viernes, 29 de agosto de 2025

Cuando Pedro III de Aragón conquistó la isla de Sicilia

Tal día como hoy, 30 de agosto de 1282: En la localidad siciliana de Trapani, el Rey Pedro III de Aragón desembarca su ejército de almogávares, tropas de infantería ligera, conocidos por sus tácticas de guerrilla, su equipo ligero y su temible grito de guerra: "¡Desperta Ferro!”. 

Tras ello, el Rey de Sicilia Carlos de Anjou, abandona el campo de batalla, permitiendo que el monarca aragonés, se dirigiera a Palermo, para ser coronado Rey de Sicilia.

Tras la petición de ayuda de los sicilianos a Pedro III, al que le habían ofrecido la corona siciliana, a la que tenía derecho, gracias a su matrimonio con Constanza de Hohenstaufen, tras las Vísperas Sicilianas, episodio en el que los sicilianos se rebelaron en Palermo, contras las tropas francesas de Carlos de Anjou.

Sicilia se encontraba desde 1266, bajo la soberanía del francés Carlos de Anjou quien, con el apoyo del papa Clemente IV, que no deseaba a ningún Hohenstaufen en el sur de Italia, había sido investido rey tras derrotar a Manfredo Hohenstaufen, quien falleció en la batalla.

El monarca francés, hizo cegar a los tres hijos varones de Manfredo y, en 1268, capturó e hizo decapitar a Conradino que –como nieto de Federico II– era el último heredero varón, de la casa Hohenstaufen.

La línea sucesoria pasó entonces a Constanza, esposa de Pedro III, la cual ofreció refugio en Aragón, a las familias partidarias de su padre, los Lanza, los Lauria y los Prócidas. 

Desde ahí, Juan de Procida, Roger de Lauria y el resto del antiguo partido de los Hohenstaufen, organizaron la oposición a Carlos de Anjou, con Pedro III de Aragón como candidato al trono, con el apoyo bizantino.

Tras la llegada del rey de Aragón, el rey de Sicilia, Carlos de Anjou, abandonó el campo de batalla permitiendo que el rey aragonés se dirigiera a Palermo, la capital, para ser coronado rey de Sicilia.

Todas las ciudades de la isla, así como las de Malta, se sometieron al rey Pedro III, si bien Carlos de Anjou, seguía conservando el sur de Italia, en el que continuaba llamándose rey de Sicilia, a pesar de no dominar ese territorio. Dividiéndose el reino en dos y naciendo así el reino de Nápoles, que permanecerá en manos francesas.

El papa respondió. a la coronación siciliana de Pedro III. con su excomunión y su deposición como rey de Aragón, ofreciendo la corona al segundo hijo del rey de Francia, Carlos de Valois, y declarando una cruzada contra Aragón, por su intervención en los asuntos sicilianos, en contra de la voluntad papal. Los franceses empezarán a preparar el cruce de los Pirineos, para invadir los reinos de Pedro III.

La situación en la que se encontró Pedro III, era totalmente inestable, ya que no solo tenía que enfrentarse a la invasión francesa, que se preparaba al norte de los Pirineos, sino que tuvo que hacer frente a graves problemas, en el interior de sus reinos surgidos, ante las necesidades económicas, que provocó la conquista de Sicilia.

Pedro III soluciona los problemas internos, concediendo, en las Cortes de Tarazona  de 1283, la formación de la Unión aragonesa y prestando juramento, al Privilegio General, que defendía los privilegios de la nobleza; asimismo concedió al Condado de Barcelona, la constitución “Una vegada l´any” en las cortes celebradas en Barcelona, entre 1283 y 1284.

Solucionados los problemas interiores, pudo centrar su atención en la invasión francesa, que al mando del propio rey francés Felipe III tomó en 1285 la ciudad de Girona, para inmediatamente tener que retirarse, cuando la flota aragonesa retornó de Sicilia al mando de Roger de Lauria, e infligió a la escuadra francesa una derrota total, en las islas Formigues y a continuación, una derrota en tierra en el barranco de las Panizas, cuando las tropas francesas se retiraban.

Tras su gran victoria, Pedro III a finales de octubre de 1285, el rey enfermó, cuando se disponía a emprender viaje a Barcelona y tuvo que detenerse en la localidad de San Climent, donde los médicos, que viajaron desde la capital para atenderle, no pudieron hacer nada para salvarle. 

Falleció el 11 de noviembre de 1285, en la festividad de san Martín. Los estudios forenses de sus restos, exhumados en 2010, indican que probablemente su deceso se debió, a una afección pulmonar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario