Tal día como hoy 25 de abril de 1974, un golpe militar sin sangre dirigido por el general Antonio de Spinola en Portugal pone fin a casi 50 años de dictadura. El Primer Ministro, Dr. Marcello Caetano, se entregó al general Antonio de Spinola y huyó a la isla portuguesa de Madeira
Sin sangre ni violencia, el 25 de abril de 1974 se llevó a cabo un alzamiento militar apoyado en los sectores populares que puso fin al “Estado Novo”, que mantenía una dominación colonial en la región africana.
La Revolución de los Claveles recibe su nombre debido a que la población inundó las calles de Lisboa con claveles rojos que colocó en la boca de los fusiles del ejército, logrando un cambio social sin sangre ni violencia, dando fin a 46 años de dictadura impuestos por el economista portugués, Antonio de Oliveira Salazar.
Oliveira, pese a nunca ocupar el puesto de presidente del país, llevó a Portugal a los caminos de la guerra colonial que se profundizaba en Angola, Mozambique, Santo Tomé y Príncipe, Cabo Verde y Guinea Bissau, ocasionando la muerte y el desplazamiento forzado de miles de inocentes que buscaban su independencia.
Cansado de las políticas colonialistas, el Movimiento de Fuerza Armada -apoyado en las fuerzas civiles sociales, en estudiantes y obreros- Defendió de forma pacífica y decisiva el derecho a cambiar el destino de Portugal.
Bajo la consigna "O povo unido jamais será vencido", se unieron las voces de una población consciente que se alejaba de la carrera por África y que buscaba las reivindicaciones sociales reprimidas durante décadas.La llegada de la democracia dio voto a las mujeres tras las Revolución de los Claveles.
Esta revolución fue capaz de exponer a la OTAN, que un ejército perteneciente al seno de este organismo, había decidido ir por los intereses de su pueblo, que, siendo el país más atrasado de Europa con una marcada desigualdad económica y social, donde la explotación del campo se hacía más evidente, logró dar la espalda a las intenciones invasivas que evidenciaban un claro interés por el petróleo y minerales de Angola y Mozambique.
La madrugada del 25 de abril de 1974, tras escucharse en clave, a través de la emisora de radio Renacimiento, la canción "Grândola, Vila Morena" de Zeca Afonso, la población ya organizada salió a las calles en apoyo al golpe cívico militar que acabó con cientos de años de colonialismo.
De ahí en adelante los logros se vieron reflejados en el inicio de un proceso democrático con la llegada de una nueva Constitución, la integración de la mujer en el sector laboral y el establecimiento de un sistema de salud público con alcance en toda la población y otras reivindicaciones sociales alcanzadas por una lucha que nació en las comunidades del país europeo.
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