Tal día como hoy 16 de mayo de 1968, una revuelta estudiantil en la Universidad de Nanterre,, desencadenó la mayor huelga general que se haya vivido en la historia de Francia.
El detonante de Mayo del 68 ocurrió en marzo, dos meses atrás. Un grupo de estudiantes no estaba de acuerdo con el autoritarismo académico de la época. El ejemplo puntual estaba en la imposibilidad de circular libremente por los dormitorios. Hombres por un lado y mujeres por el otro. En otras palabras, segregación sexual.
Los estudiantes, cansados de lo que consideraban un régimen, se formaron para protestar y terminaron tomándose el edificio administrativo del claustro. Sus consignas revolucionarias también incluyeron una postura en contra de la Guerra de Vietnam y de las formas de poder del imperialismo.
Un mes y medio después, el intento de reprimir la revuelta de Nanterre por parte de las autoridades académicas, no hizo otra cosa que agravar la situación. Las protestas ganaron eco y se trasladaron de la periferia de París a la Universidad de la Sorbona. Los estudiantes, cada vez más en número, ahora peleaban contra el sistema capitalista. Cuestionaban el orden del mundo. Se negaban a ser los futuros ejecutivos que fueran a explotar las clases obreras y campesinas.
El rector de la Sorbona, temiendo una escalada de la tensión estudiantil por las divisiones entre los partidarios de izquierda y los de derecha, abrió las puertas de la universidad para que entraran las fuerzas del orden. El choque violento entre los estudiantes y la policía prendió los focos de la opinión francesa. La entrada en escena de los más de 9 millones de trabajadores que paralizaron Francia
El 10 de Mayo de 1968, los choques entre la policía y los estudiantes migraron de la Sorbona al Barrio Latino. Aquella fecha se denominó ‘La Noche de las Barricadas’. La mañana siguiente los franceses amanecieron conmocionados, pues en las calles el panorama no era distinto, coches incinerados, ventanas rotas y un saldo de mil heridos.
Los trabajadores de Francia, al ver lo que pasaba con los estudiantes, vieron una oportunidad para formarse y entrar en huelga. Su motivación estaba fundada en la infelicidad que les provocaba el modelo ‘Métro, Boulot, Dodó’: tomar el metro, ir al trabajo y volver a dormir. Un patrón clásico del capitalismo.
Cuando los obreros ya se habían unido a las huelgas generales, un panfleto que desde la Sorbona se publicó manifestaba: "La humanidad empezará a ser feliz el día en que el último burócrata haya sido colgado con las tripas del último capitalista". El sentimiento anti sistema también produjo consignas como: ‘Sea realista, pida lo imposible’, ‘Prohibido prohibir’ y ‘La imaginación al poder’.
Al envejecido presidente Charles de Gaulle le cayó como agua fría que entre 7 y 10 millones de trabajadores franceses, tomaran las fábricas, paralizaran los trenes y bloquearan las carreteras. Su método para menguar la crisis en que se ahogaba Francia, fue convocar elecciones anticipadas. El general De Gaulle continuó en el poder un año más.
Mayo del 68 constituyó un fenómeno histórico de movilización social. Hay expertos que lo califican como ‘una revolución fallida’ pues no se concretaron cambios sustanciales en la sociedad. Sin embargo, los Acuerdos de Grenelle, concertados el 27 de Mayo de 1968, trajeron como resultado el aumento de un 35 por ciento en el salario mínimo, así como la apertura de los sindicatos laborales al interior de las empresas.
Para los estudiantes franceses el cambio estuvo reflejado en la creación de representaciones estudiantiles en los congresos de las facultades. Lo que comenzó como un problema de segregación sexual, no tuvo consecuencias inmediatas sino hasta la década de los 70, con el debate de la liberación femenina y la aprobación de la ley del aborto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario