martes, 27 de febrero de 2024

El emperador de Roma, Flavio Claudio Joviano

 

Tal día como hoy, 17 de febrero de 364, el emperador romano Joviano muere después de un reinado de ocho meses. Lo encuentran muerto, en su tienda de campaña en Tyana (Asia Menor), en el camino de regreso a Constantinopla, asfixiado en su tienda por los gases de un brasero.

Los éxitos de Juliano el Apóstata en Occidente, hasta en tres ocasiones traspasó el Rin, hostigando a los germanos, lo habían convertido en el Príncipe más temido, desde hacía mucho tiempo, por los enemigos de Roma. En Noviembre de 361, Juliano, como único Emperador del Imperio Romano, se trasladó a Constantinopla y desde allí, a Antioquía para organizar la cruzada, contra los persas.

El ambicioso Juliano, no solo quiso emular, la política pagana de la gloriosa época de los Antoninos; también, ebrio por las victorias y el renombre conseguidos en Occidente, intentó plagiar, las conquistas de Trajano en Oriente, atacando a los sasánidas, más allá del Tigris.

El soberano de los persas, Sapor II, le ganó la partida, a base de emboscadas y, en una de ellas, Juliano fue herido de muerte; las famélicas tropas, que siempre actuaron con lealtad hacia su líder, se apresuraron a nombrar un jefe, que les sacara del atolladero: Flavio Claudio Joviano.

Flavio Claudio Joviano nació el año 331 en Singidunum, Moesia Superior (actual Belgrado) y murió, el 17 o 18 de Febrero de 364, en Dadastana, Bitinia,  víctima de un accidente doméstico, asfixiado por la mala combustión de un brasero.

Muy poco se conoce de la vida de Joviano antes de acceder al trono; sabemos que era hijo de Flavio Verroniano, o Flavio Varroniano, un militar de alto rango, de la Guardia Imperial del Emperador Constancio II. Estuvo casado con una tal Charito, mujer con la que tuvo dos hijos: Flavio Varroniano, como el abuelo, y otro de nombre desconocido.

Joviano se formó en el ejército, a la sombra de su padre Varroniano, llegando a ocupar importantes cargos en la Guardia Imperial, siempre al servicio de Constancio II; cuando Constancio, en 358, se desplazó a Oriente, para continuar la empresa contra los persas, Joviano continuó en la Guardia, pero ahora bajo la dependencia de Juliano II, alcanzando el rango, de Protector Domesticus: el hombre de mayor confianza del Emperador, el guardaespaldas más cercano.

En Junio de 363, después de la muerte del Emperador Juliano que, a la sazón, no había dejado ni heredero ni testamento, las legiones ofrecieron la púrpura al Prefecto del Pretorio de Oriente, Saturnino Segundo Salustio, un sexagenario filósofo galo que declinó la propuesta, alegando achaques de salud por la avanzada edad. La alternativa más razonable, dadas las circunstancias, era entregar el poder al hombre más cercano y amigo de Juliano: Joviano.

Joviano, a pesar del apego que tenía con el Emperador Juliano, era la antítesis de éste: mientras Juliano era pagano, un erudito, un buen militar y un hombre disciplinado, Joviano era cristiano ortodoxo, un analfabeto, un combatiente mediocre y un aficionado al vino, de manera desmesurada.

El nuevo Augusto del Imperio, tenía prisa por abandonar Oriente y acomodarse en Constantinopla; para ello, selló un concierto con Sapor II, que le permitía una retirada sin hostilidades, por parte de los sasánidas, a cambio de entregar al Rey persa las más importantes urbes de Armenia y Mesopotamia: Carduene, Mexoene, Nisibis, Zabdicene…, de esta forma, Roma renunciaba, a las provincias de Oriente y en Occidente, esto fue considerado, como una humillante derrota.

La impaciencia de Joviano, por llegar a Constantinopla, quedó truncada a los pocos más de ocho meses en el trono; el 17 de Febrero, de 364 aparecía muerto en su tienda, oficialmente, intoxicado por el monóxido de carbono, de un hornillo, pero no se descarta que fuera por una excesiva ingesta de vino o, incluso, que fuese un homicidio, a base de setas venenosas.

En el fugaz reinado, Flavio Claudio Joviano, tuvo tiempo para abolir la política religiosa pagana, implantada por Juliano II, restableciendo el cristianismo, como doctrina oficial del Imperio.

Joviano, fue el postrero de los augustos, de la “dinastía constantiana” y el último Emperador de Roma, al que se le reverenció con una Apoteosis; fue sucedido por otro miembro destacado de la Guardia Imperial: Flavio Valentiniano.


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