lunes, 19 de julio de 2021

La batalla de Bailén

 

Tal día como hoy 19 de julio de 1808 junto a la pequeña localidad de Bailén, en la provinvia de Jaén - Andalucía  -, el cuerpo de ejército francés del general Dupont, fue rodeado y vencido en una batalla que se libró bajo un sol de justicia, a mas de treinta grados de temperatura.

Atrapados entre las dos alas del ejército español, los franceses trataron en vano de romper las líneas de las fuerzas que les bloqueaban la retirada ante Bailén, pero una y otra vez se estrellaron contra las descargas de fusilería y las andanadas de metralla de los cañones del general suizo Reding, que comandaba sobre el terreno las dos divisiones que obtuvieron el triunfo aquella sofocante jornada.

En la batalla de Bailén, las fuerzas del general Castaños, artífice del plan que condujo a la espectacular victoria, tomaron veinte mil prisioneros en lo constituía, hasta la fecha, la mayor derrota de los ejércitos de Napoleón. 

El triunfo español en la batalla de Bailén fue determinante, pues no solo obligó al recién coronado José Bonaparte a evacuar Madrid, sino que afianzó la Junta Suprema de España e Indias, el gobierno de la España libre con sede en Sevilla, al tiempo que demostró a toda Europa, que Bonaparte no lo tendría tan fácil como esperaba para vencer a los españoles. La batalla de Bailén dio alas a la resistencia ante los franceses y convirtió una serie de alzamientos dispersos en una guerra nacional contra el invasor.

La última semana de mayo de 1808 contempló el levantamiento de gran parte de España contra Napoleón. Al frente de aquella sublevación se situaron diversas juntas regionales, provinciales y locales. En Andalucía, se crearon juntas en Granada, Córdoba, Jaén… y sobre todo la intitulada Junta Suprema de España e Indias, constituida en Sevilla.

Todo, dependería de la fuerza militar que lograran reunir y solo así podría afianzar el levantamiento y llevar la guerra contra los franceses. El ejército sería, pues, la piedra angular, y en él habría que integrar cuantos hombres pudieran reclutarse.

Tras haberse distinguido en las campañas de 1805 y 1807, en Polonia, el general Dupont apuntaba a futuro mariscal y Napoleón le confió entonces el mando del II Cuerpo de Observación de la Gironda para subyugar la revuelta en Andalucía contra a José I, nuevo rey de España. 

Lo que el emperador ignoraba es que la guerra en la que acababa de enzarzarse no sería en absoluto contra un ejército, como había sido el caso frente a austriacos, prusianos y rusos, sino contra todo un pueblo que se sublevaría y le plantaría cara con el auxilio de los británicos y portugueses.

El 13 de julio de 1808, el dispositivo francés se encontraba extendido a lo largo de más de 30 km en la orilla derecha del Guadalquivir. La propagación de la insurgencia arruinó el proyecto inicial de ocupación de Andalucía, pues otros teatros, como Zaragoza, Valencia y, sobre todo, el norte, eran prioritarios para Napoleón. Por último, la ruptura de las comunicaciones de Dupont con Madrid, ocasionada por el bloqueo de Sierra Morena por los insurgentes, había impedido la llegada de refuerzos, y el general francés no pudo someter el sur. 

Los prolegómenos de Bailén desvelan una serie de ocasiones perdidas y decisiones equivocadas en ambos bandos. Pero, fueron los franceses quienes cometieron los mayores errores.

El enfrentamiento final entre los ejércitos de Dupont y Castaños se produjo el martes 19 de julio de 1808. Este día el general francés, pretendiendo sorprender al español, quiso franquear los pasos de Sierra Morena, pero él mismo fue víctima de su propia trampa. Optó por dejar Andújar y dirigirse a Bailén, creyendo que el grueso del ejército español se encontraba en los Visos de Andújar y fue un gran error de inteligencia.

Mucho más acertado estuvo el comandante en jefe español, quien, desde dos días antes, tenía muy claro que las tropas de Dupont se encontraban en una situación desesperada que le beneficiaba. La suerte iba a decidirse aquel 19 de julio en medio de un mar de olivares.

La batalla de Bailén fue determinante para el surgimiento de la nación española y la victoria española contribuyó al mito de la “nación indomable” en Europa, al igual que el levantamiento del Dos de Mayo y la heroica resistencia de Zaragoza.

La derrota del general Dupont en Bailén tuvo graves consecuencias para el esfuerzo de guerra francés. La noticia se extendió por toda la península y forzó al rey José I Bonaparte a abandonar Madrid el 28 de julio en dirección a Vitoria, además de poner en duda la aparente invencibilidad de los franceses. Napoleón tuvo que acudir a la península con un nuevo y numeroso ejército para consolidar su dominio.


 

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