Tal día como hoy, 19 de febrero de 1836, dentro del proceso desamortizador eclesiástica, el primer ministro y ministro de Hacienda del Gobierno de España, Juan Álvarez Mendizábal, decretaba la venta de todos los bienes de las extintas órdenes religiosas.
Juan Álvarez Mendizábal, había iniciado ese mismo año un proceso de nacionalización de los bienes del clero regular, para venderlos en una subasta pública, es la llamada "desamortización de Mendizábal".
Esta medida, inspirada en la Revolución francesa, tenía como objetivo dinamizar la economía agrícola del país, sacando al mercado libre el inmenso patrimonio inmobiliario, que las órdenes religiosas habían acumulado durante siglos, formar con los compradores de estas tierras una clase media, dispuesta a apoyar el régimen liberal y la causa de la Reina Isabel II, además de reducir la agobiante deuda pública y proporcionar al Estado, los suficientes medios económicos con los que financiar al ejército, para poder combatir la amenaza carlista.
La desamortización se produjo, a través de una división de las fincas más grandes, con la intención de proporcionar el mayor número de tierras. En total, se pusieron a la venta, dos millones de lotes y se permitió pagar la compra de los terrenos a plazos, o bien con papel de deuda pública.
Las oligarquías del siglo XIX español, se caracterizaron por hacer uso de triquiñuelas legales, para evitar pérdidas de poder e influencia, así que en muchos casos, con la complicidad de las comisiones municipales, que se encargaban del reparto de tierras desamortizadas, los grandes compradores consiguieron agrupar pequeños lotes, para componer de nuevo las grandes fincas, que se habían parcelado.
La desamortización de Mendizábal fue un relativo éxito. Su máximo auge tuvo lugar en los años 1842 y 1844, cuando el general Baldomero Espartero, puso en marcha su propia desamortización. A lo largo del siglo XIX, se produjeron diversas desamortizaciones, que proporcionaron elevados ingresos para el Estado.
En otros países, sucedió un fenómeno de características más o menos parecidas. La finalidad prioritaria de las desamortizaciones habidas en España, fue conseguir unos ingresos extraordinarios para amortizar los títulos de deuda pública —singularmente vales reales— que expedía el Estado para financiarse —o extinguirlos porque en alguna ocasión, también se admitieron como pago en las subastas—.
Asimismo, persiguió acrecentar la riqueza nacional y crear una burguesía y clase media de labradores, que fuesen propietarios de las parcelas que cultivaban y crear condiciones capitalistas -privatización, sistema financiero fuerte- para que el Estado, pudiera recaudar más y mejores impuestos.
La desamortización fue una de las armas políticas, con la que los liberales modificaron el sistema de la propiedad del Antiguo Régimen, para implantar el nuevo Estado liberal durante la primera mitad del siglo XIX.
Relación efemérides históricas; cuentos, reflexiones, poesias...
martes, 18 de febrero de 2025
La desamortización de Mendizábal
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