lunes, 7 de febrero de 2022

Josef Mengele, el “ángel de la muerte”

Tal día como hoy 7 de febrero de 1979, murió en Enseada da Bertioga, cerca de São Paulo, Josef Mengele el más cruel de los médicos, que trabajaron en los campos de concentración nazis

El nombre del médico nazi Josef Mengele, nacido el 16 de marzo de 1911 en Günzburg, Baviera, ha pasado por derecho propio a formar parte de la nómina de personajes siniestros de la historia, caracterizados por su sadismo y maldad.

Apodado por los presos en los campos de exterminio como "el Ángel de la Muerte", Mengele realizó, durante años, crueles e inhumanos experimentos con la firme intención no solo de hacer desaparecer lo que él consideraba "razas inferiores", sino también de perpetuar y acrecentar el desarrollo de la "raza aria".

Josef Mengele, no fue un nazi por vocación; sólo cuando vio que el Reich iba a durar, entró en el partido para medrar. Sus motivaciones son siempre egoístas: como quiere tener éxito en su carrera, va a Auschwitz a trabajar con humanos en vez de con cobayas. Era un atajo hacia la cátedra, que era su objetivo.

Mengele no fue exactamente un jefe nazi. Fue un capitán entre miles; un médico nazi entre cientos de ellos, un hombre sin propiedades, un tipo mediocre, con aspiraciones mediocres, declaró el escritor Olivier Guez en una entrevista.

En la época en que Mengele cursó sus estudios en la Universidad de Múnich, el Partido Nazi ya era la segunda fuerza en el parlamento alemán. En 1937 se convirtió en asistente del genetista Otmar Von Verschuer, cuyas investigaciones con gemelos eran uno de los principales campos de interés del joven Mengele. Pronto se dio cuenta de que si quería prosperar debía mostrar todas sus simpatías por los que posiblemente pronto serían los dueños de Alemania.

En el mes de mayo de 1937, Josef Mengele presentó su solicitud para afiliarse al partido nazi, y en 1938 a las SS. Ya como miembro del partido y habiendo ingresado en la élite de las SS, el médico intentaría ser destinado a alguna de sus divisiones. Durante el verano de 1942, Mengele resultó herido de gravedad cerca de Rostov y fue declarado no apto para el servicio activo.

Mengele ostentaba en aquel momento el cargo de capitán de las SS, y fue destinado como médico al campo de exterminio de Auschwitz. Para Mengele aquel destino era un sueño hecho realidad. Nada más llegar, Eduard Wirths, el jefe del cuerpo médico del campo, lo nombró director médico del módulo dedicado exclusivamente a familias gitanas, más de un millón y medio de personas de esta etnia murió en los diferentes campos donde fueron internadas.

Cuando Mengele llegó a Auschwitz, el lugar estaba atestado de prisioneros; se ha calculado que unas 140.000 personas se hacinaban en aquel inmenso campo protegido con todas las medidas de seguridad y del cual resultaba prácticamente imposible escapar. En palabras del comandante del campo, Rudolf Hoess, su finalidad era "la reclusión y el exterminio a escala industrial".

Apodado el "Ángel de la Muerte" por los presos, Mengele se paseaba frente a ellos impecablemente vestido y blandiendo un bastón con el que indicaba quién debía ir directamente a las cámaras de gas o quien tenía la "suerte" de ser destinado a trabajos forzados. Todo ello lo hacía con total frialdad, mientras silbaba y miraba fijamente a los prisioneros con el fin de encontrar algo interesante, como alguna pareja de gemelos, que en aquel entonces era su principal fuente de investigación.

De la crueldad de que hacía gala Mengele da fe su actuación durante un brote de tifus que estalló en el campo. El despiadado médico solventó rápidamente la situación enviando a la cámara de gas a unas 1.600 personas entre hombres, mujeres y niños de etnia judía y gitana. Posteriormente los barracones fueron desinfectados y ocupados por otros presos que iban llegando al campo.

Entre sus aberraciones destacan los experimentos que buscaban cambiar el color de los ojos de los niños inyectándoles productos químicos, esterilizaciones dolorosas y a veces letales de mujeres para que no tuvieran a niños no arios, obligó a dos hermanos a tener sexo para estudiar la calidad de sus hijos, cosió a dos gemelos para convertirlos en siameses. De hecho, los gemelos eran su gran obsesión y practicó con ellos auténticas barbaridades.

En los Juicios de Nuremenberg fue juzgado junto a otros 22 médicos nazis. Sin embargo Mengele escapó a Sudamérica y nunca fue capturado. Murió en Enseada da Bertioga, cerca de São Paulo, el 7 de febrero de 1979.

 

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