares para demostrar la fuerza y a la vez la nobleza española, pues Olivares era conocido por su arrogancia, prepotencia y enorme ego personal.

Cuando se colocó allí, Velázquez aún no lo había firmado y aunque había preparado un pequeño rincón abajo del cuadro para poner la fecha y su firma, nunca lo hizo.

El cuadro de “Las Lanzas o la Rendición de Breda”, no tiene firma
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