Tal día como hoy 29 de junio de 1534 en el norte de Canadá,Jacques Cartier es el primer europeo que pone pie en la isla del Príncipe Eduardo.
Jacques Cartier nació en Saint-Maló - Francia -en 1491 y murió en la misma localidad en 1557. A lo largo de su vida realizó tres expediciones a Canadá para explorar sus costas; descubrió y tomó posesión del golfo de San Lorenzo y el río homónimo en nombre del Rey de Francia. Estableció los pilares para la amistad, que se ha considerado tradicional, entre los indios hurones e iroqueses con los colonizadores franceses.
Por orden del rey Francisco I de Francia comandó una primera expedición al norte de América. Así, en el mes de abril de 1534 salieron del puerto de Saint-Maló dos barcos que iniciaron un largo periplo, cuyo cometido era encontrar una ruta hacia China por el noroeste.
Veinte días después, la expedición avistó las costas de Terranova, cruzó luego el estrecho de Belle-Isle, entre la isla de Terranova y la península del Labrador, y continuó el viaje hacia el Sur costeando la parte occidental de la isla de Terranova; finalmente, bordeó por completo el golfo de San Lorenzo.
A lo largo de este viaje avistó además la isla de Príncipe Eduardo y las tierras de New Brunswick; además navegó por la bahía Chaleur, a la que él mismo puso ese nombre. Desembarcó en la costa de la península de Gaspé y en el estuario del río San Lorenzo.
En 1535 comenzó un nuevo viaje, también por orden del monarca Francisco I. Cruzó por segunda vez el estrecho de Belle-Isle y, desde su desembocadura, ascendió ciento cincuenta leguas por un río, al que bautizó como San Lorenzo. Arribó después al poblado indígena de Stadacona, ubicado donde hoy se levanta la ciudad de Quebec, y continuó su viaje de exploración hasta otro asentamiento indígena, Hochelaga, situado en lo alto de una montaña, desde la cual divisó el río Ottawa y los rápidos de Lachine.
Bautizó a esa montaña como Mont Réal (Monte Real), nombre del que deriva el de la ciudad de Montreal. Finalmente, tras pasar el invierno en Stadacona, volvió a Francia siguiendo la ruta sur de la península de Terranova, para lo cual tuvo que atravesar el actual estrecho de Cabot.
En 1541 emprendió su tercer y último viaje. Navegó otra vez por el río San Lorenzo y, en esta ocasión, llegó hasta los rápidos de Lachine que había divisado antes desde Mont Réal. Al año siguiente regresó a Francia sin haber logrado el objetivo del viaje: establecer una colonia de población francesa en el Canadá.
Cartier finalizó sus días en Saint-Maló. Allí puso por escrito el relato de sus expediciones, que serían publicadas en 1545 con el título de Relación del viaje de Jacobo Cartier a las tierras nuevas del Canadá, Hochelange, Labrador y países adyacentes.
Sus viajes dieron a conocer la parte noroccidental de América del Norte, territorios actualmente comprendidos en la monarquía canadiense. Es considerado por muchos como el padre de esa nación, mucho antes que cualquier británico.
Asimismo, entre los siglos XVII y XVIII, se creó una colonia de población francesa en Canadá, aunque tras la Guerra de los Siete Años de 1756 a 1763, Francia perdió sus dominios en favor de los británicos.
Pero prueba de la presencia francesa en Canadá, de la que Cartier puso las bases, es la existencia de una poderosa minoría francófona en el Canadá, cuya presencia es mayoritaria en el estado de Quebec.
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