viernes, 25 de septiembre de 2015

La regencia del cardenal Cisneros en Castilla y Aragón.

Tal día como hoy 25 de septiembre de 1506, se nombra regente de Castilla, al cardenal Francisco Jimenez de Cisneros, tras fallecer de repente Felipe I "El Hermoso", esposo de Juana “la Loca”.

Felipe, fue  rey de Castilla y León  por su matrimonio con Juana, y su matrimonio se pactó en una serie de alianzas familiares, contra el creciente poder de Francia.

Aunque no fue diseñada para que los Habsburgo controlasen los reinos españoles, la muerte de los  hermanos de Juana, planteó el problema sucesorio y su padre Fernando, la proclamó Reina de Castilla, siguiendo la última voluntad de la reina Isabel.

Sin embargo, su marido no estaba dispuesto a renunciar al poder y, en 1505, se acordó el gobierno conjunto de Felipe, con Fernando “el Católico” y la propia Juana, aunque pronto se evidenciaron malas relaciones entre yerno y suegro, de modo que, por la concordia de Villafáfila de1506, Fernando se retiró a Aragón, siendo proclamado Felipe rey, como Felipe I.

Entretanto, al parecer enloqueció Juana, según dicen por los celos que sentía de su marido del que estaba pasionalmente enamorada, y aunque las Cortes de Valladolid se negaron a declararla incapaz, Felipe “el Hermoso” ejerció el poder sin contar con ella.

Pero el 25 de septiembre de 1506, murió de repente Felipe, corriendo el rumor de que su suegro lo había envenenado - aunque investigaciones recientes atribuyen su muerte a la peste - y esto aumentó la supuesta locura de Juana.

El mismo día de su muerte, el cardenal Cisneros asumió su primera regencia de Castilla, sin consentimiento de Juana, hasta la llegada de Fernando el Católico, que se entrevistó con su hija en agosto de 1507, volviendo a asumir el gobierno en Castilla.

Muerto Fernando “el Católico”, Cisneros quedó por testamento de nuevo Regente de Castilla, hasta que el joven príncipe Carlos, entonces en Flandes, viniera  a ocupar el trono.

Cisneros, contaba ya con ochenta años, pero mostró dotes y habilidades extraordinarias para gobernar, haciendo frente a un clima muy inestable, con los nobles deseosos de recuperar el poder perdido, así como a las intrigas que pretendían sustituir a Carlos en el trono.

Sin embargo, supo adaptarse, urgiendo la inmediata presencia de Carlos como medio de parar los aires de rebelión en el reino, muriendo en Roa - Burgos - en noviembre de 1517, cuando se dirigía a recibir al futuro Carlos I de España.

El fuerte carácter de Jiménez de Cisneros, se evidenció en su segunda regencia, pues un día se presentaron ante él nobles pidiéndole, con insolencia y altivez, que mostrara los poderes que tenía para gobernar.

El anciano cardenal abrió un balcón y mostrando los soldados que le daba guardia, con sus cañones emplazados en el patio, contestó: “Éstos son mis poderes.”


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