domingo, 25 de febrero de 2024

La historia del primer franqueo de la correspondencia

Tal día como hoy, 15 de febrero de 1856 en España, se decreta el franqueo obligatorio de la correspondencia.

El sello de franqueo¡, apareció por primera vez en España en 1850, pero hasta 1856 el pago de este franqueo, podía ser por parte del remitente o del receptor.

Las cartas previamente franqueadas, costaban 4 cuartos, pero las que se recibían sin franquear el doble. El problema principal era, que cuando iba sin franquear y el destinatario no era localizado, el estado no recibía ninguna tasa, por el trabajo realizado.

Además este sistema, llevaba a la picaresca y algunas personas tenían códigos en los propios sobres, para comunicarse. De esta manera recibían la carta sin franquear y la devolvían, negándose a pagar, pero recibían el mensaje. simplemente con ver el sobre.

Por esa razón, por Real decreto del 15 de febrero de 1856 y con efecto a partir del 1 de julio de ese mismo año, el franqueo previo de la correspondencia, se hizo obligatorio y se mandaba que las cartas sin sellos no circularan, excepto en el caso, de que no existieran sellos en los puntos de venta, en cuyo caso el Alcalde, o quien hiciese sus veces,  o en su defecto el secretario del Ayuntamiento, debía escribir y firmar al dorso "no hay sellos" especificando la fecha, el pueblo y la provincia, a la que perteneciese.

A partir del Real Decreto de 15 de febrero de 1856, se estipuló como obligatorio el franqueo previo, de toda la correspondencia desde el 1º de julio de ese mismo año, estableciéndose, reglas legales para su cumplimiento.

La fabricación de los sellos, estaría a cargo de la Fábrica Nacional del Sello, dependiente del Ministerio de Hacienda, y su expedición o venta, en los estancos del Reino.

En la primera emisión española de 1850, se utilizó el sistema de litografía, para su impresión y sin dentar y desde 1865 los sellos españoles, siempre han sido casi siempre dentados. 

La efigie, representada en el primer efecto filatélico fue la de la reina Isabel II y los valores faciales de los sellos, fueron de seis y doce cuartos, para la correspondencia ordinaria y de cinco, seis y diez reales, para la correspondencia certificada.

Había sellos con diferentes valores faciales: 6 cuartos de real en color negro, 12 cuartos en color lila, 5 reales en color rojo, 6 reales en color azul y 10 reales en color verde. La efigie de la reina, se convierte así en la imagen de la serie básica de Correos, en aquella época, y es el único motivo, usado en los tres primeros años. En total son 80 sellos, emitidos entre 1850 y 1868, los que presentan su imagen.

En la Sala de Filatelia del Museo Postal y Telegráfico, se encuentra expuesta una muestra de los primeros sellos de España, para disfrute de los visitantes.

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