Tal día como hoy, 31 de agosto de 1813, tuvo lugar en los alrededores de Irún uno de los últimos enfrentamientos de la Guerra de la Independencia Española, la Segunda batalla de San Marcial, una de las contiendas más sangrientas de la Guerra de la Independencia, en la que el ejército español, con ayuda de ingleses y portugueses, derrotaba a las tropas de Napoleón Bonaparte y lograba acabar con la ocupación francesa en Navarra y las Vascongadas.
La batalla de San Marcial se libró el 31 de agosto de 1813. El Cuarto Ejército español (de Galicia), bajo el mando del general Freire, hizo retroceder a las tropas del mariscal Soult, que había emprendido la ofensiva, contra el ejército aliado hispano-luso-británico que dirigía Arthur Wellesley, duque de Wellington.
En julio de 1813 las tropas inglesas, dirigidas por el general Graham sitiaban a los franceses en la ciudad de San Sebastián. Ante una posibilidad de incursión enemiga procedente desde los Pirineos, el 4º Ejército, también conocido como Ejército de Galicia, a cuyo mando se encontraba el general Manuel Freire, acudió en ayuda de las fuerzas inglesas y se desplegó en línea, dentro de las Colinas de San Marcial, una zona desde la que se podía dominar el entorno de Irún.
La 3ª división del Ejército de Galicia, se encargó de la defensa de los territorios de Sorueta y Enacoleta, la 5ª división se estableció en San Marcial, en la zona comprendida entre Fuenterrabía e Irún, mientras que en la reserva, se encontraba la división dirigida por el general Francisco Longa.
División que estaba formada, por cuatro brigadas inglesas y una portuguesa. En total 16.000 hombres que, en la mañana del 31 de agosto de 1813, se encontraron entre la niebla, frente a siete divisiones francesas, en la llamada Segunda batalla de San Marcial.
Aquellas tropas del ejército napoleónico, a cuyo mando se encontraba el mariscal Soult, estaban formadas por 18.000 soldados, que atravesaron el Bidasoa para acudir al rescate de San Sebastián, objetivo que nunca llegaron a cumplir, al tener que luchar en una de las batallas más sangrientas de la Guerra de la Independencia.
Fue una contienda muy pareja, pero finalmente el ejército español, que sufrió unas 2.500 bajas, se impuso a las tropas de Napoleón que, tras perder 4.000 hombres, abandonaron sus posiciones y atravesaron el Bidasoa, para poder finalmente regresar a Francia. Este hecho supuso el fin de la ocupación francesa, de Navarra y todo el territorio vasco.
La batalla de San Marcial fue muy cruenta. Entre muertos y heridos, hubo 2.500 bajas en el ejército español. El ejército francés sufrió más aún, unas 4.000, mientras que ingleses y portugueses apenas tuvieron bajas. ,
Más allá de las bajas, la jornada de San Marcial supuso, el final de la ocupación francesa de San Sebastián el 8 de septiembre y de Pamplona el 1 de noviembre, además del fin de la única fuerza temible de Soult, que "ya nunca combatiría con su acostumbrada habilidad y celo".
La victoria de San Marcial figura entre los triunfos más brillantes, del ejército español en la guerra.
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