Tal día como hoy, 4 de febrero de 1043, en la actual España, se nombra rey de la Taifa de Málaga, a Idris II.
Bereber de la dinastía Hammudí, fue el sexto rey de la Taifa de Málaga, al ocupar el trono entre 1042 y 1047. Hijo de Alí ben Hamud al-Nasir, califa de Córdoba entre 1016 y 1018 y de Fátima, hija del también califa al-Qasim al-Mamun, Idris era hermano de Hasan al-Mustansir ,que con anterioridad había ocupado también, el trono de la taifa malagueña.
Hasta que su hermano Al-Hassan fue nombrado rey, en 1040, Idris permaneció en Ceuta bajo el tutelaje del eslavo Naya al-Siqlabi. Viajó a Málaga y allí fue encarcelado, por orden de su hermano, que no se fiaba de él, aunque lo nombró heredero.
Al-Hassan, murió envenenado a finales de 1042, por lo que Idris fue retenido en prisión por Naya, que se hizo con el trono de la taifa de Málaga, hasta que fue asesinado por sus soldados que tras liberar a Idris lo proclamaron califa, título que utilizaban los reyes de Málaga, con el reconocimiento, de los jefes bereberes de la ciudad y de los reyes taifas, de Granada y Carmona.
En febrero de 1046, se produjo una rebelión contra Idris, que comenzó en la fortaleza de Ayrus, donde se encontraban presos dos de sus primos, Muhammad y al-Hassan, que provocó, la proclamación como nuevo califa de Muhammad.
Idris se encontraba de cacería, sin saber lo que pasaba, pero en cuanto atravesó los muros de la ciudad, sus habitantes le cerraron las puertas y aclamaron a Muhammad como califa.
Primeramente Idris se refugió en la inexpugnable fortaleza de Bobastro, donde acudieron también sus sirvientes y familiares. Desde allí solicitó la ayuda de Badis ibn Habbus de Granada, para recuperar el trono malagueño, pero el fracaso de las fuerzas coligadas y su imposibilidad de tomar la ciudad, le hicieron desistir de su propósito y marchó con sus familiares a Ceuta, donde se acogió a la protección de Sawayyat, que gobernaba la plaza en su nombre. Tanto en Bobastro como en Ceuta Idris trató de mantener sus derechos y continuó titulándose califa.
Durante los seis años siguientes, la situación en Al-Andalus fue caótica por la presencia de cuatro hombres que llevaban el título califal, desde Málaga, Sevilla, Algeciras y Ceuta. Tras la muerte de Muhammad en Málaga le sucedió su hijo Idris, que se volvió loco y terminó siendo asesinado en Ceuta por orden de Sawayyat.
Entretanto Idris II se había establecido en Ronda, acogido por su rey, Hilal, que era feudatario suyo y allí permaneció, hasta que conoció la noticia de la muerte de Idris, el sucesor de Muhammad; entonces viajó a Málaga, donde fue favorablemente acogido y donde reinó por segunda vez, durante dos años hasta su muerte, ocurrida por causas naturales tras haber nombrado heredero a su hijo Muhammad.
Idris II ibn Yahya aparece en las crónicas como un hombre bondadoso y de débil carácter, que repartía dádivas, entre sus amigos y excusaba la flaqueza, de sus enemigos. Cada viernes repartía entre los pobres, 500 piezas de oro en limosnas. Fue además un amante de las artes, que se rodeó de una nutrida corte literaria, de la que formaron parte, numerosos poetas
No importa los años. Ni qué continente o ciudad se trata. La historia es la misma. Malos gobernantes.traiciones. despilfarro . qué siempre lo sufre la gente pobre 😞. Un abrazo fuerte José Maria. .rtte. Ana Maria.
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