Tal día como hoy 31 de julio de 1971, los astronautas del Apolo 15 James B. Irwin y David Scott utilizaron por primera vez en la historia un vehículo sobre la Luna. Se trató del Vehículo Lunar Roving de cuatro ruedas con batería para explorar extensamente la superficie de la Luna, en particular, en el pie de la pendiente norte del Mons Hadley Delta.
La carrera espacial desatada durante la segunda mitad del siglo XX llevó a una lucha sin precedentes entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Una carrera en la que los soviéticos parecían ir por delante hasta que los americanos consiguieron poner un pie en la Luna el 21 de julio de 1969 gracias a las botas de Neil Armstrong durante la misión Apollo 11.
Pero no sólo llegaron a la Luna para pasear en pie por nuestro satélite en órbita, sino que de paso se llevaron el que podríamos calificar como el primer SUV 4x4 eléctrico de la historia. Durante los posteriores intentos de aterrizar en la Luna la ambición de la NASA cada vez era mayor e incluyeron al rover lunar en las misiones Apollo 15, Apollo 16 y Apollo 16.
El primer rover puso sus cuatro ruedas en la Luna el 31 de julio de 1971 convirtiendo a la Apollo 15 en la primera en transportar un vehículo de reconocimiento.
Diseñado para operar en condiciones de baja gravedad, vacío y superar los obstáculos del satélite terrestre, el LRV fue diseñado de manera ligera, portátil y modular. El rover viajaba empaquetado adosado a un lateral del módulo de descenso, ocupando un espacio de 90 x 150 x 170 centímetros para posteriormente ser ensamblado de manera relativamente rápida.
Una vez desplegado, el resultado final era un todoterreno de aspecto bastante arcaico que medía 3,1 metros de largo por 1,8 de ancho y cuyo peso total superaba por muy poco los 180 kg. Todo el bastidor estaba realizado en aluminio ligero y aparte de las ruedas (de acero) y las baterías colocadas en la parte frontal no había mucho más que sumar al conjunto sobre la báscula.
El desarrollo del rover lunar corrió a cargo de la NASA mientras que la fabricación se delegó en la todopoderosa Boeing y recibiendo colaboración de Delco Electronics, división de tecnología avanzada propiedad de General Motors.
Básicamente este vehículo no era más que un chasis adosado a cuatro ruedas y unos mandos. La motorización recurría a un total de cuatro motores de 200 W cada uno, lo que le hacía 4x4 capaz de alcanzar una estratosférica (guiño) velocidad punta de 14 km/h.
Su radio de acción estaba limitado a menos de 10 kilómetros de distancia del módulo lunar. Esta limitación se marcó por cuestiones de pura seguridad, puesto que la NASA estimó que la distancia máxima que un astronauta podía recorrer a pie de vuelta al módulo lunar era de 9,6 km.
La autonomía máxima que podía lograr era de 180 kilómetros, más que suficiente para las labores de exploración, para las que incorporaba además dos cámaras y numerosos compartimentos para la recolección de muestras, así como un módulo integral de comunicaciones.
Uno de los equipos más importantes con los que estaban dotados los rover lunares era el dispositivo de navegación. En un paraje totalmente desconocido como el de la Luna y con las comunicaciones limitadas, perder de vista el módulo lunar podía acabar en tragedia.
Los pequeños todoterrenos eléctricos estaban diseñados para desplegarse de manera sencilla en la Luna, pero nunca fueron planteados para volver a la Tierra. Así que, sí, cuando se haga de noche y brille la Luna, recuerda que allí arriba hay aparcados tres coches.
El Apolo 15 fue una de las 17 históricas misiones tripuladas que la NASA envió a la Luna, con el objetivo de explorar nuestro satélite natural y de posicionarse en cabeza de la carrera espacial contra la URSS, que había logrado diferentes hitos pioneros: el primer satélite en órbita (Sputnik I); el primer ser vivo en órbita (Laika) y el primer hombre y la primera mujer (Yuri Gagarin y Valentina Tereshkova) en órbita. En mayo de 1961, John F. Kennedy comprometió a Estados Unidos a aterrizar astronautas en la Luna en 1970.
Finalmente, en julio de 1969, la misión
Apolo 11 logró la histórica hazaña de colocar al primer humano
sobre la Luna. La misión Apolo 13 fue la única que fallo, al sufrir
un accidente causado por una explosión en un tanque de oxígeno,
pero regresó a salvo a la Tierra.
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