miércoles, 5 de junio de 2024

Cuando Carlos I reconoció como su hijo a Juan de Austria


Tal día como hoy,  6 de junio de 1554 en España, Carlos I reconoce como hijo suyo a Juan de Austria-

En junio de 1554 Carlos I reconoció a Juan de Austria como hijo. Esta declaración la realizó, solo cuatro años antes de su fallecimiento. En ese primer codicilo, el emperador hablaba de un vástago llamado Gerómin, y posteriormente en la lectura de su testamento, se identificó a ese joven como don Juan de Austria.

Don Juan de Austria, fue el hijo ilegítimo que el emperador Carlos V tuvo con Barbara Blomberg, quien al poco tiempo del nacimiento, se casó con Jerónimo Píramo Kegell, del cual don Juan tomó el nombre de Jerómín, durante sus primeros años de vida.

Jeromín, nacido en 1545, después de que el Emperador enviudase, era hijo de una mujer alemana, Bárbara Blomberg, y fue entregado con gran secreto, a la esposa del mayordomo de Carlos V Luis Quijada, Magdalena de Ulloa, para que lo criase.

Después de ser reconocido, como descendiente en un codicilo, en el verano de 1554, se trasladó a Valladolid, donde quedó al cuidado de doña Magdalena de Ulloa. Posteriormente, continuó su formación en Alcalá de Henares. Pronto dejó clara su escasa inclinación por la carrera eclesiástica —a la cual quería Carlos que se dedicase— y su gran fervor por la militar.

Al final de su vida, Carlos V, preocupado por la sucesión y decepcionado, porque su único nieto, Carlos, era retrasado, quiso tener cerca de su último hijo y pidió reiteradament,e a su mayordomo Quijada que trajese a su mujer y a su vástago ilegítimo, a vivir a Cuacos.

Quijada, al que no le gustaba nada Yuste, se resistía, y demoró todo lo que pudo la venida de su esposa. De hecho, aunque el Emperador hace expresa la petición, en el verano del 1557, doña Magdalena y Jeromín no llegarían a Cuacos, hasta un año después.

El secreto con que se llevaba este asunto era tal, que hasta que no murió el Emperador, a Jeromín no se le cita en cartas ni documentos. Carlos V deja escrita una cédula secreta pegada al codicilo y al testamento, que sólo puede leer Felipe II en el que reconoce como hijo a Jeromín, y encarga al rey, que lo trate como tal.

Ya reconocido como Juan de Austria, sofocó la rebelión morisca de las Alpujarras —con las armas y también, gracias a sus habilidades como negociador—, llegó su gran momento, la victoria en la Batalla de Lepanto. Su actuación fue decisiva, para que las naves de la Liga ,pudiesen derrotar a los turcos.

A partir de ese momento, su tratamiento era el de héroe, y sus aspiraciones comenzaron a ser mayores. Su hermano, Felipe II, decidió encargarle los Países Bajos, una de las zonas más convulsas, del imperio, donde había mucho descontento, después de la represión del duque de Alba.

Juan de Austria, ejerció como gobernador desde 1576 hasta 1578, consiguiendo varias victorias, gracias a los Tercios, pero sin recibir el apoyo económico que reclamaba de España, para poder continuar batallando, contra ingleses y franceses.

Murió con solo 31 años de tifus, en un momento en el que sus destinos y los de Felipe II, empezaban a distanciarse, y las dudas sobre las ambiciones de don Juan, hacían temer al monarca español, un terrible desenlace.

Todavía se conserva la casa donde vivieron, que hoy es sede de la Mancomunidad de La Vera. En contra de lo que dice la leyenda, los historiadores sólo han sido capaces de documentar, un encuentro entre Jeromín y el Emperador, en una visita que el muchacho hizo con doña Magdalena a Yuste.

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