sábado, 22 de febrero de 2025

El fallido golpe de Estado de Antonio Tejero, contra la democracia española

Tal día como hoy, 23 de febrero de 1981, Antonio Tejero realizaba un fallido golpe de Estado que pasaría a la historia como el 23-F. Lo hacía interrumpiendo una sesión del Congreso de los Diputados, en la que se decidía si Calvo Sotelo sustituiría a Adolfo Suárez como presidente del Gobierno, con el grito de “quieto todo el mundo”.

A los pocos minutos, en Valencia, el general Milans del Bosch sacaba los tanques en la ciudad del Turia. El capitán general desplegó en nombre del Rey Juan Carlos I a 2.000 hombres y 50 carros de combate. Además impuso el estado de excepción.

El movimiento de Milans del Bosch, esperaba que otras regiones militares se unieran al golpe. Tan solo lo hizo la División Acorazada Brunete, que a las ocho menos cuarto de la noche, tomó puntos estratégicos como los estudios de Radiotelevisión Española o Radio Nacional de España.

Lo hizo bajo el mando de Torres Rojas, sin embargo, la rápida vuelta del general de la división, José Yuste, quien estaba fuera de Madrid, mientras se sucede el golpe de Estado del 23-F, paró las actividades del regimiento.

Las horas pasaban y la incertidumbre se apoderaba de todo el país, seguían sin saberse noticias, de lo que sucedía en el interior del Congreso de los diputados y la poca información que se sabía, se conocía a través de la radio, durante la llamada "noche de los transistores".

A las doce menos veinte, un nombre empezaba a sonar en todos los medios de comunicación, ese no era otro que el de Alfonso Armada, segundo jefe del Estado Mayor del Ejército español, quien se ofreció como solución ante el golpe de Estado del 23-F. Su plan era ir a Zarzuela, para que el Rey Juan Carlos I le autorizase a ir al Congreso de los Diputados y ser proclamado presidente, de un Gobierno de coalición nacional pero el secretario de la Casa Real, Sabino Fernández Campo, le prohibió ir a Zarzuela.

No le impidió ir al Congreso y eso, es lo que hizo Armada a las doce menos diez. Allí le entregó a Tejero, la lista del Gobierno que tenía pensado hacer pero este, observó en la lista nombres de socialistas y comunistas. Este hecho hizo que Tejero impidiese la proclamación, de Armada como presidente.

Con el paso de las horas, se constató que el golpe no había recibido los apoyos suficientes. El general Armada y el director general de la Guardia Civil, Aramburu Topete entraron en el Congreso hacia la medianoche. A las pocas horas, Aramburu lo abandona, negando su apoyo, y Armada permanece. Y a la 1h de la madrugada, el rey Juan Carlos I apareció en televisión para dirigirse al país y ordenar que se mantuviera el orden constitucional. Parecía que el golpe había terminado.

La mañana siguiente, a las 9h, se firmó el llamado "Pacto del capó", según el cual los líderes del golpe se rendían, a cambio de que no se pidieran responsabilidades del grado de teniente hacia abajo. A las 11.45h los diputados abandonaron el Congreso libres de sus secuestradores, con el 23F ya convertido en un día grabado para siempre, en la historia reciente de España.

Tras el golpe de Estado del 23-F, la democracia había resistido y los tres principales responsables del Golpe de Estado, Alfonso Armada, Milans del Bosch y Antonio Tejero, fueron condenados a 30 años de prisión.

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